

La industria naval militar de China domina a la de EEUU de manera aplastante. Así, en 2022, el país norteamericano produjo 5 buques, frente a los 1.800 que fabricó el gigante asiático. En este sentido, los datos indican que los astilleros estadounidenses se ubican en su peor posición en el último cuarto de siglo.
EEUU: ¡Remen!
Muy por detrás de China. Allí se sitúa EEUU en la construcción de buques. Lo admitió recientemente el secretario de Transporte estadounidense, Sean Duffy. «En el 2022, EEUU produjo 5 buques, China produjo 1.800. Tenemos que volver a construir barcos en EEUU», afirmó durante una visita al astillero naval de Filadelfia.
Dicho astillero pertenece a la empresa surcoreana Hanwha y su director afirmó que está preparado para aumentar la producción, si hay pedidos. Actualmente, el astillero está construyendo 5 buques.
Anteriormente, el New York Post informó que la construcción naval estadounidense está en su peor posición en 25 años. A su vez, los expertos del Tribunal de Cuentas indican que la Armada de los EEUU excede regularmente el presupuesto para la construcción y experimenta retrasos: entonces, a pesar de duplicar el presupuesto, el número de barcos prácticamente no ha aumentado.
Para el analista internacional Iñaki Gil de San Vicente, esta situación implica, ante todo, una cuestión que siempre hay que plantear, que es la superioridad de la planificación socialista. Una planificación «que China lleva, aunque tiene un socialismo de mercado con características chinas, pero sabemos que las grandes decisiones se toman a nivel de planificación estratégica a largo plazo», destaca el experto.
«Para la mentalidad occidental, las planificaciones chinas que llegan hasta 2030, e incluso hay otras que llegan hasta 2050, parecen inconcebibles. En Occidente, desde la planificación burguesa, se ven planificaciones a cuatro o cinco años. La ventaja de esa planificación china queda patente en este caso y no solamente en la construcción naval, sino absolutamente en todo. Y no es solamente con respecto a EEUU, sino con respecto a Europa y a otros países», concluye Gil de San Vicente.