POR Instituto Schiller
Mientras Irán respondía con ataques masivos de misiles contra Tel Aviv, en respuesta al ataque de Israel de la madrugada del 13 de junio contra el programa nuclear y la estructura de mando científica y militar de Irán, se llevaba a cabo un amplio debate político urgente entre destacados analistas estratégicos estadounidenses e internacionales en la 106ª reunión semanal consecutiva de la Coalición Internacional por la Paz (CIP).
La CIP se inició hace más de dos años a iniciativa de Helga Zepp-LaRouche, fundadora del Instituto Schiller. En la reunión del viernes 13 de junio participaron como ponentes el Sr. M.K. Bhadrakumar, ex embajador y ex diplomático con 30 años de carrera en el Servicio Exterior de India, incluyendo su servicio en Moscú; el Dr. Theodore Postol, profesor emérito de Ciencia, Tecnología y Seguridad Internacional en el MIT; Larry Johnson, ex funcionario de la CIA y miembro destacado de Veteranos Profesionales de la Inteligencia por la Cordura (VIPS, por sus siglas en inglés); Ray McGovern, ex analista principal de la CIA y miembro fundador de Veteranos Profesionales de la Inteligencia por la Cordura (VIPS); y Helga Zepp-LaRouche.
Hubo un debate muy amplio sobre el llamado de Zepp-LaRouche para establecer una nueva arquitectura internacional de seguridad y desarrollo, que garantice la seguridad y el desarrollo de todas las naciones del planeta, no sólo de algunas. Necesitamos un enfoque totalmente nuevo para crear un nuevo paradigma que sustituya el sistema moribundo basado en la geopolítica imperial británica, indicó Zepp-LaRouche. Esa es la única política viable para evitar la guerra.
El señor M.K. Bhadrakumar propuso que toda la cuestión del enriquecimiento de uranio —el supuesto fundamento de la guerra ilegal de agresión de Israel contra Irán— podría resolverse creando un consorcio regional de países para enriquecer uranio y permitir que todos los países, incluido Irán, tuvieran acceso al uso pacífico de la tecnología nuclear. Esto se podría hacer bajo un estricto escrutinio internacional para garantizar que no haya enriquecimiento para el desarrollo de armas. El Presidente de Rusia, Vladimir Putin, ofreció los buenos oficios de su país para facilitar dicho acuerdo. Y de hecho, cuando Putin habló con el Presidente Donald Trump el 4 de junio, en plena crisis creada por el provocador ataque con drones de Ucrania a la flota de bombarderos estratégicos rusos, se ofreció a ayudar a Trump a encontrar una solución negociada a la crisis de Irán de esta y otras maneras.
Si Trump y Putin trabajaran juntos en esto, hizo hincapié el señor Bhadrakumar, sería posible, todavía, impedir un «escenario del fin del mundo» en el Medio Oriente.
Helga Zepp-LaRouche agregó que si también se incorporase al Presidente de China, Xi Jinping, a un proyecto de este tipo a través de sus conversaciones con el Presidente Trump, podría darse una cooperación más amplia con Estados Unidos y las potencias regionales como Arabia Saudita para añadir a esto, proyectos de transporte, agua y otra infraestructura energética. De esta manera, quedaría establecido el comienzo de la necesaria nueva arquitectura de seguridad y desarrollo para la región.
Zepp-LaRouche situó en su intervención el contexto más amplio de la crisis y su solución:
«En estos momentos nos encontramos al borde de la Tercera Guerra Mundial. Puede ser que ya haya comenzado, y eso no es una exageración, porque ahora estamos en peligro de entrar en una espiral de escalada que, si no se cambia mediante alguna intervención, podría ciertamente conducir en un plazo relativamente corto a una guerra nuclear global en la que desaparecería toda la humanidad…
«Este es el tipo de situaciones en la que es imprescindible un enfoque completamente diferente. Si vemos el contexto más amplio, en el período reciente hemos sido testigos de ataques generalizados contra el Sur Global, en concreto contra los países del BRICS, que intentan crear un nuevo sistema económico basado en la justicia económica y en la igualdad de oportunidades de desarrollo para todos los países. Hemos visto cómo se dirigen contra Sudáfrica, contra Egipto, contra Brasil, contra Argentina (que probablemente sea el caso más extremo) y, naturalmente, contra Rusia y China. Lo que subyace es el hecho de que el Sur Global está tratando de conseguir un nuevo sistema económico…
«Creo que el motivo de muchas de estas crisis es el hecho de que existe un intento de frenar el ascenso de un nuevo sistema, el BRICS-Plus y demás… Yo estoy absolutamente segura de que si no es Ucrania, entonces será Irán o Israel, o mañana Taiwán o China. [Esto va a continuar] hasta que no resolvamos el conflicto subyacente y avancemos en la dirección de establecer una nueva arquitectura de seguridad y desarrollo que, en la tradición de la Paz de Westfalia, tome en cuenta los intereses de todos y cada uno de los países».
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