Limitada
cumbre.
Por Salvador Martínez G.
Nunca antes una cumbre del G7, que congrega a las que alguna vez fueron las siete economías más grandes del mundo, se había llevado a cabo en una situación tan conflictiva como esta de Kananaskis, en Alberta, Canadá.
Las expectativas del encuentro de los jefes de Estado y/o del gobierno de Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Japón y la Unión
europea, no son muy amplias, y desde hoy se sabe que no habrá un comunicado conjunto para fijar la posición del Grupo.
Los temas a tratar, todos conflictivos como las guerras Israel-Irán y Ucrania-Rusia, centrarán la atención sin esperanzas de encontrar un consenso para evitar la confrontación bélica actual.
Sin embargo, hay otros temas igualmente relevantes. Tan sólo la llamada guerra comercial y arancelaria, desatada por el alocado Donald Trump, es motivo de alta tensión entre Europa y Canadá con Estados Unidos.
En general, la Cumbre del G7 será un reflejo del mundo fracturado hoy día, con grandes desafíos y sin muchas posibilidades de grandes acuerdos, especialmente por la impredecible actuación de Trump, quien ha sido el motivo o impulsor de la mayor parte de los conflictos presentes.
Además, esta cumbre contará con la presencia de algunos países invitados como India, Brasil, Ucrania, Australia, Sudáfrica, Corea del Sur y, desde luego, México, cuyos representantes buscarán obtener acuerdos en beneficio de sus naciones ante un Trump de profunda arrogancia y cerrazón.
Las democracias congregadas en Kananaskis deberían resaltar las ventajas de este sistema político ante un absurdo autoritarismo del residente de la Casa Blanca, quien se ha empeñado en imponer sus reglas dentro y fuera de la Unión Americana, hasta ahora con exiguos éxitos y la profundización de riesgos inclusive para su propio país. Veremos.
SUSURROS
Para Claudia Sheinbaum, su viaje a Canadá representa una verdadera prueba de fuego, no sólo por ser su primera participación en una cumbre tan importante como la del G7, sino por los encuentros bilaterales que programó con sus pares de Estados Unidos, Donald Trump (desgraciadamente cancelado por intempestivo retorno de este a Washington); de Canadá, Mark Carney; de India, Narendra Modi, y de Alemania, Friedrich Merz.
Obviamente, lo más trascendental para México era el encuentro con Trump, con el que hay asuntos muy delicados como las redadas migratorias, el narcotráfico, las negociaciones del T-MEC, las tarifas arancelarias y las pretensiones impositivas al envío de remesas. Tendrá que ser en otra ocasión el atender estos asuntos.
Cada uno de estos temas es de singular importancia y en ninguno se ve que haya una visión coincidente entre los vecinos, lo que hace más difíciles las negociaciones.
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Autor:
Salvador Martínez G. Periodista desde 1974, ha trabajado de reportero y columnista en diferentes medios (Excélsior, Televisa, Diario de la Tarde, Novedades, El Día, NTR, entre otros). Comentarista en Radio Fórmula, Radio 13, y Radio ABC Sígueme en X: @salvador_mtz |
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