Aunque pese: Rispidez binacional


Rispidez

binacional.

Por Salvador Martínez G.


A pesar de los serios diferendos entre Estados Unidos y México, en especial el incremento de aranceles y las redadas de migrantes en el vecino país, el peso mexicano ha mostrado gran resistencia y logró romper el piso de las 19 unidades por moneda verde para situarse a un mínimo de 18.90.

Apenas ayer, el subsecretario de Estado de EUA, Christopher Landau, visitó a la presidenta Claudia Sheinbaum para revisar los principales temas bilaterales y, de acuerdo con la Secretaría de Relaciones Exteriores, el encuentro se desarrolló en un ambiente de cordialidad.

La mandataria mexicana resaltó la contribución de los mexicanos a la economía estadounidense, por lo que pidió reconocimiento a la vez que abogó por disminuir los aranceles a productos mexicanos, especialmente al aluminio y acero.

No faltó su rechazo a las redadas contra migrantes indocumentados mexicanos en Estados Unidos y enfatizó la necesidad de proteger los derechos de los connacionales allende la frontera.

Lo trascendido del encuentro con Landau seguramente es la parte amable porque los motivos de rispidez entre las dos naciones son en este momento muchos, con especial énfasis en lo que dijo la secretaria de Seguridad Nacional de Trump, Kristi Noem, de que Sheinbaum alentó las protestas violentas en Los Ángeles y otras ciudades de la Unión Americana.

Todo ello que se supondría afectaría en lo económico la paridad peso-dólar; no fue así principalmente por la fortaleza del peso, la debilidad del dólar y el aparente acuerdo comercial entre EUA y China, que daría tregua a la guerra comercial desatada por las torpezas trumpianas desde el pasado 20 de enero.

El propio Trump anunció este “acuerdo marco” con China pactado en negociaciones realizadas en Londres y que eventualmente podría ser firmado por Xi Jinping y Trump.

La situación binacional y global no está ni remotamente resuelta, por lo que habrá que estar muy atento a los sucesos venideros.


SUSURROS


 

Los esfuerzos gubernamentales por impulsar la vivienda de interés social no han sido suficientes para satisfacer las necesidades de los trabajadores de bajos ingresos, mientras que en el segmento medio bajo y medio existe una verdadera crisis.

De acuerdo con la consultora 4S Real Estate, los precios de las viviendas y la capacidad de pago son cada vez más grandes, lo que imposibilita la adquisición de estos inmuebles.

La capital del país es donde más cara cuesta la vivienda y sólo el 8 por ciento de sus habitantes tendría capacidad de pago para adquirir una nueva, que tiene un promedio de 3 millones 866 mil pesos de precio.

 

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Autor:

Salvador Martínez G.

salvadormartinez@visionmx.com

Periodista desde 1974, ha trabajado de reportero y columnista en diferentes medios

(Excélsior, Televisa, Diario de la Tarde, Novedades, El Día, NTR, entre otros).

Comentarista en Radio Fórmula, Radio 13, y Radio ABC

Sígueme en X: @salvador_mtz

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