- Tanto el Canal de Panamá como el Corredor Transístmico se encuentran atravesando importantes ecosistemas forestales, principalmente selvas altas, medianas y bajas, que contienen una importante biodiversidad y recursos naturales, que no se han hecho públicos pero que seguramente ya están en los inventarios de empresas extranjeras.
POLÍTICA Y SOCIEDAD
POR JUAN JOSÉ AGUSTÍN REYES RODRÍGUEZ*
Ciudad de México.- El presidente Donald Trump inauguró este 20 de enero su nuevo mandato a la presidencia de Estados Unidos de América, en un evento digno de una corte imperial estilo romano
CON SUS ARENGAS iniciales en ese evento, desató una serie de amenazas que ya había expresado en su campaña política.
Aseguró que Groenlandia debe pasar al dominio de su país; pondrá aranceles a México y Canadá de 25 % y a China de sólo 10%; declaró como emergencia a su frontera sur, obviamente con México; iniciará una deportación masiva de “criminales” migrantes utilizando todas las fuerzas públicas y del ejército; declarará a los cárteles mexicanos como grupos terroristas, sin reconocer que en su territorio operan otros y son los que distribuyen la droga y proveen de armas a esos cárteles; le cambiará el nombre al Golfo de México por Golfo de América; así como recuperará el Canal de Panamá porque tratan muy mal a los barcos estadounidenses debido a que los chinos ya tienen el control; y muchas sandeces más, dignas de una visión imperialista ilegal, muy a su “estilo de comunicar”.
Habrá muchos millones de megabits que se ocuparán de estos y otros temas del señor emperador. En esta ocasión me refiero al Canal de Panamá y el Corredor Interoceánico que une al Atlántico con el Pacífico en el Istmo de Tehuantepec, en los estados de Oaxaca y Veracruz, independientemente de sus ramales hacia Chiapas y Tabasco con líneas ferroviarias adicionales.
Tanto el Canal de Panamá como el Corredor Transístmico se encuentran atravesando importantes ecosistemas forestales, principalmente selvas altas, medianas y bajas, que contienen una importante biodiversidad y recursos naturales como fábricas de agua, bosques de niebla, fauna nativa, minerales preciosos, petróleo y otros recursos oro, plata, mercurio, que no se han hecho públicos, pero que seguramente ya están en los inventarios de empresas extranjeras.
Necesitaban nuevas rutas para el comercio
Desde los tiempos remotos, los pueblos originarios ya conocían los caminos que unían los dos océanos, tanto en la gran Colombia, como en la gran Tenochtitlan, que de acuerdo con las referencias históricas los emperadores recibían pescado, otros alimentos y tributos de lugares tan lejanos como Veracruz y Guerrero.
Los conquistadores europeos tanto de México como de Colombia querían encontrar las rutas en el continente que les permitiera conectar el comercio entre Europa y Asia, por lo que encontraron varias alternativas, siempre atravesando selvas.
En el siglo XIX (1869) la primera gran obra para conectar dos mares fue el Canal de Suez, que se construyó en una superficie plana en la boca de la península arábiga con lo que el comercio se incremento y redujo el tiempo de traslado evitando darle la vuelta al sur de África para llegar de oriente a Europa. Con ese ejemplo las empresas y sus gobiernos de Francia, Gran Bretaña y Estado Unidos, necesitaban encontrar la comunicación más cercana para sus comercios y comunicar el Pacífico con el Atlántico.
El Canal de Panamá
Se estudiaron varias alternativas entre las que destacaron como primera opción el estrecho de Panamá, Nicaragua y el Istmo de Tehuantepec como última opción. Las empresas francesas obtuvieron la concesión del gobierno de Colombia para construir el canal en Panamá (1876).
La diferencia con el Canal de Suez es que no era terreno plano y desértico, sino un terreno montañoso y cubierto de vegetación forestal, por lo que empezaron a hacer excavaciones profundas, (la diferencia con el nivel del mar era de 110 m) lo cual resultó muy oneroso y con cientos de muertos por las enfermedades tropicales.
Se abandonó el proyecto por algunos años y posteriormente se reiniciaron los trabajos con un proyecto diferente, con esclusas que permitían ir subiendo el nivel del agua para pasar de un océano al otro. La empresa francesa vendió el proyecto al gobierno estadounidense, que obtuvo la concesión del gobierno de Panamá en 1904 por 10 millones de dólares y el control absoluto. Sin embargo, para poder cerrar la operación el gobierno americano, a su estilo imperial manipuló la situación instigando a un grupo de colombianos de Panamá, a declarar su independencia de Colombia (3 de noviembre de 1903), lo que logró con un pago al presidente de Colombia de ese tiempo, además adquiriendo los derechos de aprovechamiento del canal de Panamá por 100 años.
El canal tiene un recorrido de 82 km y 5 kilómetros de ancho a cada lado. El tiempo que dura un barco en atravesar el canal es de 8 a 10 horas; sin embargo, para entrar tarda días o semanas. El agua que llega a las esclusas proviene del lago Gatúm que es uno de los lagos artificiales más grande del mundo (436 km2) y del lago Alhajuela.

https://www.business-humanrights.org
Cambio de manos y nueva época
En canal de Panamá se empezó a construir con este nuevo proyecto de esclusas en 1904 y se terminó en 1914, justo cuando iniciaba la primera guerra mundial. Este periodo se caracterizó por la beligerante e imperialista actitud de Teodoro Roosevelt, quién fue el principal operador para cercenar a Panamá de Colombia. Hasta el 7 de septiembre de 1977 con los Tratados Torrijos-Carter, ratificados por el congreso americano, el canal estuvo bajo el control americano. Se completó la entrega total al gobierno panameño el 31 de diciembre de 1999, por lo que el gobierno americano dejó de tener cualquier derecho o participación en la administración y dominio del canal, quedando controlado por Panamá.
En estos días hemos visto como el presidente emperador Donald Trump, pretende recuperar el Canal de Panamá, porque argumenta que es fundamental para la “seguridad” de Estados Unidos, así como lo es Groenlandia, México, Canadá, China y la Unión Europea. Obviamente que del dicho al hecho hay mucho trecho, ya que esas declaraciones carecen de legalidad y obviamente la soberanía de los países que pretende someter a sus alucinaciones, son soberanos, independientes y libres
El Canal de Nicaragua
Este proyecto pretendía construirse por río, el lago Cocibolca y el Istmo de Rivas en la parte central del país. Cubriría una superficie de 270 kilómetros cuadrados, también atravesando importantes áreas forestales. Las principales inversionistas eran empresas chinas, que después de analizar la viabilidad del proyecto el gobierno lo canceló en 2024.
Grandes expectativas. Empresarios de ANIERM consideraron que hacia el año 2024, el Corredor Interoceánico podria sumar 2000 mdd en inversiones extranjeras. https://www.youtube.com/watch?v=oREbwmrcb
El Corredor Interoceánico
Desde tiempos de Porfirio Díaz se tenía la intención de conectar el Istmo de Tehuantepec entre Oaxaca y Veracruz. Los estudios que habían realizado diversas empresas extranjeras para hacer un canal colocaban esta región en último lugar de las opciones, estando primero Panamá y Nicaragua. La propuesta fue hacer esa conexión vía terrestre con el ferrocarril, que fue de los proyectos más relevantes de la época porfiriana, que todavía no se supera los kilómetros construidos en ese tiempo, hasta la llegada del presidente López Obrador y que el actual gobierno está dándole continuidad.
Dentro de las obras monumentales que se propusieron desde 2018 y que están concluidas total o parcialmente y otras que están en proceso, se encuentra precisamente el Corredor Interoceánico que une los puertos de Salina Cruz, Oaxaca y Coatzacoalcos, Veracruz, con un desarrollo de 472 km.
La red ferroviaria en la región, que conectará el tren interoceánico con Guatemala, el Tren Maya y hacia Dos Bocas tendrá una extensión de 1,200 km. Este proyecto comprende principalmente ampliación de los puertos de Salina Cruz y Coatzacoalcos, el ferrocarril de carga y pasajeros, autopista en paralelo, gasoductos, transmisión eléctrica, y la construcción, inicialmente, de 10 parques industriales que ahora se denominan Polos de Desarrollo Para el Bienestar (PODEBIs).
Como ejemplo de estos parques industriales o polos de desarrollo, comentamos aquí el de San Blas Atempa, Oaxaca (DOF 12/05/2023) que mediante concesión, contarán con la infraestructura necesaria, estímulos o exenciones fiscales por 5 años, para su uso, aprovechamiento y explotación, con las posibilidades de enajenación, de la superficie definida en cada polígono (de 300 a 400 hectáreas cada uno); en los términos que define el Acuerdo de declaratoria del PODEBI San Blas Atempa, Oaxaca, publicado en el diario oficial mencionado, aplicará los beneficios fiscales y facilidades administrativas por el que se fomenta la inversión de los contribuyentes que realicen actividades económicas productivas al interior de los polos. La convocatoria se hace para cada PODEBI, a nacionales y extranjeros, como personas físicas o morales.
Para cada PODEBI, se establecieron criterios que justifican su declaratoria como tal: criterios de macro localización, comunicación y conectividad, poblacional, consulta indígena, educativo, territorial, factibilidad industrial, sostenibilidad (El inmueble se ubica fuera de la delimitación de las áreas naturales protegidas conforme al oficio número DGOR/0310/2023 de la Dirección Generalde Operación Regional de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas.) y propiedad.
Estos polos operarán con base en las vocaciones productivas que se determinen para los polígonos correspondientes y con los recursos disponibles en donde se establezcan dentro de la región del Istmo de Tehuantepec, con una visión integral, sostenible, sustentable e incluyente, que fomente el crecimiento económico, productivo y cultural.
¿Cuáles riesgos se podrían presentar? El hecho que se esté impulsando fuertemente la “inversión” extranjera en esos polos y que tienen la posibilidad de adquirirlos como propiedad, ello va a generar una serie de derechos y obligaciones, que si no están claramente definidos los términos y limitaciones, sobre todo que los contratos y obligaciones del gobierno federal a través del Organismo Público Corredor Interoceánico, y que se sujeten a la Constitución, a las leyes y normatividad mexicana se corre el riesgo que en cualquier conflicto, las empresas extranjeras invoquen las leyes y gobiernos de sus países o la legislación internacional, que normalmente les benefician, como lo hemos visto en casi todas las controversias que perdemos (Por ejemplo, Vulcan, maíz transgénico, PEMEX, CFE y otras más).
La Región de Los Chimalapas
Esta región de Oaxaca colindante con Veracruz y Chiapas es de las regiones más ricas en biodiversidad; tiene algunos de los recursos forestales más importantes del país y del continente; es de una riqueza florística y faunística de mayor relevancia que la Selva Lacandona y Calakmul; de las más de 600 mil hectáreas de estas comunidades Santa María y San Miguel, más de 400 mil hectáreas tienen un estado de conservación excelente, que estará bajo presión de esos desarrollos industriales de los PODEBIs.
Los comuneros han sido atacados por los talamontes, ganaderos e invasores de sus tierras en los límites de Chiapas, que habían despojado tierras en los límites, así como en parte de Veracruz, protegidos por los gobiernos de Chiapas y del propio Oaxaca.
A pesar de ello la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) reconoció la propiedad de tierras que estaban en poder de Chiapas, que hasta había creado un municipio y ejidos en territorio de los Chimalapas. Aún con la resolución de la SCJN, no faltaron las truculentas marrullerías de los grupos de interés para retrasar la ejecución de la sentencia, alegando que se habían equivocado los peritos de la Corte, en la delimitación, por lo que sigue pendiente la ejecución y entrega definitiva de las tierras en conflicto a Los Chimalapas.
Esta rica región del país, que no es Área Natural Protegida porque los dueños comuneros no lo aceptan, por el riesgo que corren que sean despojados del control y dominio de Los Chimalapas, ven el riesgo que esos polos de desarrollo se apropien del agua, de los minerales, las selvas y bosques, impacto a la fauna silvestre y otros recursos, además de los impactos ambientales que posiblemente causen y que son parte del “desarrollo”.
Finalmente, si vemos que un presidente imperial como Trump, está pensando en apropiarse del canal de Panamá sin ningún fundamento legal, tiene el poder de las armas, como lo hizo en su tiempo el gobierno americano (20 de diciembre de 1989) cuando invadió Panamá para secuestrar al expresidente General Noriega acusado de narcotraficante. Sería bueno prever que, si llega en los próximos años otros gobiernos imperiales como el de Donald Trump, llegarían recargados y con mayor arbitrariedad e impunidad.
Soberanía nacional en riesgo
Si en los PODEBIs, se permite la enajenación de sus tierras y esos polos van a quedar a lo largo del Corredor Interoceánico, no será difícil que las empresas americanas invoquen su soberanía sobre estos predios que les enajenó el gobierno y llamen a un Trump o personaje de la misma condición humana. Esto es una alerta para México, que, por darle mucha importancia a la inversión extranjera, sin los controles y límites constitucionales y jurídicos, pusiera en riesgo la soberanía nacional. Tendrían que considerar que no haya enajenación para empresas o personas extranjeras, sino solamente concesiones a largo plazo y bajo la constitución y legislación mexicana.
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Autor:
Juan José Agustín Reyes Rodríguez *Ingeniero Agrónomo, por la Escuela Nacional de |
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