EE.UU. está reforzando la cooperación con sus aliados regionales ante las incertidumbres que plantea la futura Administración estadounidense.
Estados Unidos y sus aliados del Indo-Pacífico están intensificando su cooperación militar y de seguridad para contrarrestar las acciones asertivas de China, especialmente en el mar de China Meridional.
Este esfuerzo se puso de relieve en una reciente reunión a cinco bandas de los jefes de defensa de EE.UU., Japón, Australia, Corea del Sur y Filipinas. Las discusiones se centraron en la promoción de un Indo-Pacífico “libre, abierto y seguro” y en el aumento de la preparación militar.
Filipinas desempeña un papel fundamental en esta estrategia, especialmente en medio de las crecientes tensiones con China por las reivindicaciones marítimas en disputa. En este contexto, el Pentágono confirmó la semana pasada el despliegue de la Task Force Ayungin, una unidad de operaciones especiales que toma su nombre de la palabra filipina para referirse al atolón Second Thomas Shoal, un punto álgido en el conflicto marítimo de Manila con Pekín.
Washington también está reforzando sus lazos de defensa con Tokio, según indicó la prensa nipona esta semana al divulgar el primer plan operativo conjunto estadounidense-japonés que incluye el despliegue de sistemas avanzados de misiles estadounidenses en la región.
El regreso de Trump
Los observadores señalan que el posible regreso de Donald Trump a la Casa Blanca puede intensificar esta dinámica, ya que su Administración podría adoptar una postura más agresiva en cuestiones como Taiwán y las aguas en disputa a través de alianzas regionales más sólidas.
“Pekín debe centrarse en observar lo que hace Trump en menos de dos meses [tras asumir el cargo en enero]”, dijo al SCMP Shi Yinhong, profesor de relaciones internacionales en la Universidad Renmin de China. “Trump podría impulsar aún más el despliegue de misiles de crucero de largo alcance en Filipinas, [la isla japonesa de] Okinawa y [la base naval estadounidense del Pacífico en] Guam, dirigidos contra el Ejército chino por la cuestión de Taiwán”, afirmó.
Por su parte, Vivek Mishra, investigador en el Indian Council of World Affairs de Nueva Delhi, asegura que aunque el Indo-Pacífico seguirá recibiendo atención en los círculos políticos estadounidenses, el enfoque de Trump puede tener dos vertientes. En primer lugar, en el Pacífico, Trump podría continuar con el impulso de la Administración Biden a favor de una presencia de seguridad estadounidense más asertiva, “lo que implicaría un mayor apoyo a aliados como Japón, Australia, Corea del Sur y Filipinas para contrarrestar las ambiciones regionales chinas”.
Sin embargo, es posible que Trump actúe con cautela en Taiwán, optando por evitar provocaciones innecesarias, dada su inclinación hacia una confrontación económica con China.
Alianza AUKUS
Asimismo, se espera que en el segundo mandato de Trump la alianza de seguridad AUKUS y sus iniciativas ampliadas de tecnología de defensa mejoren sus capacidades frente al ascenso militar de China. La cooperación con nuevos socios en áreas como los submarinos de propulsión nuclear y las armas hipersónicas sería parte de los esfuerzos por mantener una ventaja estratégica.
“La futura cooperación de los aliados del Indo-Pacífico se considera dinámica, ya que Trump volverá a trazar una asociación más fuerte con los aliados del Indo-Pacífico para contrarrestar la creciente influencia de China en la ASEAN y el Pacífico”, valoró Chester Cabalza, presidente de International Development and Security Cooperation, un grupo de expertos con sede en Manila.
“Invitar al lobo a casa”
Por su parte, el portavoz del Ministerio de Defensa de China, Zhang Xiaogang, advirtió en una rueda de prensa en septiembre que “el despliegue de misiles de alcance intermedio por parte de Estados Unidos en Asia-Pacífico intensificará la carrera armamentista, amenazará seriamente a la seguridad de los países de la región y socavará gravemente el equilibrio estratégico y la estabilidad global”.
La región de Asia-Pacífico necesita “paz y prosperidad” en lugar de “confrontación y conflicto”, por lo que Pekín “se opone con firmeza” a este tipo de planes, subrayó el vocero, pronunciándose de esta manera sobre los reportes de que Washington podría desplegar sistemas de misiles de alcance intermedio Typhon en Japón.
En este contexto, el Gobierno chino insta a EE.UU. a dejar de “crear tensiones regionales”, agregó Zhang, quien también transmitió una advertencia para Tokio: “Aconsejamos a la parte japonesa que actúe con cautela y no invite al lobo a casa complaciendo a EE.UU., ya que esto solo los pondrá en peligro a sí mismos”.
En general, se espera que las relaciones entre Pekín y Washington empeoren, con políticas impredecibles que probablemente provoquen tensiones económicas y geopolíticas, explica Evan Medeiros, experto en estudios asiáticos en la Escuela de Servicio Exterior. Sin embargo, China podría aprovechar el descontento mundial con las políticas estadounidenses para aumentar su influencia global.
“China aprovechará la oportunidad para posicionarse como defensora de la globalización y el multilateralismo mientras Trump aleja al mundo con proteccionismo, aislacionismo”, destaca Medeiros.
Rusia Today 29.11.2024