La conocida revista Politico hace una predicción para 2025, yendo más allá de los estereotipos y con un enfoque positivo.
Durante la campaña electoral, Donald Trump prometió “detener las guerras” que asolan el mundo, incluidas Oriente Medio y Ucrania. Quizás lo consiga.Vladimir Zelensky ha cambiado de rumbo sensacionalmente y ya habla de poner fin al conflicto, afirmando que renunciará a los territorios de habla rusa y que la guerra terminará “rápidamente” cuando Trump asuma el cargo el 20 de enero de 2025.
Una declaración de derrota, que llega después de más de dos años de masacres y devastación, a diferencia de lo que ha contado la propaganda occidental.
TASS informa, contradiciendo nuevamente a los principales medios de comunicación, que, en 2024, Putin participó en más de 450 eventos públicos, 180 reuniones internacionales y numerosas conversaciones telefónicas.
No parece ser el líder aislado de la narrativa angloamericana.
Politico continúa diciendo: “algunos círculos europeos creen que Trump es capaz de llegar a un acuerdo con Moscú en condiciones más favorables que la presidenta Kamala Harris”.
¿Pero no fue Trump un mal absoluto que produjo caos y problemas insuperables?.
Sin embargo, la afirmación es lógica porque Europa, agobiada financieramente, no tiene recursos para financiar un “conflicto eterno” y los votantes no apoyarán la idea de enviar tropas.
El diario cree que, en 2025, nos enfrentaremos a un conflicto inevitable entre los principales “machos alfa”: Trump y su actual aliado Elon Musk.
Como sabemos, dos chefs, en una misma cocina, nunca se llevan bien. Por no hablar de dos presidentes en la Oficina Oval. Musk argumentará que su contribución de campaña de 200 millones de dólares le da más poder que simplemente crear un sofisticado Departamento de Eficiencia Gubernamental.Ya están surgiendo desacuerdos entre Musk y los asesores de Trump. Se sabe que hubo una gran discusión entre el multimillonario y Boris Epstein, el abogado que coordinó la defensa de Trump en sus casos penales.
Musk tenía dudas sobre algunos de los candidatos y acusó al asesor de Trump de filtrar información a la prensa.
Mientras tanto, en Estados Unidos han comenzado los ataques terroristas en Nueva Orleans por parte de un veterano de guerra con la bandera del ISIS, el secuestro de una periodista italiana por parte de los iraníes, que querrían cambiarla por un ingeniero, detenido en nuestro país, por orden de a los estadounidenses, por haber ayudado a algunas células yihadistas a fabricar drones de guerra.
Finalmente, el panorama de las represalias se cierra, por el momento, con el ataque a Bashar Al-Assad, cuyos autores aún no han sido identificados.
Fue envenenado en Moscú, fue grave pero sobrevivió. Aún no se sabe si existe la mano de opositores políticos o de su esposa Asma, que quiere divorciarse y se enfrenta a la oposición de su marido.
El eurodiputado Maximilian Krah escribe en Asia Times que “un espectro recorre Europa: el espectro de Donald Trump.
Las elites europeas no esperaban que volviera y, peor aún, no tienen idea de cómo contrarrestarlo”.
Las élites de la UE han seguido una política completamente orientada y dependiente de los preceptos políticos de los liberales estadounidenses.
A nivel comercial – continúa Krah, también execónomo de la Fraternidad San Pío durante el último mandato de Mons. Bernard Fellay– “la UE rompió lazos con Rusia y China, se dejó arrastrar a la guerra en Ucrania, se sometió a la narrativa climática, se adhirió a todas las sanciones estadounidenses contra los países del Sur Global, ha renunciado totalmente a su independencia en política exterior y, en general, ha renunciado a todo lo que pueda ser contrario a las ideas e intereses de un Estados Unidos Woke
Las élites de la Unión Europea– continúa el Excmo. Krah –en Bruselas y Berlín han sido hasta ahora los atlantistas más leales–, Politico ha caracterizado a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, como la “presidenta estadounidense de Europa”, pero ahora hablan como gaullistas que juran por la autonomía europea.
A nivel de la UE, el húngaro Viktor Orbán fue el chivo expiatorio de todos los acólitos de Biden, que lo reprendieron por su diplomacia con Putin, Erdogan, Netanyahu y Xi. Ahora Orbán tendrá acceso privilegiado cuando Trump regrese a la Casa Blanca.
Luego viene el golpe político más interesante pero también más realista: “Estos son los cambios de la vida política, excepto que los eurócratas no han hecho nada para prepararse, lo que los define como un grupo de aficionados.
Están en jaque”, tanto como las Casandras del Bel Paese, capaces de terribles predicciones apocalípticas, porque aún no han comprendido que, en la realpolitik, sólo una semana es una era geológica.
Y el diputado europeo concluye: “Europa debe mirar hacia nuevos mercados en el Sur del mundo. Trump advirtió a Europa que no puede esconderse bajo el paraguas de la defensa estadounidense, descuidando su propia defensa.
Los patriotas europeos deben ocuparse de la defensa de sus países, en lugar de desperdiciar sus recursos en guerras por poderes contraproducentes.
Ha llegado el momento de que la derecha patriótica gobierne en lugar de limitarse a quejarse. No hay nada que perder, pero hay un mundo que ganar. ¡Patriotas del mundo, uníos!”.
En este contexto, el gobierno de Giorgia Meloni, recientemente elogiado por Trump, se encuentra en una excelente posición estratégica, a diferencia de Alemania, que condena al ostracismo al AfD mientras Elon Musk lo apoya.
Derrocó a la mayoría en la UE, desplazando el eje hacia la derecha, se lleva bien con la presidenta Von der Leyen, pero aún más con Viktor Orbàn, Marine Le Pen y todas las formaciones políticas soberanistas europeas.
En los últimos meses, ha construido una gran amistad política y personal con la mano derecha del magnate, Elon Musk, y está dispuesta a apoyar la paz en Ucrania y Oriente Medio, como lo hará el resto de la UE.
