© Foto : Roscosmos
Un grupo de científicos rusos propuso una solución innovadora para proteger las estaciones espaciales y los satélites de objetos peligrosos. El dispositivo, que “sopla” los desechos fuera de las trayectorias orbitales peligrosas, promete prevenir accidentes en el vacío del espacio y prolongar la vida operativa de la infraestructura espacial.
Incluso un pequeño trozo de basura espacial puede causar daños significativos si colisiona con una nave espacial. Los desechos de mayor tamaño, como satélites fuera de servicio o etapas de cohetes viejas, suponen una amenaza aún mayor, ya que pueden destruir grandes estructuras como la Estación Espacial Internacional (EEI), explicaron expertos de la Universidad Nacional de Investigación de Samara.
Actualmente, la única forma de evitar colisiones es ajustar la órbita de la estación utilizando sus motores a bordo o los de las naves espaciales acopladas. Desde 1999, la EEI ha realizado 38 maniobras de este tipo, cada una de las cuales ha consumido considerables recursos de combustible.
Los investigadores de la Universidad de Samara proponen un nuevo enfoque que consiste en equipar la estación con una nave espacial especializada, capaz de desacoplarse cuando haya una amenaza de impacto contra los escombros. Este dispositivo volaría hacia los escombros y utilizaría el empuje de su sistema de propulsión eléctrica para “soplar” los escombros fuera de la órbita peligrosa, algo parecido a un secador de pelo.
“El reto reside en la incapacidad de predecir con exactitud su trayectoria durante períodos prolongados. Los riesgos potenciales de colisión (acercamientos a una distancia peligrosa) se conocen aproximadamente dos días antes del suceso, momento en el que se inician los protocolos para calcular una maniobra evasiva”, explica el profesor asociado del Departamento de Mecánica Teórica de la Universidad de Samara, Alexander Ledkov.
Agrega que la nave se separaría de la estación, se acercaría a los restos a menos de 10 metros y dirigiría una corriente de iones desde su sistema de propulsión eléctrica hacia los restos. Estos iones impactarían en la superficie de los restos, generando una pequeña fuerza de frenado. Una vez desviados los restos de su órbita de amenaza, la nave regresaría a la EEI para repostar y realizar tareas de mantenimiento.
“Identificamos 289 objetos de más de 1 kg de masa que teóricamente podrían suponer una amenaza para la EEI. Para cada uno de ellos, simulamos una maniobra en la que la nave espacial se desprendía, interceptaba el plano orbital de los restos, se acercaba a menos de 10 metros y los redirigía utilizando corrientes de iones”, explica el investigador.
Ledkov subraya que, con la alineación más favorable de la estación y un objeto grande, el consumo de combustible para la maniobra podría ser reducido casi diez veces.
“En el escenario más favorable, en el que tanto los restos (por ejemplo, una etapa de cohete de unos 1.400 kg) como la EEI se mueven en el mismo plano orbital, nuestro método podría ahorrar el 90% del combustible. Una corrección orbital tradicional de la EEI requiere unos 2.000 kg de combustible, mientras que nuestra nave utilizaría poco más de 200 kg”, añade el profesor del Departamento de Mecánica Teórica, Vladímir Aslánov.
Sputnik 19.11.2024