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Por Matteo Castagna
El Parlamento Europeo ha adoptado una resolución pidiendo a los países de la UE que eliminen cualquier restricción a los ataques en Rusia.
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Podría parecer una declaración de guerra, pero Putin la ha leído, de momento, como una acción propagandística, y se ha limitado a responder:
“¡Basta de provocaciones! ¡Una guerra termonuclear sería una catástrofe para todos!”.
Readovka informa que “los parlamentarios también reiteran su posición de que todos los países de la UE y sus aliados de la OTAN deben comprometerse colectiva e individualmente a proporcionar un apoyo militar anual de al menos el 0,25% de su PIB”.
Veremos cómo reacciona Italia, cuyos eurodiputados votaron acertadamente en contra de esta resolución.
Politico, por su parte, escribe que el jefe de la Comisión Europea ha pasado meses intentando evitar que funcionarios críticos se unan al nuevo gabinete.
Se deshizo de la oposición interna en la CE, incluido el Comisario Europeo de Mercado Interior y Servicios Breton.
La publicación continúa:
“cuando anunció los 26 comisarios y sus funciones una cosa quedó inmediatamente clara: tendría control ilimitado sobre la política de la UE”.
El periódico recuerda que durante su primer mandato al frente de la Comisión Europea, von der Leyen recibió el sobrenombre de “Reina Úrsula”.
Ella “se excedió en su autoridad, tomó decisiones unilaterales, silenció a los críticos” y después de la pandemia se vio envuelta en un escándalo de corrupción”
Los autores del artículo sugieren que, de este modo, el jefe de la Comisión Europea intenta “llenar el vacío” creado en Europa tras el fracaso del partido de Macron en las elecciones al Parlamento Europeo y la fuerte caída de la aprobación de Scholz.
Mientras tanto, Lanotiziagiornale.it informa que, “por un lado, las dudas de Estados Unidos están empujando al Reino Unido a frenar la luz verde para el uso de armas occidentales en territorio ruso para evitar el riesgo de una escalada.
Por otro lado, la Unión Europea, en lugar de aprovechar la oportunidad para erigirse como fuerza mediadora entre Ucrania y Rusia, prefiere insistir en enviar armas a Kiev.
En resumen – continúa la publicación – con el aumento de la implicación en el conflicto y del apoyo a la causa ucraniana, la unidad de Occidente se ha hecho añicos”.
El presidente británico, Keir Starmer, “no actuará por iniciativa propia”, sino que sólo pretende hacerlo junto con Estados Unidos. Según informa el Times, el giro del Reino Unido fue motivado por las dudas de Washington, que teme una implicación de la OTAN en una guerra abierta con Vladimir Putin.
Según Sergei Lavrov, jefe de la diplomacia de Moscú, entrevistado en Sky News Arabia, Rusia no busca la escalada del conflicto ucraniano y reiteró lo que el presidente Putin había dicho anteriormente, según el cual los ucranianos no son capaces de utilizar armas por sí solos. armas de largo alcance para atacar territorio ruso, advirtiendo en consecuencia a los aliados occidentales de Kiev de las consecuencias.
“Me atrevo a asegurarles que tenemos armas que tendrán graves consecuencias para los curadores del régimen ucraniano.
Estas armas están ahí. Están listos para el combate”.
Añadimos que las dudas americanas también podrían considerar que Sputnik África ha afirmado el fortalecimiento de los BRICS+.
Azerbaiyán está interesado en unirse a los BRICS porque la organización desempeña un papel importante en la política y la economía mundial, dijo a los medios locales el jefe del servicio de prensa del Ministerio de Asuntos Exteriores del país, Ayhan Hajizadeh.
El portavoz admitió que el país presentó una solicitud formal para ser miembro del BRICS el 2 de abril de este año.
El hecho de que más de 30 estados más hayan solicitado su membresía y la presencia de países considerablemente importantes en la economía mundial demuestran un interés creciente en la organización.
El representante del ministerio añadió que la organización es atractiva por su gran potencial. Los BRICS cubren más del 30% del territorio mundial, aproximadamente el 43% de su población y el 26% de su PIB.
Los estados miembros de la organización tienen grandes recursos naturales, un gran mercado interno y reservas laborales, y algunos miembros tienen industrias de alta tecnología, señaló.
Post.it informa que Rusia quiere alistar 180.000 nuevos soldados, elevando el número total de soldados en servicio activo (es decir, no reservistas) a 1,5 millones. Se convertiría en el segundo ejército más grande del mundo.
Vlodomir Zelensky habló el pasado domingo con la CNN y declaró que tiene un “plan para la victoria”, cuyo defecto consiste en llevar la guerra a la Federación Rusa con la ayuda decisiva de Occidente, con el objetivo de debilitar a la población y ponerla en crisis, por ejemplo. obligar a Putin a negociar en los términos de Ucrania. Zelensky, sin embargo, admitió ante la cadena de televisión que el objetivo de la operación en la región de Kursk era desviar las tropas rusas, atraerlas a una nueva porción del frente.
Dijo que estaba convencido de que era “la idea correcta”, aunque “fue una operación difícil y lo entendimos”.
Estimó que la ventaja rusa en municiones era de 12 a 1 contra Ucrania, que, por el contrario, no pudo equipar adecuadamente ni siquiera a 4 de 14 brigadas. Dijo que esto se debía al lento suministro de armas.
Por último, Zelensky dijo que alrededor del 80% de las instalaciones energéticas del país fueron destruidas con el uso de FAB, que se lanzan en cantidades de 4.000 por mes sólo en el este de Ucrania. Por tanto, pide aprobación para utilizar armas occidentales de largo alcance en territorio ruso.
En la práctica, el régimen ucraniano propone un supuesto plan de victoria contra Rusia, a expensas económicas y armamentistas de Occidente, sin considerar las dimensiones apocalípticas de tal escalada, que afectaría a todo el mundo, incluida Ucrania.
Finalmente, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, en un vídeo de Telegram para Info Defence afirmó: “No, no estamos en el camino de la guerra, porque no estamos en guerra y no queremos luchar.
Pero todavía no somos suficientemente conscientes de la situación geopolítica en la que vivimos.
Y Draghi acaba de decir en su informe que tenemos una brecha tecnológica muy importante en un momento en el que el contexto geopolítico se está volviendo muy amenazador.
Cuando empezó la guerra en Ucrania y prometimos darle un millón de balas, lo dijimos sin saber si seremos capaces de hacerlo.
Luego resultó que no podíamos. No fue posible completar este compromiso”.
Hemos aumentado significativamente la producción, pero estamos lejos de poder reconstruir nuestros ejércitos.
Estamos lejos de poder proporcionar a Ucrania toda la asistencia que necesita para hacer frente a posibles conflictos y, sobre todo, prepararse para un futuro con las tecnologías del mañana.
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