Arbolito natural con olor a bosque para disfrutar la temporada
POLÍTICA Y SOCIEDAD
POR JUAN JOSÉ AGUSTÍN REYES RODRÍGUEZ*
Ciudad de México.- La Navidad es una celebración arraigada en la cultura de México y otros países.
Hace algunas décadas esta actividad estaba enfocada en los “nacimientos” que se ponían en los hogares, así como en la mayoría de los templos católicos. Los niños esperaban sus juguetes que les trajera el Niño Dios en Navidad y los Reyes Magos el 6 de enero.
CON LA APERTURA de México a la “modernidad” se importaron costumbres de países, principalmente anglosajones con el árbol de Navidad, introducido según algunos autores por Maximiliano de Habsburgo; lo mismo el Santa Claus, que vinieron a impactar en las costumbres del México de recientes épocas. Ahora parece ser indistinto poner un nacimiento o un árbol de Navidad o ambos, que vienen a alegrar o llenar de nostalgia a muchos hogares.
Los principales elementos naturales que integran los nacimientos son del bosque. Así encontramos que el jardín que se construye tiene musgo o viruta de madera, el establo son ramillas, con techo de heno. Se cuelgan guirnaldas de hojas de pino y se ponen adornos de ramillas y conos de pino, más conocidos como “piñas”.
México es uno de los países megadiversos y con numerosos tipos de vegetación forestal. Muchos de los productos navideños vienen principalmente de los bosques de clima templado en donde predominan especies como el pino, oyamel, encino, junípero, aile, cedro blanco y madroño entre otras muchas.
La riqueza forestal del país es muy grande. Además de los bosques de clima templado frío, existen otros tipos de vegetación forestal a lo largo y ancho del territorio; como las selvas (altas, medianas y bajas), semidesiertos y desiertos con sus matorrales y pastizales y los humedales, principalmente los manglares en las costas, entre las más relevantes.
El piso de estos bosques se llena de musgo, de conos y ramillas; en los encinos cuelga el heno. De las hojas de pino, con un tratamiento doméstico se producen una serie de artesanías de “huinumo” que es uno de los nombres que se les da a las acículas u hojas de pino.
Se han importado en los últimos años un promedio de 600 mil arbolitos por año. Para el presente ciclo, de acuerdo con datos de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) se autorizó la importación de 550 mil unidades, que son verificados sanitariamente para evitar la introducción de plagas y enfermedades
Importaciones y producción nacional
La mayoría de estos insumos forestales de los nacimientos se encuentran en los mercados de todo el país, con precios accesibles y que sirven de ingresos eventuales a ejidos y comunidades rurales. Por otro lado, vemos la creciente demanda de arbolitos de Navidad, cuya demanda nacional promedio es de un millón de árboles. De estos, se han importado en los últimos años un promedio de 600 mil individuos por año. Para el presente ciclo, de acuerdo con datos de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) se autorizó la importación de 550 mil arboles que son verificados sanitariamente para evitar la importación de plagas y enfermedades.
La misma CONAFOR informa que la producción nacional disponible para el presente año es de 250 mil árboles, procedentes de plantaciones de árboles de Navidad apoyadas y autorizadas. Este organismo ha financiado parcialmente el establecimiento y mantenimiento de las plantaciones de árboles de Navidad desde el 2009 hasta la fecha, en poco más de tres mil hectáreas.
De acuerdo con la misma fuente, los principales estados productores de árboles de Navidad son: Estado de México 729 hectáreas; Puebla 369 ha; Tlaxcala 162 ha; Veracruz 148 ha; Michoacán 127 ha; Durango 111 ha; además de superficies más pequeñas en los estados de Guanajuato, Morelos, Jalisco, Zacatecas, Querétaro, Tamaulipas y Coahuila, así como la Ciudad de México.
Las principales especies que se utilizan para este fin son el Pinus ayacahuite (el famoso pino vikingo del parque de los venados acaríciales), Pseudotsuga menziesii (abeto), Abies religiosa (oyamel), Pinus gregii (pino prieto), Pinus cembroides (piñonero), Picea, Cupressus lindleyii (cedro blanco), Chaemancyparis (ciprés) y Thuja (tuja).
NAVIDAD 2024
SE INVITA a las familias de México a preferir un árbol natural cultivado y cosechado por personas productoras del país que ya tienen listos árboles para esta temporada. Consulta el directorio de puntos de venta de árboles de Navidad, en donde encontrarás la información de 286 personas plantadoras de 13 estados de la república: https://directorioarboles.cnf.gob.mx/
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Variedad de precios y especies
Los precios de venta al público son variables, dependiendo de la especie, la altura y las condiciones aparentes, si es importado o nacional, de la duración de sus hojas y los aromas que despiden. Así encontramos que las empresas comercializadoras por internet tienen precios desde $463, $1,509 hasta $3,299. En los centros comerciales también hay variedad de precios desde $800 a más de $3,500.
Existe la modalidad de que cada familia vaya a escoger y cortar su arbolito en las mismas plantaciones, lo que les permite hacer un día de campo familiar y conocer los procesos que se llevan a cabo, desde la plantación, el cultivo, manejo y aprovechamiento final, lo que permite a la gente entender la importancia ambiental, social y económica de los bosques. Los precios varían desde $200 hasta $2,500.
Estas plantaciones están programadas para ciclos de cinco a diez años, dependiendo de la fisiología y calidad de cada especie, la preparación del terreno, los trabajos de podas y conformación, los abonos aplicados y la cosecha final.
También está la modalidad de adquirir arbolitos en macetas, lo que permite tenerlos más tiempo, aunque finalmente tendrán que hacerlos bonsái o plantarlos en un lugar adecuado.
Pasadas las fiestas navideñas, Año Nuevo y Reyes la gente puede disponer sus arbolitos en los centros de acopio que normalmente se instalan en los municipios y alcaldías, por lo que se trituran y se utilizan como abono o composta.
La tradición del Nacimiento seguirá vigente, sin embargo, el árbol de Navidad también ya tiene su lugar en muchas partes. Como podemos observar, hay potencial de mercado de por lo menos medio millón de arbolitos que podrían sustituir las importaciones, lo que permitiría que se recuperaran áreas degradadas donde se establecen las plantaciones para estos árboles de Navidad, generan empleos y también ingresos a la población rural, además de mejorar el micro ecosistema.
Así que les deseamos pasen unas felices fiestas navideñas disfrutando sus bosques, origen de muchos de los componentes de sus nacimientos y resultado de la producción técnica y aprovechamiento de estos recursos forestales.
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Autor:
Juan José Agustín Reyes Rodríguez *Ingeniero Agrónomo, por la Escuela Nacional de |
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