4 de octubre de 2024 (EIRNS) — El optimismo era casi palpable en la audiencia de más de 500 estudiantes, profesores, diplomáticos y otros que se reunieron en el auditorio de la Biblioteca Central de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) en Lima, Perú, para discutir el papel del BRICS en un conversatorio titulado, “Los BRICS: Estrategias de Desarrollo y mecanismos de cooperación en el mundo multipolar”. El evento, uno de los casi 200 eventos oficiales del BRICS organizados internacionalmente bajo la presidencia rotativa de Rusia en el BRICS en el 2024, fue auspiciado por la embajada de Rusia en Perú, la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y el Instituto Schiller-Perú. En este evento intervinieron en persona los embajadores en Perú de los países BRICS (Rusia, Brasil, China, Egipto e India) y a distancia, el embajador de Sudáfrica en Chile, George Monyemangene. También intervino en persona la rectora de la Universidad de San Marcos (la más antigua de las Américas, fundada en 1551), Jeri Ruffner. Además se presentaron comentarios grabados del sub sherpa ruso del BRICS, Pavel Knyazev; de Viktoria Panova, presidente del Consejo de Expertos rusos del BRICS; de Helga Zepp-LaRouche, fundadora del Instituto Schiller; y muchos otros expertos internacionales de India, Egipto, Brasil, Italia y Perú.
El evento fue una proclamación de que el BRICS, que está creciendo en número de miembros, representa las aspiraciones de la Mayoría Global. Hay que poner fin al desorden, la inestabilidad, la pobreza y la guerra que imperan hoy en el mundo, y sustituirlos por nuevas instituciones que respondan a las necesidades de nuestros pueblos. Representamos a diferentes culturas y civilizaciones, pero eso no es una debilidad, sino nuestra fuerza. Somos optimistas sobre el potencial para cambiar el mundo.
Este fue el mensaje subyacente de casi todos los discursos pronunciados en este evento de Lima.
“El BRICS se ha convertido realmente en el núcleo del cambiante orden mundial”, declaró la Dra. Panova. “Estamos haciendo cosas que nadie esperaba que hiciéramos”. Se dirigió directamente a los cientos de estudiantes presentes en el auditorio de Lima, y a los que escuchaban por Internet en español y en inglés con interpretación simultánea: “Les hablo ahora desde nuestra Escuela Internacional BRICS que funciona desde el 2017. De hecho, espero que sus estudiantes, sus jóvenes, participen en las próximas clases. Esta escuela engloba ahora no sólo a los miembros del BRICS, sino a 36 países en total… Hay sin duda un grupo de países que es muy favorable a un sistema internacional justo, y que podrían trabajar juntos”, para hacer realidad ese objetivo.
El embajador de China en Perú, S.E. Song Yang, también sugirió que había espacio en el BRICS para Perú y muchos otros países; señaló con una sonrisa que el BRICS aún no tiene un miembro hispanohablante. Subrayó que, en un mundo cada vez más desordenado y conflictivo, el BRICS desempeña un papel estabilizador y positivo. Y dijo que los cambios necesarios incluyen una reforma de la arquitectura financiera internacional, y el establecimiento de un sistema de seguridad para todas las naciones, porque “la seguridad es indivisible, y ninguna nación tiene derecho a buscar seguridad a costa de otras”.
Dos de los ponentes peruanos, Luis Vásquez, en representación de la revista Executive Intelligence Review (EIR) de Lyndon LaRouche, y Walter Heredia, representante del Foro Municipal del BRICS, hicieron un llamado explícito a que Perú se una al BRICS. Vásquez se explayó sobre el tipo de grandes proyectos de infraestructura necesarios para sacar a las naciones de la pobreza, como la conexión del enorme proyecto portuario peruano de Chancay, a punto de concluirse con ayuda de China, con otras naciones sudamericanas a través de un corredor ferroviario bioceánico de alta velocidad, que conecte las costas atlántica y pacífica del continente. Vásquez también hizo hincapié en que es necesaria una reorganización financiera a nivel global para liberar el mundo de una burbuja especulativa de $2.100 billones de dólares, e identificó la propuesta del Banco de Desarrollo Internacional de Lyndon LaRouche de 1975 como un modelo a estudiar.
El Embajador de la India, S.E. Vishvas Vidu Sapkal, subrayó que el Nuevo Banco de Desarrollo del BRICS es el mejor ejemplo de los éxitos que el grupo ya ha logrado, y que aún quedan más por venir. El experto indio que intervino posteriormente en el conversatorio, Nilanjan Ghosh, director del Center for New Economic Diplomacy (Centro para una Nueva Diplomacia Económica), hizo especial hincapié en el modo en que las capacidades científicas y de la investigación y el desarrollo de India pueden ser de utilidad para todas las naciones del BRICS, en un momento en que la innovación y el avance tecnológico son fundamentales para el desarrollo.
Michele Geraci, ex subsecretario de Estado del Ministerio de Desarrollo Económico y artífice del acuerdo de adhesión de Italia en el 2019 a la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China (abandonada posteriormente por el actual gobierno de Meloni), centró la atención de los asistentes en el importante papel que está desempeñando China con su estrategia de desarrollo para ayudar a los países africanos a salir de la pobreza, mediante la construcción de infraestructura y la inversión en empresas manufactureras generadoras de empleo. Geraci hizo una aguda observación política dirigida también a las naciones europeas. “En lugar de tener inmigrantes pobres que vienen a nuestros países europeos y se convierten en marginados… el papel de China, y de la Franja y la Ruta en África, es crear esas oportunidades de desarrollo económico para que la gente deje de emigrar”.
Pero le correspondió a Helga Zepp-LaRouche, fundadora del Instituto Schiller, presentar el desafío estratégico más amplio al público de Perú y de más allá:
“La tensión en los asuntos mundiales nunca ha sido tan grande en la historia de la humanidad”, comenzó diciendo. “Por un lado, hay un genocidio que ocurre ante los ojos de la opinión pública mundial y la amenaza aterradora de la posible extinción de la humanidad en una guerra nuclear global; y por el otro lado, existe la perspectiva concreta de la creación de un nuevo sistema económico, donde las aspiraciones de las naciones del Sur Global al desarrollo, la prosperidad y una vida plena para todos sus ciudadanos se hagan realidad. Esta tensión caracteriza el fin de la época del colonialismo, que comenzó hace unos 500 años, y que ahora está a punto de terminar, de una manera u otra”.
Zepp-LaRouche señaló que “el esfuerzo del BRICS y de las naciones que aspiran a convertirse en miembros del BRICS ya ha evocado el ‘espíritu de Bandung’, es decir, un tremendo sentido de optimismo de que la independencia económica por fin se pueda lograr”. Luego citó el histórico discurso del Presidente Sukarno de Indonesia en la Conferencia de Bandung en 1955:
“¿Qué podemos hacer? ¡Podemos hacer mucho! Podemos inyectar la voz de la razón en los asuntos mundiales. Podemos movilizar toda la fuerza espiritual, moral y política de Asia y África del lado de la paz. ¡Sí, nosotros! Nosotros, los pueblos de Asia y África, una fuerza de 1.400 millones [de personas], mucho más que la mitad de la población del mundo, podemos movilizar lo que he llamado la Violencia Moral de las Naciones en favor de la paz. Podemos demostrar a la minoría del mundo que vive en los otros continentes que nosotros, la mayoría, estamos a favor de la paz, no de la guerra, y que toda nuestra fuerza siempre estará al servicio de la paz”.
Entre los ponentes destacados en el conversatorio en Perú estuvieron: Igor Romanchenko, embajador de Rusia en Perú; Clemente Baena Soares, embajador de Brasil en Perú; Ahmed Bakr, embajador de Egipto en Perú; George Monyemangene, embajador de Sudáfrica en Chile; Marta Fernández, presidente del Centro de Políticas del BRICS de Brasil; y Carlos Aquino, director del Centro de Estudios Asiáticos (CEAS) de la Universidad de San Marcos.