La institución destacó que no hizo un ajuste adicional debido a las revisiones, tanto al alza como a la baja, de las economías más importantes del mundo, incluyendo la de Estados Unidos.

“Se espera que la inflación general mundial disminuya a 4,2% en 2025 y a 3,5% en 2026, y que vuelva a la meta antes en las economías avanzadas que en las economías de mercados emergentes y en desarrollo”, puntualizó.

El organismo comandado por Kristalina Georgieva destacó en un comunicado que hay algunas amenazas para la economía global.

“Los riesgos al alza podrían impulsar el ya sólido crecimiento en Estados Unidos a corto plazo, mientras que los riesgos en otros países son a la baja en medio de una elevada incertidumbre política”, puntualizó.

Asimismo, el economista jefe del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas expuso que ello contrasta con la situación en la zona euro.

“La economía estadounidense va muy bien, con un mercado laboral sólido y una demanda privada que sigue siendo robusta. En contraste, el crecimiento en la zona euro se está recuperando, pero aun así hemos revisado nuestras previsiones a la baja”, acotó

“La gestión de estos riesgos requiere que las políticas se centren en equilibrar las disyuntivas entre la inflación y la actividad real, reconstruir los márgenes de maniobra y mejorar las perspectivas de crecimiento a mediano plazo mediante reformas estructurales intensificadas, así como normas y cooperación multilaterales más sólidas”, se lee en el documento del FMI.

Un punto fundamental del análisis es que este se elaboró sin tomar en cuenta los posibles embates tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, evento que ocurrirá el 20 de enero de 2025.