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El gas y los conflictos geopolíticos

Por Cnl My (R) Gabriel Camilli

La energía siempre ha sido una piedra angular de la política internacional.

Por ejemplo: el acuerdo Rosneft-Reliance demuestra cómo la economía de los recursos naturales puede utilizarse como palanca geopolítica.

Para Rusia, se trata de responder a las sanciones occidentales encontrando mercados alternativos, explotando las necesidades energéticas de países como la India, que depende en gran medida de las importaciones de petróleo. India, por su parte, está aprovechando la situación para obtener recursos clave a precios reducidos, reforzando su seguridad energética en un contexto de volatilidad global.

El acuerdo de diez años entre Rosneft, un gigante petrolero ruso, y Reliance Industries, la refinería privada más grande de la India, no es sólo un contrato comercial: es una pieza estratégica en un panorama geopolítico cambiante.
Mientras Occidente busca aislar a Rusia con sanciones económicas sin precedentes, Moscú está reorientando sus flujos de energía hacia mercados más acogedores, como India.

Este intercambio de 500.000 barriles diarios de petróleo a precios subsidiados consolida una alianza que tiene implicaciones tanto económicas como estratégicas, capaz de redefinir el equilibrio de poder global.
Rusia utiliza la energía como herramienta para construir y fortalecer alianzas geopolíticas.

Las relaciones con la India, que también se desarrollan en el marco de los BRICS y otras plataformas multilaterales, representan un ejemplo de cómo Moscú intenta eludir el bloque occidental, construyendo un nuevo sistema de interdependencias económicas y políticas.

ACUERDO CON PAISES EUROPEOS
Una reunión entre Vladimir Putin y el primer ministro eslovaco, Robert Fico, que tuvo lugar el 22 de diciembre de 2024 en el Kremlin, se inscribe en un marco geopolítico cada vez más complejo.

La cuestión energética, la cuestión del gas ruso y las relaciones entre Rusia, Eslovaquia y Ucrania aparentemente, representan el corazón del diálogo, pero la importancia política de esta reunión va mucho más allá del suministro de gas.
Un equilibrio frágil: el gas y los conflictos geopolíticos
La voluntad de Moscú de continuar el tránsito de gas hacia Europa y Eslovaquia parece una medida destinada a consolidar la imagen de Rusia como socio energético fiable, a pesar de las tensiones vinculadas a la guerra en Ucrania. Sin embargo, la expiración del contrato de tránsito con Ucrania el 31 de diciembre de 2024 –y la negativa de Volodymyr Zelensky a renovarlo– presenta a Eslovaquia un escenario incierto.

La dependencia energética del gas ruso no es sólo una cuestión económica: es un peón estratégico que Moscú utiliza para mantener un punto de apoyo en las relaciones con Europa.
Fico, por su parte, intentó defender los intereses eslovacos, subrayando que una interrupción del tránsito provocaría un aumento de los costes para Bratislava de 220 millones de euros. Pero el primer ministro eslovaco fue más allá y declaró que la guerra no puede resolverse militarmente y criticó abiertamente las sanciones contra Rusia. Esta posición, que marca un cambio de ritmo con respecto al apoyo militar proporcionado por Bratislava a Kiev hasta 2023, refleja una actitud pragmática y quizás desencantada hacia la guerra ruso-ucraniana.

DINERO, CORRUPCION Y TRAFICO DE INFLUENCIAS
Según vimos esta semana en diversos medios en declaraciones del presidente de Eslovaquia Fico: “Zelensky me ofreció 500 millones para votar por la entrada de Ucrania en la OTAN”. Sigue: “El señor Zelensky volvió al tema del gas y me preguntó si votaría a favor de la membresía de Ucrania en la OTAN si me diera 500 millones de euros de los ingresos de los activos rusos congelados. Yo, por supuesto, respondí: nunca. Invitar a Ucrania a la OTAN es completamente irreal”, afirmó el Primer Ministro eslovaco.
Después de casi 3 años de guerra europea, se generan muchas dudas, como las que hemos planteado en estas crónicas anticipatorias.
Cuantas preguntas: Al primer ministro eslovaco le ofrecieron una suma enorme e inverosímil. ¿500 millones de euros de los que Zelensky puede disponer como propios, libremente y a su discreción?
Esto genera dudas en el ciudadano común de Europa. La UE ha dado a Ucrania hasta la fecha 300 mil millones de euros. De los impuestos de los contribuyentes. ¿Deudas que tendremos que pagar? ¿A cuántos otros se les ha ofrecido el pago? ¿Cuántos lo aceptaron y se lo embolsaron?

ESLOVAQUIA Y RUSIA: ¿UNA NORMALIZACION POSIBLE?
La intención de Fico de “normalizar” las relaciones con Moscú representa un mensaje fuerte y, al mismo tiempo, controvertido. Eslovaquia, miembro de la Unión Europea y de la OTAN, se encuentra en una posición delicada. Por un lado, debe cumplir con las expectativas de sus aliados occidentales; por el otro, es consciente de su propia vulnerabilidad energética y de las implicaciones económicas de una ruptura con Rusia.
El diálogo entre Fico y Putin puede leerse como un intento de reequilibrar las relaciones bilaterales, intentando aprovechar la situación sin comprometer por completo el alineamiento con Bruselas y Washington. Esta doble vía, sin embargo, corre el riesgo de alejar a Bratislava de sus socios europeos, ya escépticos ante una posible apertura hacia Moscú.

UNION EUROPEA: ¿IMPACTO LIMITADO O NUEVOS EQUILIBRIOS?
Los análisis publicados por Politico, que restan importancia al impacto del fin del tránsito de gas en la UE en su conjunto, pueden no reflejar plenamente los desafíos políticos y sociales que traerá esta interrupción. Para algunos países de Europa central y oriental, incluida Eslovaquia, el gas ruso todavía representa un recurso estratégico difícil de reemplazar en el corto plazo.
Las alternativas –como la creación de un centro de gas entre Ucrania y Polonia o el fortalecimiento del suministro de otros socios– requieren una inversión y un tiempo de implementación significativos. Mientras tanto, la cuestión del gas corre el riesgo de exacerbar las divisiones dentro de la UE, entre quienes presionan por una mayor autonomía energética y quienes, como Fico, buscan un compromiso con Moscú.

UN MOSAICO GEOPOLITICO CADA MAS MAS COMPLEJO

La cumbre del Kremlin pone de relieve, una vez más, cómo la energía es un instrumento de presión geopolítica que Moscú utiliza con habilidad. Pero el encuentro entre Putin y Fico no se limita a la dimensión económica: es también una señal de resistencia al bloque occidental y una advertencia a Kiev. Zelensky, al reiterar su no a la renovación del contrato de tránsito, se expuso a críticas que ya no provienen sólo de Moscú, sino también de socios europeos cada vez más preocupados por las consecuencias económicas del conflicto.
Mientras Hungría y Turquía obtienen exenciones para seguir trabajando con Gazprombank, y mientras emergen nuevas dinámicas en el mercado del gas –con Rusia mirando cada vez más hacia el Este– Europa enfrenta un desafío crucial: gestionar una crisis energética que no sólo es técnica, sino profundamente política.
El encuentro entre Putin y Fico es, por tanto, el símbolo de una fase de transición, en la que están en juego el equilibrio de poder, las alianzas y las estrategias energéticas de Europa y Rusia. Sin embargo, como siempre, el tiempo será el juez más imparcial de las decisiones que se tomen hoy.

EL FUTURO DE LA GEOPOLITICA ENERGETICA
Tanto, el acuerdo con Eslovaquia y el realizado con Rosneft y Reliance son un claro ejemplo de cómo la energía puede usarse no sólo para impulsar las economías, sino también para remodelar el equilibrio del poder global. Para Rusia, es un medio para resistir la presión occidental y mantener un papel central en el mercado energético mundial. Para la India, es una oportunidad para fortalecer su seguridad energética y su condición de potencia autónoma.
En un mundo cada vez más fragmentado, donde la energía se convierte en una herramienta de influencia política y diplomática, esta alianza representa una nueva forma de pragmatismo geopolítico. Las implicaciones de este acuerdo no se limitarán al petróleo: reflejan una reorganización de las relaciones internacionales, donde las viejas alianzas dan paso a un sistema más complejo y multipolar.

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