El primer ministro de Rusia, Mijaíl Mishustin, declaró que el crecimiento del producto interno bruto (PIB) de Rusia para los primeros tres trimestres de 2024 superó el 4%. En este contexto, los países de la Unión Europea podrían sufrir interrupciones en el suministro de gas durante invierno, en momentos en que sus economías siguen en caída.
La fortaleza rusa frente a la debilidad europea
Durante la sesión estratégica Plan unificado para alcanzar los objetivos nacionales de desarrollo hasta 2030, Mishustin realizó una de esas declaraciones que le duelen a Europa, dadas las intenciones del bloque comunitario de hacer caer la economía del gigante asiático.
“Pese a la presión sin precedentes de este año, en términos de dinámica, el crecimiento del PIB de Rusia es significativo, en algunos casos muchas veces, superando a los que impusieron sanciones contra nosotros. Según los resultados de tres trimestres, nuestro crecimiento superó el 4%“, informó el premier.
“Rusia es el país más grande del mundo y tiene muchos recursos, tiene mucha fortaleza, y queda claramente demostrado, con un 4% del PIB de crecimiento, que muchos países que no están en guerra ya quisieran tener ese crecimiento: para empezar, EEUU, pero también Europa”, subraya el exdiplomático y profesor de la UNAM Héctor Lerín.
“Las sanciones que le han impuesto a Rusia no han servido para nada… bueno, sí han servido para algo: para que Europa caiga en un decrecimiento y en una crisis económica y política”, ironiza el analista.
En este contexto, el periódico Financial Times ha informado que los países de la Unión Europea podrían sufrir interrupciones en el suministro de gas durante invierno. Entre las razones, se destaca el cese del tránsito de combustible por Ucrania, el aumento de los precios del gas natural licuado (GNL), y la escalada bélica en Oriente Medio.
Asimismo, el desempleo en el Reino Unido trepó hasta el 4,3% entre julio y septiembre, frente al 4% registrado entre junio y agosto, según los datos de la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS, por sus siglas en inglés).
Y mientras en Alemania las mayores fabricantes de automóviles como Volkswagen, Mercedes-Benz y BMW, por tercer año consecutivo no son capaces de hacer frente a la recesión provocada por las sanciones impuestas por la UE a Rusia, la empresa rusa Kamaz anunció que planea instalar una planta de ensamblaje de autobuses y vehículos de carga en Venezuela, en cooperación con la compañía venezolana J.C. Internacional 2004 C.A.
“Por lo que se ve, la crisis le está llegando en serio a Alemania. […] Que Volkswagen esté en crisis da idea de la situación crítica que se está viviendo en Alemania, y, por otra parte, el golpe a la clase trabajadora. Seguramente esta gente no va a quedar muy complacida por esta situación. Y contrasta, desde luego, con este tema de la empresa rusa Kamaz, que da una idea de que se ‘están poniendo las pilas’. […] Se entiende, desde luego, que es un acuerdo bilateral que beneficia a los dos países. Se ve que mientras unos van retrocediendo, empezando a cerrar [empresas automovilísticas alemanas], en Rusia el asunto está funcionando y que tienen interés en expandirse, como lo están haciendo”, concluye Lerín.
Sputnik 17.11.2024