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Tel Aviv afirma que el movimiento palestino Hamás está violando los términos del alto el fuego. La agrupación, a su vez, acusa a Israel de impedir el regreso de los palestinos del sur al norte de la Franja de Gaza, violando el acuerdo. Estas diferencias podrían poner presión sobre la tregua, que solo lleva una semana.
“Durante la ejecución de la fase de ayer [el 25 de enero], Hamás cometió dos violaciones del acuerdo: Arbel Yehud aún no ha sido liberada y la lista del estatus actual de los rehenes para la primera etapa aún no ha sido proporcionada. Por lo tanto, fue decidido no permitir el movimiento de gazatíes hacia el norte de la Franja”, explicó en un comunicado Dmitri Guendelman, asesor de la oficina del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
Se están realizando importantes esfuerzos con la ayuda de Estados Unidos y otros mediadores para resolver la liberación de esta mujer, agregaron desde el ente.
“Se esperaba que Hamás creara dificultades y siguiera utilizando la manipulación psicológica en el proceso de aplicación del acuerdo”, subrayó la oficina.
Mientras tanto, la agrupación palestina destacó que “los ocupantes impiden el regreso de las personas desplazadas del sur al norte, lo que constituye una violación del acuerdo de alto el fuego”.
“Utilizan el caso de la rehén Arbel Yehud como pretexto, aunque el movimiento informó a los mediadores que ella estaba viva y dio todas las garantías necesarias para su liberación (…) Consideramos a las fuerzas de ocupación responsables de los obstáculos a la implementación del acuerdo y estamos trabajando con los mediadores con plena responsabilidad para alcanzar una solución que conduzca al regreso de las personas desplazadas”, indicó Hamás en un comunicado.
En el último intercambio del 25 de enero, Hamás vulneró lo escrito en el pacto, liberando a soldados mujeres en lugar de a civiles mujeres, como estaba estipulado. Por su parte, Israel liberó de las cárceles a 200 presos palestinos, entre ellos sentenciados a cadena perpetua por terrorismo.
Desde la reanudación del conflicto palestino-israelí en octubre de 2023, los combates entre las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y Hamás han desencadenado una crisis migratoria en el enclave palestino y en toda la región de Oriente Medio.
Actualmente, durante la tregua, decenas de miles de palestinos intentan regresar a sus hogares en el norte de Gaza, congregándose a lo largo de las dos carreteras principales que conectan el norte y el sur del enclave. Sin embargo, las disputas entre las autoridades israelíes y el movimiento palestino les impiden hacerlo.
El pasado 15 de enero, Hamás e Israel firmaron un acuerdo de cese al fuego en Gaza e intercambio de rehenes por presos. El acuerdo tiene tres fases. En la primera, 33 rehenes israelíes serán liberados a cambio de más de 700 prisioneros palestinos. Israel debe retirar sus tropas gradualmente de la Franja de Gaza hasta hacerlo totalmente en la segunda fase y permitir el paso de los miles de palestinos que fueron desplazados al sur, para que puedan regresar al norte. La ayuda humanitaria a la población gazatí aumentaría significativamente con, al menos, 600 camiones diarios.
Ya se han producido dos intercambios de rehenes por presos, el 19 y el 25 de enero. Se prevé que esta dinámica continúe durante cinco semanas más. El día 16 del presente acuerdo, las partes deben empezar a discutir los detalles de la segunda fase, en la que serían liberados el resto de rehenes, todos hombres. En la tercera fase se intercambiarán los cadáveres.
Sputnik 26.01.2025