* La detención del principal operador financiero de Gerardo Sosa Castelán, prófugo desde el 2020, ha encendido los focos de alerta máxima en el Grupo Universidad, pues de acuerdo al testigo protegido Oscar Pacheco Medina, es el principal responsable de armar toda una serie de empresas fachada, a través de los cuales la mafia que controla la UAEH desde hace 45 años, desvió millonarios recursos. Sus declaraciones ante la FGR, serán claves para fincar responsabilidades penales también al ex candidato a Tulancingo y al Senado, Damián Sosa
#SILOGISMOS.
Por Antonio Ortigoza Vázquez / @ortigoza2010
Especial de Expediente Ultra
La reciente captura de Francisco Natalio Zamudio Isbaile, principal operador financiero de Gerardo Sosa Castelán, líder de la “Sosa Nostra”, y prófugo desde el 2020, ha encendido los focos de alerta máxima en el Grupo Universidad.
Previo a la fatal noticia para los mafiosos universitarios, el flamante Comisionado Nacional Electoral en Hidalgo del PT, Damián Sosa Castelán, dejó entrever que el cambio de medida cautelar a su hermano Gerardo, dictada por Segundo Tribunal Colegiado de Apelación del Segundo Circuito, que dejó además sin efecto el sobreseimiento de su proceso, se debió a “una cuestión política”.
Ahora que Zamudio comience a ser interrogado se demostrará que más que “política”, la investigación sobre el quebranto financiero a la Máxima Casa de Estudios del Estado, retornará a su cauce judicial.
Unos días antes de la captura del hombre clave para el proceso contra el presidente del Patronato Universitario, su hermano y ex candidato a alcalde de Tulancingo y a Senador por el Partido del Trabajo, declaró a un reportero hidalguense, en tono envalentonado y arrogante, que su confrontación con el gobernador Julio Menchaca Salazar es real y directa, pues muy orondo respondió al cuestionamiento con relación a si existieron “presiones” por parte del Gobernador Menchaca Salazar:
“Sigue, digo, hay que dar cuenta, pues está Armando (Mera Olguín) (alcalde) de Progreso está detenido, Edgar (Hernández Dañu, ex diputado local del PT) está detenido, está Miguel de Tlaxcoapan, está detenido, y bueno, desgraciadamente aquí en el estado de Hidalgo solamente puedes hacer actividad política amparado, pues en mi caso estoy amparado, y el que esté yo amparado no quiere decir que soy un delincuente, el que esté yo amparado quiere decir que estoy ejerciendo mi derecho ciudadano, y que bueno, pues tengo que estar amparado. Hoy en día en Hidalgo, pues no hay una libertad política para poder hacer política”.
Pero casi al momento reculó al decir: “nosotros no tenemos problemas con el gobernador, el Partido del Trabajo no tiene problemas con el gobernador, el Partido del Trabajo lo único que ha pedido, lo único que ha hecho es que realmente tenga autonomía, autonomía y que las candidaturas se decidan con el pueblo, que no se vendan las candidaturas”.
El asunto es que todos los miembros de la clase política hidalguense, saben que era únicamente cuestión de tiempo para que el peso de la ley cayera sobre la mafia que se apoderó del control total y presupuestal de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), desde hace más de 45 años.
Cómo se recordará, tras la detención de Gerardo Sosa, el capo mayor de la llamada “Sosa Nostra”, en agosto del 2020, también se libró una orden de aprehensión por parte de la Fiscalía General de la República, en contra de su presunto operador financiero, Natalio Zamudio, quien desde entonces se dio a la fuga.
Dos meses después, en octubre del 2020, Oscar Pacheco Medina, otro de los operadores de las operaciones ilícitas de los Sosa Castelán, fue detenido, pero se acogió a la figura de testigo protegido, comenzando a cavar la tumba del Grupo Universidad. La información que, trascendió, comenzó a aportar pruebas, las cuales dinamitaron las aspiraciones políticas de Damián Sosa por ser alcalde Tulancingo.
Según el testigo, recibió órdenes de Gerardo Sosa, a mediados de la pasada década, para constituir una seria de empresas inmobiliarias fachada como OSPAME, Amaque –donde aparece como principal accionista Damián Sosa-, y otra serie de negocios entre los que destaca la gasolinería Servi-Garza.
De acuerdo a la información aportada por Pacheco, Gerardo Sosa le instruyó para que, por ejemplo, en el paquete accionario de OSPAME, incluyera como socias mayoritarias a sus hijas Jessica y Ana Cristina Pacheco Lozada.
El testigo protegido, Óscar Pacheco, detalló a la FGR que Francisco Natalio Zamudio tenía diversos despachos contables o, mejor dicho, empresas fachada, a través de las cuales se realizaron depósitos provenientes de la UAEH, sin aparente justificación. Todas las operaciones financieras eran supervisadas por el contador Zamudio, según sus revelaciones.
En la causa penal 263/2020, la FGR determinó que el operador financiero tenía funciones de dirección en lo que se clasificó como “una organización criminal” dedicada a sustraer recursos del erario universitario. El principal objetivo era operar un esquema para triangular recursos y darles una aparente legalidad.
Uno de estos despachos contables montados como empresa fachada por Zamudio Isbaile, era Contabilidad del Siglo XXI.
De acuerdo a las indagatorias de la FGR, la empresa no contaba con informes del Servicio de Administración Tributaria (SAT) y de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), además, no emitía facturas o CFDIs. Tampoco tenía empleados. Es decir, era una de las tantas empresas fantasmas de la “Sosa Nostra” para desviar recursos. En una palabra: no existían en los hechos, configurando el delito de delincuencia organizada y clara evasión fiscal.
Contabilidad del Siglo XXI – de acuerdo a la FGR–, tenía entre otras funciones el captar recursos proveniente de la UAEH, para después dispersarlos a cuentas personales del hoy proceso Gerardo Sosa, sus hijas Adriana y Ana Carmen Sosa Cravioto, así como Anastasia Elizabeth Baños Baños, subalterna de Zamudio Isbaile.
El tema que hoy cobra mayor vigencia es que contra todas ellas existen órdenes de aprehensión, también emitidas en agosto de 2020.
En lo que parece ser el último episodio a escribirse en contra de los abusos y delitos de la “Sosa Nostra” y los hermanos Sosa Castelán, no puede pasar desapercibido un tema polémico en torno a la impunidad de que, extrañamente, gozó el ahora detenido operador financiero.
En mayo del 2021, este medio publicó un amplio reportaje dando contundentes pistas sobre la ubicación de Francisco Natalio, en un paradisiaco conjunto residencial de la Riviera Maya, alguno de cuyos párrafos transcribimos de manera textual:
Expediente Ultra tiene pruebas de que el hombre que es buscado por la Fiscalía General de la República (FGR), lleva su vida sin el menor contratiempo como lo demuestra una factura de un servicio hecho a la camioneta Honda modelo 2014, de su propiedad, con placas de circulación HNH188A, domiciliada en Valle de San Javier 302, Pachuca, Hidalgo. La concesionaria está asentada precisamente en Tulum, teniendo su matriz en Mérida, Yucatán.
Como consta en documentos en poder de este medio, el pasado 17 de marzo el vehículo fue ingresado para un servicio general de mantenimiento, por el que el ex responsable de las finanzas de Sosa Castelán pagó la suma total de 14 mil 137 pesos. El hombre que es buscado por la justicia federal, solicitó su comprobante fiscal a la empresa DC MONTEJO S.A de C.V.
Otra prueba de que Zamudio Isbaile ni suda ni se acongoja con lo que pasa en la política hidalguense, y las de Caín que enfrenta su ex jefe, es un recibo de pago por concepto de mantenimiento del departamento 03B del lujoso conjunto, Blue Luxiry, ubicado en la exclusiva zona de La Veleta. El documento expedido el 18 de marzo del 2021, ampara el mantenimiento del mes de enero de este año por el cual se pagaron tres mil 232 pesos, el 9 de febrero y fue entregado a favor de Magdalena y Francisco Zamudio.
Datos que también deben ser valorados por la Fiscalía General de la República es que otros miembros del Grupo Universidad como Rafael Garnica, Lidia García, Adelfa Zúñiga, entre otros, tienen lujosos departamento en Blue Luxury y el conjunto Galápagos, de Tulum.
Valdrá la pena volver a preguntar a Damián Sosa si tras la captura de su operador financiero, ocurrida el pasado 30 de abril en Pachuca, sigue pensando que el amparo que carga bajo el brazo es por sus imaginarias presiones políticas, o porque realmente sabe lo que debe y está consciente que el brazo de la justicia está próximo a pescarlo.
Lo que Francisco Zamudio comience a declarar puede ser el tiro de gracia para la antes impune “Sosa Nostra”, que ahora sí comienza a desmoronarse.
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Autor:
Antonio Ortigoza Vázquez. Periodista de Investigación. Sígueme en X: @ortigoza2010 |
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