El futuro del sistema energético mundial es eléctrico. Así lo afirma la Agencia Internacional de la Energía [AIE] en su informe ‘Perspectivas energéticas mundiales 2024 [World Energy Outlook 2024 – WEO]’. Advierte que el planeta se encamina de la “era del petróleo” a la “era de la electricidad”. La OPEP le respondió.
¿Dato mata relato de la AIE?
El director de la AIE, Faith Birol, ha manifestado en un comunicado que “en la historia de la energía, hemos sido testigos de la era del carbón y la era del petróleo, y ahora nos estamos moviendo a gran velocidad hacia la era de la electricidad, que definirá el sistema energético mundial en el futuro y se basará cada vez más en fuentes limpias”.
Como reacción a este informe, la OPEP publicó en su página web oficial un artículo titulado La “era de la electricidad” seguirá al inminente pico de los combustibles fósiles: ¿análisis o ciencia ficción?
En su publicación, la OPEP responde que “la idea de que el sistema energético puede ser ‘definido’ por una sola fuente de energía no se corresponde con el propio análisis de la AIE, ni tampoco con la realidad energética actual, en la que el carbón, el petróleo y el gas juntos representan alrededor del 80% de la combinación energética mundial”.
La OPEP sostiene que reducir la historia de la energía a una serie de sucesiones de acontecimientos, en las que las fuentes de energía están constantemente enzarzadas en una batalla de competencia y sustitución, pasa por alto la realidad de que las fuentes de energía existen en una relación de dependencia mutua.
Distorsiona el pasado y el presente, poniendo en tela de juicio algunos de los supuestos fundamentales que sustentan la visión de la AIE sobre nuestro futuro energético.
De acuerdo a esta organización, que agrupa a los principales países productores de petróleo, la “era de la electricidad” hacia la que la AIE cree que “avanzamos a gran velocidad” enfrenta una serie de desafíos diversos. Por ejemplo, la expansión masiva de la electricidad requiere un aumento exponencial de la demanda de minerales críticos. Sin embargo, como se afirma en el informe WEO 2024, “el crecimiento de la disponibilidad de minerales críticos a partir de la cartera de proyectos anunciados –muchos de los cuales tienen plazos de entrega significativos– será más lento que el crecimiento esperado de la capacidad de fabricación para una serie de minerales críticos”.
Este crecimiento de la demanda eléctrica también requerirá una expansión sin precedentes de la capacidad de la red. Como ha escrito la AIE en su informe
‘Electricidad 2024’, para alcanzar los objetivos nacionales en materia de energía y clima, es necesario añadir 80 millones de kilómetros de líneas eléctricas aéreas y subterráneas de aquí a 2040. Se trata de una capacidad prácticamente igual a la que se ha construido en los últimos cien años y que sería necesario construir en 15 años.
“Como siempre, la Agencia Internacional de la Energía está equivocada. Con unos análisis y planteamientos realmente separados de la realidad. El compromiso de los hidrocarburos ha sido tal, que la maquinaria mundial depende de esto al 100%. Yo preferiría decir, como lo ha señalado el secretario general de la OPEP
[Haitham Ghais], que se llama ‘la unión de todas las energías’, incluyendo el petróleo y el gas, una de las más fuertes y de muchísimo más peso hacia el año 2040, por la explosión demográfica hacia los 10 mil millones de habitantes, según proyecciones. El aumento del número del parque automotor, aparte del tema de los conflictos, nos hacen un planeta más comprometido, en el cual no se necesita de juegos, ni de vacilaciones, a la hora del tema energético”, enfatiza el Dr. Miguel Jaimes, director del Diplomado de Geopolítica del Petróleo.
Sputnik 24.10.2024