Para Hizbulá, Israel debe “pagar” por su actuación bélica, y “el precio será el centro de Tel Aviv”.

Asimismo, el vicesecretario general del movimiento, Naim Qasem, declaró que Hizbulá está de acuerdo con continuar las conversaciones indirectas para un alto al fuego con Israel siempre que se preserve la soberanía del Líbano.

Las negociaciones tendrán lugar bajo dos condiciones: “el cese total de la agresión” y “la preservación de la soberanía del Líbano”, prosiguió, lo que significa que Israel “no puede violar las fronteras y hacer lo que considere oportuno en cualquier momento”.

“Tendremos dos vías paralelas: la primera son los combates, que tendrán un carácter de escalada según los datos del campo de batalla, y continuarán, (…) la segunda vía es la de las negociaciones. Esto significa que no se suspenderán las hostilidades para negociar”, precisó.

Israel continúa operaciones bélicas en múltiples frentes, ante todo, contra el movimiento palestino Hamás en la Franja de Gaza, con más de 43.600 víctimas mortales y más de 104.000 heridos en poco más de un año, y contra la milicia Hizbulá en el Líbano, con más de 3.500 muertos y más de 15.000 heridos hasta la fecha.

Paralelamente, las Fuerzas de Defensa de Israel realizan ataques esporádicos en territorio de Siria e Irán, así como intercambian disparos de misiles con los rebeldes hutíes que controlan el noroeste de Yemen.

Hizbulá, junto con Hamás, las fuerzas hutíes del movimiento Ansarolá y las milicias proiraníes de Irak y Siria, forma parte del llamado Eje de resistencia contra el Estado hebreo en Oriente Medio.