HORA DE DESMONTAR LAS (CONTRA) REFORMAS NEOLIBERALES.


POR PABLO MOCTEZUMA BARRAGÁN*


 

Es momento de dar un paso histórico, que de pie a la transformación de la vida económica, política y social de México. Cada transformación ha dado golpes definitivos al viejo sistema, en la Independencia al sistema colonial, en la Reforma a las viejas estructuras de propiedad en manos mayoritarias de la Iglesia, tras la Revolución y el Cardenismo al viejo régimen de haciendas, de la oligarquía porfirista y de dependencia hacia Estados Unidos. Además tras cada transformación el cambio de correlación de fuerzas se ha reflejado en una Nueva Constitución.

El gobierno federal tiene la oportunidad y el deber de encontrar una salida para deshacerse de la brutal herencia neoliberal, de no hacerlo así se encajona y se hunde aprisionado por la estructura neoliberal que domina el poder en México, de esa forma se frustra la necesaria transformación.

 


Hay en el México actual un problema estructural que no se puede resolver sin soluciones estructurales, se requiere desmontar de raíz las Contrarreformas del viejo régimen. Hay que ir al fondo del problema, no quedarse por las ramas.

El pueblo mexicano ha sido sistemáticamente despojado de sus derechos más elementales a partir de las Reformas Neoliberales en las que el PRIAN prohijó este sistema de privilegio para las grandes corporaciones a costa de la sobrexplotación de las y los trabajadores y en sometimiento al imperio norteamericano y sus organismos financieros al servicio de Washington.

Tras la victoria popular de 2018 se ha abierto la posibilidad, la necesidad y el deber de revertir el neoliberalismo y transformar al régimen para que este al servicio de los intereses populares y nacionales.

Sin embargo, comienza el período de transición desde 2018 sin que hasta la actualidad se hayan modificado las estructuras y líneas generales del viejo régimen, empeñándose en mantener a la macroeconomía sujeta a las leyes del sacrosanto mercado, sin bien se ha paliado la situación de la gente con los programas sociales, esto no soluciona el gran problema, el alcanzar plena garantía de los derechos constitucionales que le pertenecen al pueblo, el debido desarrollo nacional pujante y el cuidado de la madre naturaleza..

Se pretende que es suficiente experimentar un cambio pero siempre cuidando que no toque los viejos intereses, lo que significa que en líneas generales, los intereses populares se continúan sacrificando en pos de la “estabilidad”.

Crisis del Sistema de Pensiones: Demandas de la CNTE y Respuesta Gubernamental

El justo movimiento de la CNTE muestra la necesidad de desmantelar las viejas leyes neoliberales, por ejemplo en el tema de pensiones. En lo tocante a la ley Zedillo de 1997 y la de Calderón en 2007 tanto en las campañas de López Obrador como en la de Claudia Sheinbaum se prometió echar para atrás la reforma a las pensiones que a decir de Sheinbaum “condenaron a pensiones de miseria, pero eso quedó atrás con el neoliberalismo dijo. La promesa de la presidenta y la demanda de la CNTE de echar para atrás el régimen de pensión que aprobó Zedillo y Calderón es justa.

Pero ante la demanda de los maestros dice la presidenta Claudia Sheinbaum que por problema de sus finanzas publicas no la puede atender el Estado mexicano, así arguye una y otra vez que no hay presupuesto.

Una transformación de la vida económica, política y social tiene que conducir a una situación en la que el presupuesto atienda las demandas urgentes. Si el actual no lo logra, habrá que transformarlo.

Hay recursos, pero se dedica casi un billón, cuatrocientos mil millones de pesos al servicio de la deuda, que por cierto se disparó de 2018 a 2025, de 10.5 billones a 19 billones de pesos. En todas las transformaciones y gobiernos progresistas se ha suspendido el pago de la deuda y se han negado a pagar prestamos abusivos y odiosos. Pasó tras la independencia, en los gobiernos de Guadalupe Victoria, Vicente Guerrero, Valentín Gómez Farías, Benito Juárez. También durante la Revolución en 1914 se suspendieron pagos y en su momento lo hicieron Obregón, Calles y durante al crisis mundial hasta el fin del gobierno de Cárdenas. Si el gobierno de Sheinbaum suspende pagos para auditar la deuda llena de trampas y corrupción y se renegocia en términos ventajosos para el país.

Sí habrá presupuesto.

Hay dinero si se cobran impuestos equitativos a quienes más ganan, la fortuna de Carlos Slim pasó de 60 mil millones de dólares en 2018 a 102 mil millones en 2024. German Larrea del Grupo México aumentó de 17,300 en 2018 a 32,780 en 2024 según Forbes. Gravar la riqueza y las grandes fortunas: Moctezuma destaca que el 10% más rico de la población mexicana posee aproximadamente el 80% de la riqueza del país. Así se debe implementar impuestos sobre la propiedad, la riqueza y el ingreso para que quienes más tienen contribuyan proporcionalmente más al fisco.

Inequidad Fiscal: Corporaciones vs Trabajadores

Por otra parte es necesario que las grandes corporaciones paguen al fisco lo justo. Raquel Buenrostro, siendo titular de la Secretaría de Economía, ha señalado que las empresas mineras en México contribuyen con solo el 0.002% de sus ingresos en impuestos al gobierno federal. En contraste, los grandes contribuyentes aportan alrededor del 2.4% de sus ingresos, mientras que los trabajadores asalariados pagan entre el 30% y el 35% de sus ingresos por concepto de Impuesto Sobre la Renta (ISR). Con esas tres medidas el presupuesto aumentaría sustancialmente.

Pero además hay que considerar que con una economía fuerte sí habría presupuesto. Las medidas neoliberales han relentizado una economía que creció al 6 por ciento promedio anual antes del neoliberalismo como producto de las reformas cardenistas y factores externos el PIB creció un 16 porciento en 1944, luego en 1964 aumentó casi el 12 por ciento. Pero con el neoliberalismo, desde 1982 a 2018 un raquítico 2.2 por ciento y en el último sexenio solo un 0.9 porciento. No puede haber recaudación fiscal si no se impulsa el desarrollo económico del país, para lo cual es necesario que el Estado ponga todos los recursos para dar prioridad al crecimiento interno, regional y local. El hecho de decir que no hay presupuesto, indica que algo esta fallando en el actual modelo económico. El aumento del consumo interno y del mercado interno

Con las tres medidas expuestas y con un dinámico desarrollo nacional, el presupuesto podría aumentar lo suficiente para fortalecer las finanzas y apoyar el desarrollo industrial, agrícola y de servicios, el sector público, las cooperativas, que a su vez fortalecerían las finanzas públicas recuperando el ritmo de crecimiento del 6 por ciento anual que tuvimos en la época anterior al neoliberalismo.

Hay que desmontar la estructura neoliberal derogando todas las reformas anticonstitucionales. El artículo 135 de la Constitución establece que la Carta Magna puede ser reformada por el Congreso de la Unión, pero estas reformas deben ser para garantizar y ampliar derechos, no para limitarlos o despojarlos al pueblo de sus conquistas. Por otro lado, el artículo 136 declara que la Constitución es inviolable y no pierde fuerza, incluso si se interrumpe su observancia por alguna rebelión. Desde su perspectiva, esto implica que las reformas que han cercenado derechos fundamentales no son válidas y deben ser revertidas por anticonstitucionales y antipopulares.

No se comprende cómo se sigan aplicando las leyes neoliberales, de agua, la de minas en lo fundamental, aprobadas en la época de Salinas, así como la de pensiones de Zedillo y Calderón, Ni que hayan sido privatizados sectores estratégicos de la economía, el gobierno no tiene presupuesto porque el dinero se lo llevan las corporaciones, a pesar de las ganancias récord de los bancos que en 2024, la alcanzó utilidades históricas por 288,340 millones de pesos, mientras que los contribuyentes pagamos por el “rescate bancario” a través del IPAB Bonos de Protección al Ahorro por un monto de 63,700 millones de pesos. ¡Pero …¡¿No hay presupuesto?!

El neoliberalismo significó un proceso de privatización de empresas y recursos nacionales que deben regresar a sus dueños, el agua, las minas fueron objeto de concesiones escandalosas, las principales empresas públicas se privatizaron, se desmanteló CFE y endeudó a PEMEX con las Pidigeras, ferrocarriles, carreteras, puertos y aeropuertos se abrió paso a los monopolios extranjeros en la industria, la agricultura, los servicios. Se abrieron puertas y ventanas a los megaproyectos privatizadores, el Estado Nacional se empobreció Desde 1983, la participación del Estado en la economía mexicana ha experimentado una disminución significativa, reflejando una transición hacia un modelo económico regido por el mercado que es controlado por la oligarquía financiera internacional. En 1983, el gobierno mexicano representaba aproximadamente el 18% del Producto Interno Bruto (PIB) . Para 2023, esta cifra se redujo a alrededor del 8.6%.

Reversión de Privatizaciones: Recuperación de Sectores Estratégicos

El gobierno actual fue votado para que profundice la transformación y rompa con el nuevo régimen. Cada movimiento revolucionario y transformador en México lleva a un cambio de correlación de fuerzas que se refleja en la constitución, durante la independencia se aprobó la Constitución de Apatzingán, y a su triunfo la de 1824. Durante la Reforma la Constitución de 1857, y con la Revolución Mexicana la de 1917.

Luego del auge revolucionario y tras el cardenismo vino el reflujo y las (contra) reformas. A la actualidad la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917 ha experimentado mas de 700 reformas. Solo una pequeña fracción de los artículos originales de 1917 se mantienen sin cambios. Por ejemplo, en 2017 se reportó que únicamente 22 de los 136 artículos originales permanecían intactos. De modo que primero hay que derogar las reformas anticonstitucionales y proceder a trabajar para tener la correlación de fuerzas necesaria para aprobar una nueva Constitución, la del siglo XXI, que vuelva a ser como la del siglo XX una Constitución de avanzada mundial. Una Constitución que estructure la vida económica y social al servicio del ser humano y de la naturaleza y no al del mercado y la oligarquia financiera.

Actualmente la propiedad está altamente monopolizada, las tres transformaciones de Méxicollevaron a expropiar la propiedad mal habida, afectando los intereses de los grandes propietarios en interés de la población. Si se fortalece la propiedad publica y nacional, entonces sí habrá presupuesto.

De modo que hay que pasar del no se puede, y no hay que tocar intereses, al vamos a poder, moviendo los principales obstáculos en el camino, vamos a lograr que sí se pueda..

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Autor:

PABLO MOCTEZUMA BARRAGÁN

*Politólogo, Doctor en Estudios Urbanos y catedrático
de Historia y Economía en la UNAM y en la UAM-A.
Autor de varios libros y articulista en medios impresos
y en portales web

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