VOCES
DEL DIRECTOR
Mouris Salloum George
OTRO AÑO MÁS concluye en medio de muerte y destrucción ocasionadas por los conflictos bélicos por todos conocidos. La mala noticia es que todo parece indicar que el año nuevo seguirá igual o peor. Aunque no pocos se alegran ante semejante hecho, por las abundantes ganancias que les deja la industria de la guerra. Hacia el año entrante las cien más grandes compañías del sector esperan ventas superiores a los 632 mil millones de dólares que registraron en 2023; esto representó un alza real de 4,2% respecto de 2022, de acuerdo con datos del Instituto Internacional de Investigaciones para la Paz (SIPRI), basado en Estocolmo, Suecia.
En medio de la tragedia humanitaria en Ucrania y Gaza, y en otros confines, prevalece una tendencia de muchos gobernantes a incrementar los presupuestos destinados al fortalecimiento militar. Hay que recordar que el entrante presidente estadounidense Donald Trump ha presionado a sus aliados de la OTAN a subir significativamente sus presupuestos del ramo, hasta el 3,0% del PIB. Hasta hoy varios no llegan ni al 2.0% del PIB, que establecen los acuerdos en la histórica alianza atlántica.
Sin embargo, como resultado de las presiones y de la coyuntura internacional, los últimos años han registrado una tendencia alcista de los presupuestos destinados al rubro. Lamentablemente, pareciera que es una prioridad en las agendas de los gobernantes, con cargo a los contribuyentes y a más deuda pública.
Como ejemplo, vale señalar que para 2025 la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó en junio del presente un presupuesto “en gasto de defensa” de 895 mil millones de dólares; con mucho el mayor de todos sus aliados y adversarios.
No es accidente que entre el top 100 de fabricantes están 41 de Estados Unidos, las cuales registraron ventas por 317 mil millones de dólares en 2023, casi la mitad del total registrado por las 100 analizadas; esto significó un aumento del 2.5% respecto del 2022. Desde 2018, las cinco mayores fabricantes de la lista han sido estadounidenses. De las 41 estadounidenses, 30 incrementaron sus ventas en 2023, aunque Lockeed Martin y RTX —las dos mayores a nivel mundial—, estuvieron entre las que apuntaron bajas en sus ventas.
En su reporte liberado recientemente, el SIPRI establece que el aumento en la compra-venta de armas ha ocurrido en todas las regiones, en particular en las compañías establecidas en Rusia y el Medio Oriente. También se registró una mayor eficiencia y productividad entre las más pequeñas fabricantes, como respuesta a los pedidos ligados a las guerras en Ucrania y en Gaza; asimismo por las crecientes tensiones en el este de Asia y por nuevos pedidos en todas partes.
“Casi tres cuartas partes de las cien compañías analizadas, incrementaron sus ventas año con año, notablemente las que están en el rango medio bajo del top 100”.
El 2023 registró un aumento récord en ventas y parece que la tendencia seguirá en 2024, dijo Lorenzo Scarazzato del Programa de Gasto Militar y de Producción de Armas, del SIPRI:
“Las ventas de los 100 mayores fabricantes todavía no reflejan el nivel de la demanda, pero muchas lanzaron campañas de reclutamiento que permiten concluir que están optimistas respecto de sus ventas futuras”.
La tendencia belicista de las potencias y el empuje mercantilista de las proveedoras de armas, son nítidos. La paz mundial, la libertad y las vidas humanas de inocentes víctimas están en alto riesgo. En todo esto resalta una aceptación muda de la sociedad civil global, una resignación inaceptable ante el avasallador impulso belicista de personajes siniestros, políticos e inversionistas de ambiciones desmedidas, solo interesados en ganar espacios y en subir sus cotizaciones en las bolsas de valores; aunque eso implique ríos de sangre y millones de víctimas.
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Autor:
Mouris Salloum George Director general del Club de Periodistas de México, A.C. Periodista, escritor y analista, con una extensa trayectoria en el periodismo en México. |
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