© AP Photo / Eduardo Verdugo
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La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, anunció que en la Cumbre del G20 que se realizará en Brasil presentará ante sus pares el programa Sembrando Vida, una de las iniciativas sociales estrella que se instauró en el sexenio anterior. Sputnik te presenta un análisis de expertos sobre la que será la carta de presentación del país en el foro.
“Lo que voy a presentar en el G20 es principalmente el programa Sembrando Vida. La propuesta es —se la adelanto— que disminuya un poco, solo un poco, el gasto en armamentismo y que, en vez de sembrar guerras, se siembre vida y se siembre paz. De esa manera, mejora la calidad de vida de las personas, disminuye la pobreza, se apoya al medioambiente, incluso disminuye la migración”, dijo la mandataria mexicana este 11 de noviembre en su conferencia de prensa diaria.
Sembrando Vida es uno de los programas sociales instaurados desde el sexenio de Andrés Manuel López Obrador (2018-2024), el cual consiste en otorgar apoyos económicos y en especie a hombres y mujeres que habiten en localidades rurales que se encuentren con niveles de rezago social y
que sean propietarios o poseedores de 2,5 hectáreas disponibles para ser trabajadas en algún proyecto agroforestal.
De acuerdo con datos oficiales, hasta la tercera semana de junio del 2024, operaba en 29.850 localidades de 1.060 municipios mexicanos ubicados en 24 de los 32 estados que integran al país. Asimismo, se reportaron 438.289 beneficiarios, de los cuales el 33% fueron mujeres y 67% hombres, que han cultivado 8.827 ejidos.
Los beneficiarios reciben una ayuda de 6.000 pesos mensuales (300 dólares) y en él pueden participar personas mayores. La ayuda se otorga a solo un miembro del núcleo familiar y quienes reciban el apoyo pueden trabajar varias modalidades de Sembrando Vida: Sistemas Agroforestales de árboles maderables y frutales (SAF), Milpa Intercalada entre Árboles Frutales (MIAF), Comunidades de Aprendizaje Campesino (CAF), Viveros Comunitarios y Biofábricas.
¿Qué tan eficiente ha sido el programa mexicano que se busca presentar ante las 20 economías más fuertes del mundo?
“Es darles también felicidad”
En entrevista con Sputnik, el doctor en Ciencias e investigador del Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental (CIGA) de la UNAM, Francisco Bautista Zúñiga, aseveró que el programa, en términos cualitativos, ha sido un éxito en cuanto a la mejora económica y calidad de vida de los campesinos, al igual que en términos ambientales.
“Hemos estado cerca de este programa y la gente está muy contenta porque por primera vez dicen que el Gobierno mexicano volteó a verlos”, dijo el experto, quien abundó que Sembrando Vida ha ayudado en la cohesión familiar, a que las mujeres de las comunidades se involucren más en el trabajo de campo, así como a preservar los saberes de las zonas rurales.
Bautista Zúñiga aseveró que el programa ha sido clave para detonar la economía local de las comunidades en donde habitan los beneficiarios, lo que ha ayudado también a detener la migración.
“Todos los países que son autosuficientes subsidian su agricultura, su producción de alimentos, entonces, ¿por qué no lo haría México? La economía se reactiva y mira, son 6.000 pesos y fracción, pero esto hace que crezca el intercambio de mercancías (…) esto hace que haya comercio entre ellos y que el dinero fluya”, explicó.
Con él coincide el biólogo y asesor ambiental Raúl Benet, quien señaló que el hecho de que un programa orientado a reducir la pobreza y a mejorar el medioambiente “se haya convertido en una política pública, incluso ya establecida en la Constitución, marca un hito, un cambio muy importante“.
De acuerdo con Benet Keil, en México se había perpetuado un modelo de producción de alimentos “totalmente devastador del medioambiente”, impulsando el uso de semillas transgénicas y agroquímicos contaminantes que causaron severos daños al suelo y el agua, así como a la biodiversidad.
“Además, por todo esto, se había, pues, perdido una cultura milenaria, o se había erosionado muy fuertemente y el conocimiento tradicional sobre la agricultura”, abundó.
“El programa ha hecho aportes muy importantes en una superficie muy considerable de más millones de hectáreas que han transitado desde, o el abandono o la agricultura química, a la agroecología y a la agroforestería. Significa realmente un antes y un después”, aseveró.
Un modelo exportable
Ambos especialistas coincidieron en que la esencia de Sembrando Vida es exportable a otras regiones del Sur y el Centro de América, además de
Honduras y Guatemala, países que ya han comenzado a aplicar el programa.
Si bien habría que tomar en cuenta las condiciones de cada país, Raúl Benet destacó que el programa ha sido visto con buenos ojos en otras naciones.
“Tuve la oportunidad apenas la semana pasada de estar en la reunión de la Convención de las Partes en Cali, en Colombia, y exponer sobre estos temas de la agricultura campesina y cómo se ha incorporado esta visión agroecológica incluso en la Constitución, lo presenté en Colombia y hubo un inmenso interés por parte de delegados, sobre todo de países de América del Sur; particularmente Colombia lo recibió con los brazos abiertos y están ávidos e incluso se establecieron acuerdos para que vengan [a México] a ver con más detalle”, señaló.
Al respecto, el doctor Francisco Bautista señaló que México y países de Centroamérica y del Sur comparten ciertas características tanto culturales, sociales e incluso ambientales, lo que facilita la exportación del modelo de Sembrando Vida.
“Hay puntos tanto en la cultura como en lo ambiental, somos ‘hermanos’ finalmente con Centroamérica y la parte norte de Sudamérica. Yo creo que sí queda bien para esos países y en México sí está ayudando a detener la migración”, ponderó.
Sobre el problema de migración que México comparte con varios países de América Latina y cómo Sembrando Vida abona a la cohesión social que a su vez ayuda a desincentivar la migración, Benet abundó que al poder instrumentar y participar en los talleres de diagnóstico en estados como Quintana Roo, Yucatán, Veracruz y Morelos ha encontrado que una opinión unánime.
“Sí ha contribuido por un lado a detener y a revertir procesos de migración de jóvenes, además de evitar su integración a actividades no deseables (…) Se ha recuperado, por ejemplo, el diálogo comunitario con las personas mayores, el conocimiento tradicional y una alternativa de bienestar de ingreso, sobre todo muy notablemente entre las mujeres jóvenes. Entonces sí, definitivamente hay una contribución”, dijo.
El investigador Francisco Bautista señaló que si bien el programa ha sido mayormente positivo, este es perfectible.
“Primero se debe procurar que los productores tengan un poco más de libertad para seleccionar cultivos de mayores rendimientos y que puedan este sacar más beneficio económico. Falta también, por ejemplo, que las universidades se sumen a este programa, capacitando con conocimiento de causa, o sea, mayor conocimiento de suelos, mayor conocimiento agroforestal, mayor conocimiento en todo el trabajo de campo”, dijo.
En tanto, Raúl Benet opinó que el tema del cambio climático debe verse como un eje y no solamente como una resultante. “Si bien sus resultados fueron impresionantes en términos de cobertura forestal, en términos de bienestar, de recuperación de suelos, etcétera, ahora la idea es que en el futuro se haga este planteamiento de una manera mucho más expresa”.
“[La parte climática debe estar] más orientado, mucho más estructurado, mucho más intencionado y eso es lo que se está planteando para el nuevo Sembrando Vida, abundó.
“La gente está feliz con el programa. Qué mejor indicador que ese, ¿no? Ver a la gente contenta, que una mujer te diga que es feliz porque tiene su marido cerca y que sus hijos están creciendo con la presencia de su padre; híjole, es muy bonito. Por 6.000 pesos. Qué fácil es ayudar a los que no tienen absolutamente nada”, concluyó el doctor Francisco Bautista.
Sputnik 13.11.2024
