Melissa Rocha
La situación en Ucrania se ha vuelto “más precaria” por la victoria del republicano Donald Trump en los comicios de EEUU ante sus declaraciones respecto al conflicto ucraniano, así como la crisis en el partido del canciller alemán, Olaf Sholz. Varios expertos compartieron con Sputnik sus previsiones sobre cómo evolucionaría la coyuntura.
Ucrania “depende profundamente de los recursos de la OTAN para mantener su estrategia de defensa y garantizar sus acciones contra el territorio ruso, especialmente Estados Unidos y Alemania”, subraya al respecto el doctorando y máster en Relaciones Internacionales, Joao Victor Motta.
“El costo financiero de este apoyo ha sido profundamente criticado por las sociedades de ambos países. Con la reciente elección de [Donald] Trump, sus repetidas declaraciones expresando su deseo de poner fin al conflicto [ucraniano] y la profunda crisis política y de popularidad a la que se enfrenta el Gobierno de [el canciller alemán, Olaf] Scholz, dejan poco espacio a Kiev para prolongar el conflicto”, destaca.
Motta sostiene que Zelenski tendrá que recurrir a un cambio de postura si no quiere verse afectado por los cambios en la escena interna de EEUU y Alemania y la creciente atención prestada a “la escalada de ataques de Israel en Oriente Medio y el genocidio contra el pueblo palestino“.
“A medida que avanza el conflicto, se puede notar el creciente aislamiento de Zelenski, que depende de escasas apariciones en foros multilaterales y a discursos en los que arremete contra los líderes que defienden una posición moderada en torno a la crisis”, cree el analista.
Con los cambios políticos internos en Europa y EEUU, el escenario ucraniano depende ahora más del diálogo y la mediación, que Zelenski intentó y rechazó, plantea Motta.
De acuerdo con sus palabras, a medida que se acerca el invierno boreal en Europa, se recrudecen las repercusiones internas para los países que apoyan a Zelenski, al empeorar las condiciones de vida de la población europea debido al aumento de los precios de la energía.
“Esto podría generar presiones por parte de la sociedad civil y los gobiernos europeos sobre Ucrania para que inicie conversaciones de paz”, añade el investigador.
A su vez, el experto de la escuela de Guerra Naval (EGN) Persio Gloria de Paula señala a Sputnik que ya había “signos de una cierta disminución en la cantidad de apoyo Occidental dado a Ucrania”.
“Quizás también en vista del deterioro de las posiciones ucranianas, no hay posibilidad de victoria [ucraniana] a corto plazo, por lo que quizás haya un creciente interés por parte de Occidente en resolver el conflicto para no aumentar los costos asociados a su mantenimiento”, afirma.
Sin embargo, hace hincapié en que dentro de EEUU todavía hay una parte significativa de las élites, de ciertos grupos de presión, que apoyan la continuación del conflicto, e incluso el aumento de la ayuda financiera y militar a Kiev, incluso dentro del Partido Republicano.
En este contexto, aunque Trump se pronuncia mucho sobre la crisis ucraniana, se trata de una cuestión que primero tendría que resolver internamente, subraya Persio Gloria de Paula.
“Así que tal vez es un poco precipitado creer que este apoyo [a Ucrania] terminará de la noche a la mañana, porque me parece que ya es un apoyo incrustado en las estructuras de poder de Estados Unidos, donde es difícil decir si el propio presidente [electo] Trump será capaz de ponerle fin en un día”, explica.
El analista sostiene que “aislamiento” no es el término más adecuado para definir la situación de Zelenski, pero subraya que “la situación ucraniana es más precaria” debido al escenario interno de los países occidentales que tienen “problemas económicos y sociales ante los que apoyar a Ucrania resulta cada vez más costoso“.
En vista de ello, señala que es posible que se produzca un cambio en el perfil internacional de Ucrania, que en los últimos años ha registrado un alto nivel de actividad política.
“Zelenski incluso pidió participar en una reunión del Mercosur para transmitir un mensaje, lo que fue rechazado. (…) Podemos esperar menos acción de Ucrania en la escena internacional”, continúa.
Por lo tanto, ya se observan espacios y debates sobre cómo organizar el diálogo para las conversaciones de paz, resume el observador.
En su opinión, los propios países occidentales “tienen la oportunidad de presionar a Kiev para que se siente a negociar, sobre todo porque Ucrania depende obviamente de estos países para mantener el esfuerzo bélico”.