“Urge normalizar la situación en la República de Corea”, enfatizó el líder del PD, Lee Jae Myung, en una rueda de prensa. Lee, citado por la agencia Yonhap, prometió que su formación política “va a cooperar activamente con todos los partidos para estabilizar los asuntos de Estado y recuperar la confianza internacional”.

El dirigente opositor prometió que no buscará la destitución de Han Duck Soo, el primer ministro surcoreano que asumió como presidente en funciones tras la suspensión de Yoon.

En cambio, sí exhortó al Tribunal Constitucional (TC) a ratificar lo antes posible la moción de destitución de Yoon Suk Yeol, para “minimizar el caos”.

De acuerdo con las leyes en vigor, el TC tiene 180 días para pronunciarse sobre el caso. El 14 de diciembre, la Asamblea Nacional de Corea del Sur apoyó la destitución del mandatario actual, con 204 votos a favor y 85 en contra.

Yoon cerró el Parlamento, prohibió las actividades de los partidos políticos y puso los medios de comunicación bajo control de los militares.

Posteriormente, la mayoría de los diputados lograron entrar en la Asamblea Nacional y votar a favor del levantamiento de la ley marcial, decisión que Yoon tuvo que aceptar.

Actualmente, el mandatario es investigado por presuntos delitos de traición, rebelión y abuso de poder. También están bajo investigación el ahora exministro de Defensa Kim Yong Hyun y altos mandos de las Fuerzas Armadas.