VOCES DEL PERIODISTA
ESFERA HUMANA
Por ENRIQUE CASTILLO—PESADO
El viaje continúa por Londres, después de estar en París y Bélgica, el turno es para la ciudad donde los celtas, los romanos dejaron su huella a través de su estilo arquitectónico, el comercio, motivo suficiente para que hubiera otras invasiones de quienes también querían participar de la prosperidad, me refiero a los sajones y vikingos. Son los testimonios que aún los podemos encontrar en diversos sitios de la ciudad londinense, la capital del Reino Unido, recordar esa época oscura en la que los normandos también desembarcaron para darle paso a Eduardo El Confesor a que construyera su propia abadía y el palacio en Westminster. Aquí se vivieron aquellas épocas de los Tudor y jacobinos, esos tiempos medievales que estuvieron al borde de la desaparición, el surgimiento de la Revolución Industrial o las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, todo tiene una evolución y Londres generó las oportunidades para alcanzar sus objetivos, uno de ellos tiene relación con la atracción turística, gracias a sus imponentes construcciones y sus plazas residenciales que le ha dado un auge extraordinario aunque, como todas las grandes ciudades antiguas, también existe la mediocridad que para algunos puede ser motivo de análisis porque a pesar de que la capital londinense es considerada una ciudad chic, existe la diferencia entre los ricos y los pobres.
No deja de ser una ciudad global, el sitio que marcó un punto central para el desarrollo del arte, el comercio, la educación, el entretenimiento, la moda, las finanzas, los medios de comunicación, todo esto hizo que Londres, entre otras cosas, llegara a transformarse en centro financiero del mundo, sumándose a ello la gran cantidad de visitas de viajeros internacionales que siempre deja una derrama económica para los británicos, quienes están rodeados de un sinnúmero de culturas que se comunican en más de 300 idiomas, lo cual se ha transformado en una influencia cultural de gran importancia entre los británicos.
Del Hyde Park, Buckingham y Westminster
En esta ocasión, durante mi estancia por tierra londinense, inicié por la zona del Hyde Park, aquí me desayuné para pasar por el Palacio Real de Buckingham. Por cierto, sólo está permitido tener acceso al palacio durante 8 semanas al año, entre agosto y septiembre, en dos modalidades: visitar los Salones de Estado, la segunda es un recorrido por las Cocheras Reales y la Galería de la Reina (52 euros por ambas modalidades). Durante todo el año, se puede observar el famoso Cambio de Guardia frente del palacio, es un acto que atrae cientos de miradas. La residencia oficial de la reina Isabel II, también es utilizada para las ceremonias oficiales, visitas de Estado. Al mismo tiempo es el lugar donde se ubica la Royal Collection caracterizada por obras artísticas que son exclusivas de la casa real o Buckingham House o simplemente El Palacio.
Otro de los palacios que es verdaderamente impresionante, es el Palacio de Westminster, conocido como “El Parlamento”, aquí se encuentran la Cámara de los Lores y la Cámara de los comunes y cuenta con aproximadamente mil habitaciones. Este palacio es considerado como Patrimonio de la Humanidad desde 1987, gracias a la declaración hecha por la UNESCO, tiene como vista el no menos famoso río Támesis en la ciudad de Westminster, muy cerca de los edificios de gobierno en Whitehall. En el pasado, hasta el siglo XVI, fue utilizado como residencia real.
Hacia el noroeste del Palacio de Westminster, se encuentra el icono londinense y mundialmente conocido reloj Big Ben, anteriormente se le conoció como el Clock Tower hasta que el pasado 26 de junio de 2012, la reina Isabel II decidió que se le llamará Elizabeth Tower, en honor al jubileo de diamante. Actualmente el reloj celebra el 155 aniversario de su construcción. En el parque de Legoland Windsor, aparecen recreaciones de diferentes edificaciones y ciudades del mundo, una de ellas el Palacio de Westminster.
Londres, para quien esto escribe, es una ciudad señorial, es la ciudad que me trae gratos recuerdos sobre todo de la 10 Dean Street, el punto donde realicé la entrevista con Margaret Thatcher, gracias a la intervención de Nancy Reagan (a la que entrevisté en la Casa Blanca, gracias a la familia mexicana Redo). Fue un momento sensacional sobre todo porque la señora Thatcher me preparó el té de la tarde. Y hasta la próxima ¡Abur!
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Autor:
ENRIQUE CASTILLO- PESADOPeriodista polifacético y entrevistador internacional. Galardonado con importantes premios internacionales, donde destacan: Master de Oro en Alta Dirección de España, la Medalla de los Reyes Católicos y un Récord Guinness por haber publicado durante 35 años una columna periodística ininterrumpidamente. Envía tus comentarios: interdif@prodigy.net.mx |
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