© Foto : Oficina del Primer Ministro de Israel
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, criticó el apoyo de varios líderes europeos al pueblo palestino de la Franja de Gaza, luego de que fueran asesinados Yaron Lischinsky y Sarah Lynn Milgrim, quienes eran empleados de la embajada de Israel en Washington D.C., a manos de un hombre que gritó «¡Palestina Libre!» a la hora de su detención.
Durante la madrugada de este 22 de mayo, un hombre y una mujer fueron asesinados a tiros después de un evento afuera del Museo Judío, al noroeste de la capital estadounidense.
De acuerdo con las autoridades israelíes, se trata de Yaron Lischinsky y Sarah Lynn Milgrim, una pareja que se encontraba en un evento del Comité Judío Estadounidense y que laboraba en la Embajada de Israel en esa ciudad.
En opinión de Netanyahu, el asesinato de Yaron y Sarah no es un crimen casual, sino que es resultado de las críticas recientes que sus políticas para Gaza han recibido por parte de sus principales aliados, quienes incluso advirtieron por primera vez desde que estalló la última espiral de violencia del conflicto palestino-israelí con sancionar al país hebreo si no permite el ingreso de ayuda al enclave palestino.

«Hace unos días, un alto funcionario de la ONU dijo que 14.000 bebés palestinos podrían morir dentro de 48 horas. Ustedes vieron que muchas instituciones internacionales son cómplices al esparcir esta mentira. La prensa la repite. Las turbas la creen. Y una joven pareja después es brutalmente asesinada en Washington», alegó Netanyahu en un mensaje de video.
«Yaron y Sarah no fueron víctimas de un crimen casual. El terrorista que cruelmente los abatió lo hizo por una sola y única razón: quería matar judíos. Y mientras era capturado, gritaba: ¡Palestina libre!», añade.
Previamente, el secretario general para Asuntos humanitarios de la ONU, Tom Fletcher, dijo en entrevista con la BBC que 14.000 bebés morirían dentro de los siguientes dos días si Israel no permitía el ingreso a Gaza de la ayuda necesaria para alimentarlos.
Además, Francia, Canadá y el Reino Unidos amenazaron con imponer sanciones al país hebreo si no pone fin al asedio contra el enclave palestino.