GEOPOLÍTICA Y NUEVO ORDEN MUNDIAL
POR PHILIP GIRALDI*
WASHINGTON, D. C.- El problema es que quienes observan con nerviosismo lo que está haciendo el presidente Donald Trump para remodelar Oriente Medio en beneficio de Israel no están analizando con suficiente profundidad los cambios de política interna que también se están promoviendo y que despojarán a los estadounidenses de derechos fundamentales como la libertad de expresión o asociación en cualquier situación en la que estén involucrados Israel o grupos judíos, aunque sea marginalmente.
Es como si Estados Unidos estuviera plenamente comprometido en dos tareas principales simultáneamente. La primera consiste en apoyar a Israel acríticamente sin importar lo que haga o cuántos civiles intente matar sin necesariamente respaldar abiertamente todas las políticas adoptadas por el monstruoso primer ministro Benjamin Netanyahu y sus despiadados colegas. Así es como el presidente Joe
Biden manejó las cosas con la ayuda de su secretario de Estado sionista Antony Blinken. Biden fingió preocupación por las decenas o posiblemente incluso cientos de miles de palestinos asesinados por Israel, pero mantuvo el flujo de bombas, dinero y apoyo político total de Estados Unidos incluso cuando advirtió débilmente y luego no cumplió con una amenaza de que habría consecuencias si Israel continuaba bloqueando y matando de hambre a los habitantes de Gaza.
El segundo objetivo, que consiste en afianzar y expandir el poder judío en Estados Unidos, es crear un entorno político y mediático interno en el que las críticas a Israel o a cualquier grupo judío sean criminalizadas, llegando incluso a deportar a quienes se perciben como activistas pro-palestinos o, como ha dicho Donald Trump, “odiadores de los judíos”.
El Fiscal General y el Departamento de Educación, que se espera que pronto sea abolido, están ahora tomando medidas duras contra las universidades que se perciben como incapaces de actuar con la suficiente fuerza para proteger a los estudiantes judíos.
Esta artimaña legal se logra de la manera tradicional, equiparando la oposición a las políticas del gobierno israelí y estadounidense con el “apoyo al terrorismo”.
Photo, Andrew Harnik/Getty Images https://www.axios.com
Legisladores están aterrorizados de ofender al lobby israelí
Los medios de comunicación estadounidenses, fuertemente influenciados por los participantes judíos y el dinero que les corresponde, son un componente importante de la estafa del “Israel Primero” a través de sus informes tendenciosos de todo lo que ocurre en Oriente Medio, así como por evitar cualquier discusión seria sobre las violaciones constitucionales que se derivan del deseo de proteger a Israel.
Cabe señalar la reciente legislación antisemita, tanto a nivel federal como estatal, que define la crítica a Israel como antisemitismo ipso facto y, por lo tanto, un delito de odio con sanciones civiles y de otro tipo.
Y luego está el Congreso, donde los legisladores están aterrorizados de ofender al lobby israelí y a sus partidarios multimillonarios judíos, por temor a perder sus prebendas, lo que significa que cualquier ley que apoye a Israel será aprobada por una mayoría abrumadora, sin importar el daño que cause a los intereses estadounidenses y a los derechos de los ciudadanos.
Sin duda, Donald Trump ha añadido algunas asperezas al status quo de Biden con respecto al Estado dominado por los judíos que heredó, pero claramente está en la misma página que su predecesor.
Ha hablado de “paz” al mismo tiempo que ha lanzado y enviado nuevos cargamentos de bombas pesadas de 2000 libras y otros artefactos a Israel que sólo pueden utilizarse para destruir más edificios ocupados por árabes.
Está tan en el bolsillo de Benjamin Netanyahu, respaldado por el lobby israelí estadounidense y sus multimillonarios, como lo estaba Genocide Joe. Y es probable que el sucesor de Trump, quienquiera que sea, se vea igualmente limitado.
Más pronto que tarde, tendremos una Palestina histórica sin palestinos, que es precisamente lo que quieren Netanyahu y sus compinches, así como el lobby israelí-estadounidense
Hay un debate considerable sobre el significado de la propuesta de Trump de que Estados Unidos asuma la “propiedad” de Gaza, un proceso que comenzará con la aparente expulsión asistida por Israel de los 1,7 millones de habitantes de Gaza supervivientes, enviándolos a un destino desconocido todavía como refugiados, la “limpieza” de las estructuras bombardeadas y en ruinas en la franja, y el desarrollo de una comunidad costera de lujo tipo Riviera que, con el tiempo, se abriría a la gente de “la zona”, lo que significaría que a los israelíes judíos como a los palestinos no se les permitiría regresar a sus antiguos hogares.
El ex promotor inmobiliario Trump se entusiasmó con la forma en que el proyecto “… se convertiría en uno de los mayores y más espectaculares desarrollos de su tipo en la Tierra”.
Estados Unidos presumiblemente pagaría por la reurbanización multimillonaria. Trump dijo inicialmente que la seguridad para el proceso estaría a cargo de soldados y marines estadounidenses, que posiblemente estarían en el lugar durante varios años, pero ahora está afirmando a través de su oficina de prensa que no se necesitaría ningún ejército estadounidense. (Leer también: Trump da luz verde al Gran Israel)
https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional
Frágil acuerdo de alto al fuego en Gaza
No está claro cómo se las arreglará Estados Unidos para “apropiarse” de Gaza, ya que los propios habitantes de Gaza no participarán en el proceso, aunque Trump ahora afirma que “Israel entregaría la Franja de Gaza a Estados Unidos al concluir los combates”, lo que parecería implicar que se prevén más combates con Hamás a pesar del acuerdo de alto el fuego. También sugiere que Donald Trump piensa que el actual “dueño” de Gaza es Israel.
Curiosamente, el hijastro sionista de Trump, Jared Kushner, un promotor inmobiliario de Nueva York, habló de las perspectivas de desarrollo de un complejo turístico de lujo con viviendas frente al mar Mediterráneo en Gaza hace más de un año y puede haber influido en la propuesta actual de su suegro.
También es interesante que, cuando Trump dio a conocer su plan para Gaza, dijo que había discutido la propuesta con muchos colegas dentro y fuera del gobierno y que solo había recibido respuestas positivas. El New York Times, en cambio, informa que los colegas de Trump en su propia administración no habían sido informados ni avisados sobre lo que vendría y se sorprendieron por la propuesta de Gaza cuando el presidente la presentó.
Por supuesto, creo que todo el plan es, como siempre en la política estadounidense posterior al 11 de septiembre, una elaborada construcción camuflada en engaños para promover lo que se considera claramente los intereses de Israel, ya que Estados Unidos no tiene nada que ganar si sigue bombeando dinero y armas a un Oriente Próximo volátil.
El principal negociador de Trump en la región, Steve Witkoff, se reunió con Netanyahu en Washington el día antes de que el primer ministro israelí se reuniera con el presidente y me imagino que toda la propuesta se discutió con él en detalle y recibió su aprobación. Y la Cisjordania, actualmente sitiada, también fue mencionada posteriormente cuando, en respuesta a la pregunta de un periodista sobre una posible anexión israelí de la zona, Trump dijo que pronto tomaría una decisión al respecto.
“A la gente le gusta la idea, pero todavía no hemos tomado una postura al respecto”, dijo Trump. “Probablemente haremos un anuncio sobre ese tema específico en las próximas cuatro semanas”.
Netanyahu (y Trump) quieren a Palestina… sin palestinos
La posibilidad de reurbanizar una Gaza libre junto con una Cisjordania anexionada significa que, más pronto que tarde, tendremos una Palestina histórica sin palestinos, que es precisamente lo que quieren Netanyahu y sus compinches, así como el lobby israelí-estadounidense.
Y se trata de un programa bipartidista, dado que Joe Biden y Antony Blinken fueron facilitadores y cómplices del genocidio llevado a cabo por Israel contra los habitantes de Gaza desde octubre de 2023.
Creo que el equipo de Biden en Oriente Medio, encabezado por un israelí que sirvió en el ejército israelí, un tal Amos Hochstein, ha estado trabajando metódicamente con Netanyahu para obtener el dominio total tanto sobre los palestinos como sobre sus otros vecinos.
Estados Unidos ha vetado en las Naciones Unidas 13 resoluciones del Consejo de Seguridad que habrían impuesto un alto el fuego o negociaciones para detener la carnicería en Gaza. Y lo atestiguan lo que he llamado el falso alto el fuego en el Líbano, que entró en vigor el 27 de noviembre. Estados Unidos presentó una fórmula de paz temporal para el Líbano, respaldada por
Estados Unidos y “con algunos puntos de vista”, que le vino muy bien a Bibi Netanyahu. De hecho, le vino tan bien que no pudo resistirse a renovar sus ataques contra los libaneses de inmediato, incluso antes de que se secara la tinta de los documentos del alto el fuego. Desde entonces, Israel ha mantenido sus tropas en una llamada “zona de amortiguación” en el sur del Líbano y ha seguido matando a libaneses que intentan regresar a sus hogares.
No obstante, el alto el fuego logró aliviar la presión que ejercía sobre Israel el Hezbolá libanés, e Israel aprovechó la oportunidad para sumarse a la invasión multipartidaria de Siria.
Como parte del proceso, ocupó más de los Altos del Golán y también tomó posesión del Monte Hermón, que todavía posee en su totalidad.
https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-57226981
Hoja informativa: (extractos)
UN AÑO DEL GENOCIDIO ISRAELÍ EN GAZA, EN CIFRAS
(7 de octubre de 2024), IMEU… https://imeu.org/about
Muertos palestinos
MÁS DE 41.870: Número de palestinos muertos por el ejército israelí. Más de 10.000 personas han desaparecido bajo los escombros y se las presume muertas. La mayoría de los muertos son mujeres y niños. Según un análisis de Oxfam: “Durante el último año, el ejército israelí ha asesinado a más mujeres y niños en Gaza que en cualquier otro conflicto de las dos últimas décadas”.
Hasta 186.000 o más: estimación del número total de muertes palestinas atribuibles directa o indirectamente al genocidio de Israel hasta julio de 2024, incluidas las causadas por enfermedades reproductivas, transmisibles y no transmisibles, según un análisis publicado en la revista médica The Lancet.
Más de 16.750: Número de niños palestinos muertos por el ejército israelí, incluidos aproximadamente 1.300 bebés y niños pequeños menores de dos años. Se estima que hay más de 4.000 desaparecidos bajo los escombros y que se presume que están muertos…
También realizó una serie de ataques contra el Ejército sirio, destruyendo arsenales de armas en el sur y el este del país.
Renueva Trump la “máxima presión” contra Irán
Todo esto se logró con el consentimiento de la administración Biden. Ahora, Trump pretende que está haciendo las paces, pero está entregando tierras palestinas a Israel mediante un ardid que, si tiene éxito, cambiará para siempre la demografía de la región. Los palestinos, gracias a Dios, no están dispuestos a cooperar, incluso si eso significa volver a estar en pie de guerra con un Israel apoyado por Estados Unidos.
Tampoco será fácil encontrar una nación o naciones dispuestas a aceptar a 1,7 millones de refugiados sin hogar de Gaza que llegarán con poco más que la ropa que llevan puesta, seguidos por un millón más de palestinos que serán liberados después de que se anexione Cisjordania.
Mientras todo esto sucede, los estadounidenses no tenemos mucho que esperar, salvo unos enormes proyectos de ley nuevos para reparar el daño causado por Israel si el plan del complejo turístico de Gaza sigue adelante. Y tal vez haya otra guerra, esta vez con Irán. Trump ha firmado un memorando presidencial en el que pide una renovación de la “máxima presión” contra los persas.
Una vez más, es justo lo que quiere Benjamin Netanyahu, y probablemente por eso estaba sonriendo un tanto sardónicamente, o al menos eso parecía, en la conferencia de prensa con Trump tras su visita a la Casa Blanca el 4 de junio. ¿Por qué no? Acababa de proclamar a Trump como el “mejor amigo presidencial que ha tenido Israel jamás”.
Sabe que es dueño del edificio y de sus ocupantes temporales, así como del edificio más grande que está al final de la calle donde se encuentra el Congreso, así que ¿por qué preocuparse por los detalles?
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| Autor:
Dr. Philip M. Giraldi Director ejecutivo del Consejo para el Interés Nacional, una fundación Este artículo fue publicado originalmente en The Unz Review. La fuente original de este artículo es Global |
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