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El presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, intentó no perder pie en las encuestas con un sorpresivo encuentro con el presidente de EEUU, Donald Trump, tildado como “casual” por la oposición. Dos analistas consultados por Sputnik opinaron que Noboa busca mostrarse “con amplia interlocución” en EEUU aunque la visita mostró un costado “enrarecido”.
El presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, apeló a un encuentro con el mandatario estadounidense, Donald Trump, para reforzar su imagen a dos semanas del balotaje en el buscará la reelección frente a la opositora Luisa González, que acumula una leve ventaja en las últimas encuestas.
El viaje a EEUU había sido anunciado por el propio Noboa el 28 de marzo durante una entrevista con la emisora Radio Centro Digital, en la que indicó que ese mismo día viajaría a Miami para entrevistarse con el presidente estadounidense y hablar “de temas migratorios” y cuestiones relativas a la crisis de seguridad que atraviesa Ecuador.
“El viaje fue algo sorpresivo porque hasta antes de partir no se había anunciado nada ni se había informado de ninguna reunión. Evidentemente tiene que ver con la campaña puesto que varias encuestas están dando una victoria de la candidata Luisa González”, dijo a Sputnik el analista político Henry Allan.
Según el experto, la forma en la que el Gobierno ecuatoriano manejó la información sobre el encuentro fue llamativa, especialmente por lo escuetas de las comunicaciones oficiales acerca de la reunión. Según informó el diario El Universo, el comando de campaña de Noboa solo indicó que se trató de una reunión “reservada” y que se extendió por un lapso de dos horas.
La foto de la polémica
Sin embargo, el único registro fue una fotografía que Noboa publicó en sus redes sociales en la que el presidente ecuatoriano y su esposa Lavinia Valbonesi aparecen junto a Trump de pie.
La imagen despertó dudas en dirigentes opositores como el excandidato presidencial por Revolución Ciudadana Andrés Arauz, que afirmó en su cuenta de X que la fotografía estaba “editada” para esconder que “no era una cena reservada” sino un evento con más personas en las que el presidente estadounidense estaba “de pasada”.
Allan afirmó que, si bien no se puede asegurar que la reunión no haya transcurrido como informó el comando de Noboa, sí puede comprobarse que el encuentro con Noboa no aparecía en la agenda de Trump para ese día, cuando sí aparecía un encuentro con el presidente de Finlandia, Alexander Stubb, para “jugar al golf”.
El analista señaló que, para completar el “clima enrarecido” en torno a la agenda de Noboa en Miami, recientemente el medio Primicias informó que la Embajada de Ecuador en Washington firmó un contrato con la consultora estadounidense Mercury Public Affairs LLC por un monto de 165.000 dólares. El objetivo era que la empresa le facilitara contactos “de alto nivel” en EEUU para conseguir encuentros con Trump.

Para Allan, tanto la curiosa foto compartida por Noboa, como la poca información trascendida y la contratación de la empresa de lobby dan a entender que la visita del presidente ecuatoriano “fue una cosa pensada a última hora” con la intención de reforzar su campaña electoral y “anunciar alguna solución fantasiosa o mágica”.
En ese sentido, Allan señaló que la afirmación de Noboa a migrantes ecuatorianos en EEUU de que Ecuador sería “quitado de la lista de prioridades para la deportación” en realidad “no tiene ningún sustento”, dado que no hay acuerdos firmados o documentos que lo avalen.
Mostrarse como alguien con influencia en Washington
El experto explicó que, en un escenario electoral tan polarizado entre ambos candidatos, la porción del electorado que todavía queda en disputa “es muy pequeño” y podría reducirse a “unos 500.000 votos del movimiento indígena y unos 500.000 votos blancos y nulos en la primera vuelta”. Si bien Noboa puede apuntar a captar algunos de esos votos, este tipo de acciones apuntan a “fortalecer” el voto que ya tiene cautivo, de manera de no perder pie en los últimos días de la campaña.
“Desde hace más de siete años que EEUU tiene un papel muy amplio en Ecuador y se refleja en la relevancia de los acuerdos rubricados que involucran al país en los planes geoestratégicos de EEUU, incluyendo acuerdos militares que le dan la potestad de desembarcar tropas con inmunidad diplomática”, explicó León.
La experta insistió en que Noboa “ha colocado a EEUU como el foco de su política exterior” y, en ese marco, apunta a “procurar cercanías con sus presidentes”. León recordó que Noboa ya había intentado mostrarse cercano a Joe Biden (2021-2025) y “ahora mucho más” con Trump.
Es en ese marco que Noboa, señaló la analista política, ha buscado utilizar la excusa del narcotráfico para “aplicar respuestas securitistas estadounidenses” en el país, manejando la posibilidad de permitir el ingreso de tropas norteamericanas o incluso la reinstalación de una base militar de EEUU en la ciudad de Manta, lo que “permitiría el acceso del Comando Sur en todo momento“.
Sputnik 31.03.2025