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A todos los empleados de la Administración de Servicios Generales de EEUU se abrió por error el acceso a una carpeta de Google Drive que contenía documentos potencialmente sensibles, entre ellos esquemas de la Casa Blanca, informó el ‘Washington Post’.
En particular, se trata de la información sobre una puerta blindada proyectada en el centro de visitantes de la Casa Blanca, así como datos bancarios de un proveedor que colaboró en una rueda de prensa de Trump.
Además, a 10 de los 15 archivos de la carpeta no solo se tuvo acceso para verlos, sino también con permiso para editarlos. Por el momento, el departamento informático identificó a los propietarios de los archivos y restringió su uso compartido.
En los últimos meses, la administración estadounidense se vio salpicada por una oleada de escándalos relacionados con filtraciones de datos clasificados. Así, el 20 de abril, The New York Times informó de que el secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, compartió planes detallados para una operación militar contra los hutíes en Yemen en un chat en el mensajero Signal, en el que se encontraba su esposa, su abogado y su hermano.

Asimismo, a finales de marzo, Jeffrey Goldberg, redactor jefe de The Atlantic, informó de que se encontró accidentalmente en un chat de grupo cerrado en el que Hegseth discutía planes de ataques contra los objetivos hutíes con el vicepresidente del país, J.D. Vance, el consejero de Seguridad Nacional, Mike Waltz, y el secretario de Estado, Marco Rubio. Muchos de ellos confirmaron que estaban en el chat, pero insistieron en que no intercambiaban información clasificada en messenger.
Goldberg presentó capturas de pantalla de la correspondencia, en la que el jefe del Pentágono, horas antes del inicio de la operación, informa de los tipos de aviones y objetivos. A su vez, el periodista acusó a los funcionarios de una grave violación de la seguridad.
Sputnik 21.04.2025