En entrevista con Prensa Latina, el director general de Asuntos Multilaterales y Derecho Internacional de la cancillería cubana, Rodolfo Benítez, resaltó que en el foro, realizado en la ciudad ecuatoriana de Cuenca, Argentina trató de impedir una condena a la brutal guerra económica del gobierno estadounidense contra Cuba.
“Ningún país apoyó la posición argentina”, afirmó el representante cubano que también denunció en la reunión la “calumniosa y arbitraria” inclusión de su país en la unilateral lista de naciones que, según Washington, son patrocinadores del terrorismo.
Benítez señaló que para evidenciar el absoluto aislamiento de Argentina, todas las demás naciones participantes en la Cumbre emitieron una Declaración Especial demandando el fin del cerco económico contra la isla y otra en la que solicitan la exclusión de Cuba de la lista de “países terroristas”.
“A pesar de la vergonzosa actuación de Argentina, en Cuenca primó el diálogo constructivo, el entendimiento, la unidad dentro de la diversidad, la solidaridad y la salvaguarda del valioso acervo de la Conferencia Iberoamericana, en beneficio de nuestros pueblos”, subrayó el diplomático.
Sobre el hecho de que el encuentro iberoamericano no llegara a una declaración final por falta de consenso, como ha sido práctica en eventos anteriores de este tipo, mencionó que la causa fue justamente “la postura obstruccionista e inflexible de Argentina”.
Según Benítez, durante las negociaciones, ese país trató de borrar de los documentos finales la defensa de la igualdad de género y los derechos de los pueblos indígenas, de imponer la postura de que el cambio climático no existe, y quisieron eliminar el compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la ONU.
Añadió que la nación austral se opuso a un pronunciamiento contra los discursos de odio; al tiempo que bloquearon, sin apoyo de nadie, comunicados que llevaron meses de trabajo sobre el enfrentamiento al terrorismo, el fortalecimiento de la democracia y el rol de las mujeres en la diplomacia, entre otros.
Llegaron al extremo de la politización oponiéndose a una Declaración que fue respaldada por todos los demás países, en la que se incluían expresiones de solidaridad con Cuba por los devastadores daños ocasionados por los huracanes Oscar y Rafael, acotó Benítez.
El representante cubano y Coordinador Nacional Iberoamericano, explicó que Argentina pudo expresar su disenso mediante una reserva o desasociación, fórmulas que suelen aplicarse en situaciones similares.
Sin embargo, trató de imponer una suerte de veto para impedir pronunciamientos sobre las cuestiones mencionadas y fue contundente el rechazo de todas las delegaciones a tales pretensiones, consideradas un retroceso inadmisible que amenazaba el futuro del foro iberoamericano, advirtió.
En opinión de Benítez, Argentina llegó a Cuenca a hacer fracasar la Cumbre, algo que a su juicio forma parte del objetivo de la actual administración de ese país de debilitar y fracturar los foros multilaterales.
“Los actuales inquilinos de la Casa Rosada, que se afanan en tratar de hacerla cada vez más Blanca, buscan por todos los medios ganarse unas palmaditas de aprobación de Washington”, comentó el funcionario del país caribeño.
En sus intervenciones, los representantes de la nación sudamericana lanzaron ataques contra Cuba y otros países iberoamericanos, algo que la delegación de la isla catalogó como “cortina de humo para tratar de desviar la atención sobre el vergonzoso papel de Argentina en esta cita”.
“Sabemos bien que esas diatribas contra nuestro país no representan el sentir del hermano pueblo argentino, al que nos unen lazos históricos de amistad y solidaridad, que ningún gobierno de turno podrá borrar”, sostuvo Benítez.
Consideró como una “total hipocresía” de las autoridades argentinas aparentar preocupación por los derechos humanos en Cuba y otros países, cuando violan de manera flagrante los de sus ciudadanos.
A pesar de las tensiones suscitadas en el encuentro, el jefe de la delegación cubana destacó la importancia del evento para abordar temas como la “innovación, la inclusión y la sostenibilidad”, lema de esta Cumbre.
Consideró que esos ejes son cruciales para enfrentar los desafíos socioeconómicos de la región, como el hambre, la pobreza y la desigualdad.
No obstante, advirtió que estos problemas no podrán resolverse sin un cambio en el actual orden internacional, al que calificó de injusto y excluyente.
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Prensa Latina 16.11.2024