POLÍTICA Y SOCIEDAD
POR JUAN JOSÉ AGUSTÍN REYES RODRÍGUEZ*
Texcoco, Estado de México.- A pocas semanas de asumir la presidencia de la república, la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo presenta propuestas de gobierno para su periodo, en este llamado segundo piso de la Cuarta Transformación (4T).
ADEMÁS, ha venido implantando acciones puntuales en diferentes sectores y estableciendo una guía de trabajo con sus 100 compromisos iniciales que establecen un marco político. En su proceso de ir concretando sus compromisos, ha expuesto algunos de sus planes nacionales.
Plan México. Propone una visión de estado con su Plan México, que será puntualizado en enero del próximo año.
Destacó algunos de sus principales puntos a considerar en este plan: dejar de importar muchos productos que se pueden producir en México; se necesita una política INDUSTRIAL; el desarrollo de 12 polos del bienestar; inversión, desarrollo de México, inclusión, infraestructura, seguridad y revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC); una proyección de un monto de inversión de 25 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), como se logró en el año 2023. NOTA.
Sería importante que este plan contemple a la industria forestal en sus ramas de pulpa y papel, madera aserrada, muebles, construcción y otras, para reducir las importaciones y fomentar las exportaciones.
Plan Nacional Hídrico 2024 – 2030. Este plan tiene una visión aparentemente integral cuyos principales componentes, entre otros, son los siguientes: el objetivo principal es garantizar el derecho humano al agua en cantidad y calidad suficiente; asegurar la sostenibilidad de nuestros recursos y fomentar un manejo adecuado y responsable del agua en todos sus usos.
El plan contempla ordenar las concesiones, evitar la sobreexplotación y el acaparamiento; simplificación administrativa para reducir los tiempos de respuesta, tener más transparencia y cero corrupciones; impulsar el Programa Nacional de Tecnificación (PNT); saneamiento y restauración ecológica de los ríos Atoyac, Lerma – Santiago y Tula; reforestación de cuencas y creación de humedales; aprobación de la Ley General del Agua. NOTA. La reforestación en cuencas es un programa que ha venido desarrollando la CONAFOR, por lo que se deberían considerar recursos adicionales para esta tarea Sembrando Vida. Este Programa se sigue reforzando para seguir con la “plantación” (no siembra) de árboles maderables y frutales. Se ha propuesto un presupuesto de 39 mil 100 millones de pesos en 362 municipios rurales, con la posibilidad de aumentar este número. El Programa tiene un enfoque más social que necesariamente técnico forestal. Desarrollo forestal. Hasta el momento de escribir estas líneas, no ha habido una propuesta de Plan Nacional Forestal, sino que las referencias que se han visto son la reforestación de cuencas dentro del Plan Nacional Hídrico y alusiones sobre la conservación del ambiente, dentro de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
El aprovechamiento de los bosques, estratégico para el desarrollo del país. México importa casi el 67% de la madera que consume. En el caso de madera aserrada y triplay se importa más del 50% para cubrir la demanda nacional… Pero la reducción presupuestal que ha tenido la CONAFOR ha sido verdaderamente dramática.
Sin embargo, así como Claudia Sheinbaum señaló que lo que no se visualiza no se conoce y lo que no se nombra no existe, exige que se ponga la “A” a presidenta, aunque en estrictos términos de lenguaje lo correcto es presidente, lo mismo sucede en el caso forestal que no se ha visualizado desde el sexenio pasado y hasta ahora no se ha nombrado, sino lo ocultan en la misma canasta de medio ambiente.
Importancia de los recursos forestales. La población conoce de manera general la importancia que tienen los recursos forestales para la vida del país; sin embargo, política y presupuestalmente no se le ha asignado la aportación presupuestal para atender asuntos ambientales, económicos y sociales, que son los pilares de la sustentabilidad o sostenibilidad.
Los ecosistemas forestales originalmente, por lo menos la información que había en la primera parte del siglo XX, cuando se hizo el inventario forestal, más o menos completo, por la entonces Subsecretaría Forestal y de la Fauna, reportaba los siguientes datos: superficie del territorio nacional 196.4 millones de hectáreas, de las cuales 141.7 millones eran de capacidad de uso forestal.
Los tipos de vegetación forestal reportada fueron de 56.8 millones de hectáreas de bosques de clima templado frio y bosque tropical (selvas altas y medianas); 58.4 millones constituidas por semidesiertos o sea vegetación de zonas áridas y semiáridas, principalmente en el norte del país; y 4.1 millones por vegetación hidrófila y halófita (manglares principalmente); 22.4 millones de otro tipo de vegetación o sin vegetación. Hay que aclarar que se han hecho algunos cambios, en los inventarios recientes, a los conceptos de vegetación que aquí se expusieron.
México, con cerca de 130 millones de habitantes, demanda cada día mayores bienes y servicios, dentro los cuales están muchos cuyo origen es de carácter forestal, aunque la sociedad no esté consciente de ello.
Algunos ejemplos: libros, cuadernos y lápices, esenciales para la educación; la vivienda que requiere componentes para la construcción así como para su vestido; la energía alternativa a base de leña y carbón, especialmente para las comunidades rurales; los aceites, limpiadores, solventes, pinturas, barnices y más de 250 productos que se obtienen de la resina de pino, así como de la candelilla entre otros productos forestales no maderables; el consumo de los hongos silvestres y plantas medicinales; captación y regulación de las lluvias que alimentan los manantiales y los mantos freáticos; la conservación del suelo en su lugar para evitar inundaciones, desgajamiento de cerros y daños a la población civil; reducir el impacto de inundaciones de áreas agrícolas y urbanas, por haberse devastado los montes y cerros de su vegetación forestal; la pérdida de oportunidades de alimentación tradicional de primera calidad a partir de algunas especies de fauna silvestre, al destruir su hábitat.
No se ha reconocido el valor de uso y valor de cambio de los recursos forestales, así como su valor futuro, como en la Bolsa de Valores. Esto ha llevado a que las políticas se hayan enfocado en dos corrientes: 1) Hacer de México un país agrícola y ganadero con las graves consecuencias de deforestación que ello implica y; 2) pretender que la creación de áreas naturales protegidas, con una visión conservacionista, puede evitar su degradación al prohibirse actividades forestales que son sostenibles, evitando ingresos legales a los dueños y poseedores de esos terrenos y, no tener programas de manejo forestal sostenibles de cada una de las áreas naturales protegidas y carecer del presupuesto indispensable.
Otro asunto relevante es la gran dependencia que tenemos de importaciones de madera aserrada, pulpa y papel, muebles, madera dimensionada y otros productos forestales, cuando paradójicamente México debería estar forestalmente a la altura de Estados Unidos, Canadá, Suecia, Finlandia y Chile por mencionar algunos.
México importa casi el 67% de la madera que consume. En el caso de madera aserrada y triplay se importa más del 50% para cubrir la demanda nacional. Los países principales de los que importamos madera son Estados Unidos, Canadá, Brasil, Chile, Alemania, Vietnam, Barbados y Japón.
De acuerdo con la Secretaría de Economía (www.economia.gob.mx/exploradata) en 2023 el intercambio comercial de madera aserrada con más de 6 milímetros fue de 807 millones de dólares (balance comercial).
En el comercio internacional neto de madera aserrada con grosor mayor a 6 mm, solamente en el mes de julio 2023 las compras internacionales de México fueron de 72.1 millones de dólares y las ventas fueron de $ 543,000 dólares. Por lo tanto, el balance deficitario fue de -71.5 millones de dólares.
Si solamente pudiésemos producir UN SOLO METRO CÚBICO DE MADERA por hectárea en los más de 58 millones de hectáreas de bosques y selvas del país, México no sólo sería autosuficiente, sino que sería un gran exportador de madera.
Reducción presupuestal 2025
De acuerdo con el Proyecto de Presupuesto Federal, en el denominado Ramo 16, los recursos destinados en el año 2024 fueron de 73 mil 232.4 millones de pesos, pero para el 2025 son de 44 mil 370.5 millones de pesos. En este presupuesto se incluyen los siguientes: para la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CNANP) 1,001 millones de pesos pasando de $984 en 2024 (+1.72 %); Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) $2,602 millones, disminuyendo -2.69% de $2,672 millones; Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) pasando de $984 millones en 2024 a sólo $839 (-14.68%); Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) $184 con reducción desde $196 millones (-6.19%); Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) $37,119 millones, con una reducción de -59.22% en relación con 2024 de $62,674 millones de pesos (esta reducción se debe a que varias de las obras ejecutadas en 2024 ya están concluidas).
La reducción que ha tenido la CONAFOR ha sido verdaderamente dramática. En su primer año inició con $1,500 millones, fue aumentando a $7,000; en 2013 alcanzó $11,838 millones, en 2016 $11,267 millones y a partir de 2019 inició su drástica declinación con sólo $3,567 millones; en 2024 $ 2,672 y para rematar en 2025 con una propuesta aún menor de sólo $2,602 millones. La reforestación, si bien es importante, no se compara con la relevancia que tienen las otras actividades forestales.
Mientras en la reforestación se está apostando a condiciones de suelo, microclima y cuidados de mayor riesgo, la silvicultura y acciones de manejo forestal tienen un capital presente al contar ya con el arbolado o los recursos forestales, los que sujetos al manejo de la silvicultura, tienen un capital en pie que tiene menos riesgos y cuyo tiempo de recuperación del capital que se invierta es notablemente más corto.
Programas básicos en suspenso
La CONAFOR fue creada por decreto presidencial el 4 de abril de 2001, como Organismo Descentralizado, lo cual fue el reinicio de reconocer la importancia del sector forestal en México. Se iniciaron diversas acciones en beneficio de la población, principalmente rural, con programas de apoyo como el Programa Nacional de Reforestación (PRONARE); el Programa de Desarrollo Forestal (PRODEFOR); el Programa de Desarrollo Forestal Comunitario (PROCYMAF); el Programa Nacional de Plantaciones Forestales (PRODEPLAN), y otros más, con apoyos directos a ejidos, comunidades y pequeños propietarios.
Se establecieron convenios de coordinación con los gobiernos estatales para sumar recursos humanos y financieros.
Se promovió y logró la promulgación de la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable (LGDFS) y se estableció en 2001 el Programa Estratégico Forestal 2025 (PEF 2025) con una visión de largo plazo y vinculado al desarrollo del país.
A casi 25 años de este PEF 2025, se han logrado algunos avances y se han pausado otros.
De manera general, se consideran los siguientes principios: biodiversidad, calidad de vida, agua, vivienda de madera, químicos, paisaje, suelos, construcción, bioenergía, celulosa y papel, capacitación, ecoturismo, cultura, servicios ambientales, maquinaria y equipo, muebles, investigación, empleo, silvicultura comunitaria, recursos financieros, aire limpio.
Este PEF 2025 puede ser la base para desarrollar un nuevo PLAN NACIONAL FORESTAL 2030.
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Autor:
Juan José Agustín Reyes Rodríguez *Ingeniero Agrónomo, por la Escuela Nacional de |
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