El portavoz de la Cancillería de Polonia, Pawel Wronski, lanzó una mezcla de lamento y despecho contra la presidencia de Donald Trump: “La decisión se tomó sin debates ni consultas con la OTAN, ni con el grupo Ramstein, que se dedica al apoyo a Ucrania”.

En pleno sollozo, Wronski, apuntó que para la Cancillería polaca, la suspensión del apoyo de EEUU “es una decisión muy importante y la situación es muy seria”.

Claro, y como es muy seria, Trump toma una decisión seria. El funcionario polaco añadió que su país sigue apoyando a Ucrania.

Lo que no entiende este funcionario polaco es que EEUU, no solo es quien manda en la OTAN, sino que además es el país que pone más dinero que todo el resto de los países que integran la alianza juntos: más del 70% del presupuesto. Por lo cual, Trump es el jefe. Pero, en todo caso, parece que tampoco entiende que se trata de una la decisión del presidente de un país soberano, como lo es EEUU.

“Esto que está pasando actualmente tiene que ver con un enfoque revolucionario por parte de la nueva Administración republicana. Yo creo que esta es la palabra más apropiada: revolucionaria. Porque Donald Trump, en tiempos de la pugna electoral por la presidencia, daba señales de que lo que iba a hacer en materia de política exterior, era un poco una diplomacia de choque. Es decir, una diplomacia que iba a generar cambios importantes, lo venía anunciando”, explica el doctor en Relaciones Internacionales Alberto Hutschenreuter.

Seguramente Wronski debe estar acostumbrado a que los países de la Unión Europea no tienen soberanía y a quien se atreva a salirse de la fila, le caen a matar: los casos de Hungría y Eslovaquia son paradigmáticos en este sentido. En este contexto, el Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia (SVR, por sus siglas en ruso), afirmó que Europa teme un giro conservador y conduce a un enfrentamiento con los políticos simpatizantes de Donald Trump.

“La élite totalitaria-liberal europea teme claramente un ‘giro conservador en Europa’ bajo la influencia de Trump. Según la información que llega al SVR, la euro-burocracia ha declarado la guerra a los ‘líderes no-sistema’ que apoyan abiertamente al presidente de EEUU, Donald Trump, y se niegan a seguir las directrices de las élites liberales gobernantes de la UE”, asevera la publicación del organismo.

“Todo se puede resumir en relación con lo que pasa en Ucrania. (…) Cualquier situación en la que aparece alguien en Europa, un dirigente, como [el caso del primer ministro de Hungría, Viktor] Orban, por ejemplo, criticando la guerra o mostrando reluctancia hacia la guerra, automáticamente es tildado de prorruso. Desde hace tiempo, quien se coloca del lado de detener esta guerra y tratar de restablecer un equilibrio estratégico, el concepto de seguridad indivisible, (…) no es un dirigente o líder prorruso, es una persona que está pensando en los intereses de Europa“, concluye Hutschenreuter.