«¡No tengan miedo de ir contra corriente: sean valientes!” (Papa Francisco)
¿ES UN CARNAVAL?
Me encanta ver la vida como una oportunidad única para poder soñar y mejor aún, tener la posibilidad de realizar cada deseo.
Para muchos, tener esta actitud y, sobre todo, que alguien la manifieste a través de expresiones o acciones, puede resultar desafortunado; siendo quizás lo verdaderamente incómodo mostrar una conducta excesiva o simplemente, carecer de actitud alguna.
En los momentos aciagos que a todos se nos presentan, es válido perder la fe en cualquier instancia superior y desde luego, cuestionar nuestras capacidades y comportamientos; sin embargo, pasada la penumbra – así parezca que ésta es interminable -, debemos volver a la calma, reflexionar sobre lo sucedido, evitar lo que nos ha desviado del camino y lo más importante, actuar en consecuencia, es decir, llevar a cabo los actos necesarios para no volver a tropezar de la misma forma, levantarnos y avanzar hacia nuestras metas.
En diversas reuniones en que he tenido oportunidad de escuchar de los problemas que enfrentamos y la manera en que hemos reaccionado a ellos; no hay una coincidencia en las respuestas.
En tales eventos, la contestación es tan variada, que las personas extremistas que ven todo de color rosa y confían que por la sola voluntad divina cambiarán las cosas llaman mi atención. Ellas olvidan el dicho “a Dios rogando y con el mazo dando”. Que decir de aquellos para lo que todo les resulta más negro que la noche y por más que hagan, seguirá igual o incluso, empeorara.
En ambos casos, me parece increíble que no le den valor a su empeño, ni a su análisis; están convencidos de que no hay capacidad real para afrontar las cosas. No puedo entender la razón de ello, pero estoy seguro de que tarde o temprano, van a requerir un apoyo profesional para que los haga volver a la sensatez con la esperanza de que se reencuentren con ellos mismos.
Los que mantienen la media usualmente destacan, no sólo por su mesura, sino por el ánimo manifiesto de obtener un cambio a favor; de hecho, ellos intentan mejorar lo que pueden y no se hunden en los lamentos de lo que no pueden cambiar. Como dijéramos “¡calmados que con actitud y aptitud transformamos nuestro destino!”.
¡A LEVANTARSE!
En fin, cuando me preguntan a mí que hago para no perder el camino, a menudo les respondo que, así como acierto algunos pasos, también yerro muy seguido y mi esencia es la que me ayuda a recomponer mi marcha y no conformarme en permanecer en algún sendero erróneo o distinto al pretendido. Basta tomar en cuenta lo que dijera Albert Einstein “una persona que nunca cometió un error, nunca intentó nada de nuevo”.
En este sentido, constantemente me refiero a mi esencia como todo aquello que integra mi alma y a veces no sé cómo describir.
Si de niños cantábamos al romper la piñata “… dale, dale, dale, no pierdas el tino, porque si lo pierdes, pierdes el camino …”, es válido tenerlo presente de cara a nuestro día a día y buscar hacer lo correcto. En caso de que no sea así, hay que ajustar lo más rápido posible, haciéndonos responsables de nuestras acciones y evitando las justificaciones.
Alguna vez leí una frase de Doris Leasing que señalaba “el talento es algo bastante corriente, no escasea la inteligencia sino la constancia” y cuan cierto resulta al llevarlo a cabo. No es suficiente el uso del cerebro para quien no actúa con firmeza y perseverancia para realizar sus metas.
Insisto en el sentido de que por más oscura que sea la noche, el amanecer nos muestra su plena claridad … ¿estás de acuerdo?
LA FUERZA DE UNO.
Las personas más fuertes no son aquellas que se exhiben de esta manera al mundo, sino aquellas que luchan sus batallas; es decir, cada uno de nosotros nos mostramos al enfrentar nuestros conflictos, siendo prescindible hacerla o proclamarla ante los demás, máxime si no son parte en forma alguna de nuestros fines.
No recuerdo en donde escuché estas palabras, pero me parecen sumamente certeras: “una persona fuerte es aquella que gobierna sus pasiones, una rica es la que está satisfecha con lo que tiene, una sabia es la que aprende de todos con amor y, finalmente, una honrada es la que se relaciona con otros con dignidad”. Atendiendo a ello, valdría la pena reflexionar respecto de en qué momento nos olvidamos de esas virtudes y la razón para ello.
Ni hablar de las inquietudes o dudas del valor que podamos llegar a tener como individuos, siendo que pareciera que a menudo no sólo nos convertimos en nuestro juez más crítico sino en los desertores de nuestra conciencia, valor, convicciones y metas.
A veces nos vemos más como fracasados que desestimamos el pensar que un ganador es un perdedor que lo sigue intentando.
Llegada esa circunstancia crítica … ¿es válido hacer una pausa?
LA OPORTUNIDAD.
Creo firmemente que la respuesta es afirmativa; somos tan humanos como falibles, pero es justamente en ello en donde debemos entender nuestra valía y no renunciar a ser la mejor versión de nosotros mismos.
Las pausas que se toman en soledad pueden llegar no solo a reconfortar, sino que usualmente traen paz y quien está en paz, tiende a procurarla y a pensar mejor su futuro, degustando su presente y aprendiendo del pasado.
Tomarse un tiempo para introspección sin duda es estar en la mejor posibilidad de cambiar las cosas, ya que en esta etapa de auto análisis podemos percatarnos de nuestro justo valor y entender que contamos con la capacidad para afrontar a cabalidad cualquier situación; es decir, existe el poder interior para hacerle frente.
Ahora bien, si hablamos de razón, paz, amor y valor como atributos válidos para ser un individuo que da a su vida sentido, no hay motivo alguno para distracciones que demeriten esa concepción ni adjetivo alguno que se pronuncie para lastimarnos.
Reitero, por más instantes de duda o inquietudes que existan, está en cada uno enmendar las fallas por más difíciles que acontezcan. Es más, por triste que pueda resultar, es un escenario común escuchar a personas que dudan de su fortaleza y se descalifican. Que decir de aquellos que asumen que su vigor atiende únicamente a su situación física o depende de recursos materiales, descartando la voluntad del alma.
Sea en compañía de personas que suman o de manera individual, lo cierto es que la sensatez en nuestro análisis, toma de decisiones y ejecución de acciones, así como el compromiso con nosotros mismos, nos llevaran a un mejor puerto que el casual o meramente improvisado.
Saber y, sobre todo, convencernos de que en cada uno de nosotros están los elementos necesarios para decidir conforme a nuestros valores e intenciones y a partir de ello, actuar en consecuencia es un éxtasis para el alma.
Al referirnos al alma es legítimo señalar las fuerzas que la integran y que podemos identificar como razón, sentimiento y voluntad; de hecho, éstas han inspirado al suscrito para nombrar a esta columna.
¿Tu como describirías los ingredientes de tu esencia interior?
LA SUMA.
Leyendo a Benjamín Franklin, encontré una cita que realmente me pareció impactante: “la mayoría de la gente muere a los veinticinco años y es enterrada a los setenta y cinco”. Es tal la carencia de intentos que se olvidan de vivir a pesar de que sigan existiendo.
Cada uno de nosotros tenemos metas diferentes porque somos distintos, podremos ser reconocidos porque tenemos un talento que produce resultados, llegando incluso a generar celos de otros y eso significará que hemos hecho algo bien; no obstante, el mayor aplauso que podemos percibir es el de nosotros mismos porque eso significara que a pesar de los obstáculos y caídas, hemos tenido el tiempo para alzarnos y permitirnos volver a fallar con el compromiso de alcanzar nuestro objetivo.
Con independencia del éxito que podemos percibir al lograr los resultados, sea porque lo consideremos en función del ser, hacer o tener, sabemos que al llegar a ello, no es por una condición en particular, sino que atiende a la suma de diversos factores de los que podemos destacar la actitud de construir, la confianza y conocimiento en nosotros, el asumir riesgos, la contundencia que se alcanza con la determinación y la perseverancia, el aprendizaje de las circunstancias y el saber hacerse de compañía que nos aporte como personas y profesionales, principalmente.
No es nuestra intención olvidarnos de los sueños, prescindir de nuestras intenciones, acumular ocio y distractores, ni morir en vida por no saber qué hacer con ésta, sabemos que estamos para trascender y sin duda alguna, nuestra convicción es cumplirlo.
Alcancemos a ser la mejor versión de nosotros en todos aquellos momentos que podamos y compartamos con otros, sabiendo que nuestra mayor virtud es la congruencia entre nuestras palabras y acciones.
Si bien no es nuestra prioridad ser un ejemplo, sabemos que nos hemos comprometido con nosotros y sin duda alguna, estaremos en posibilidad de ser luz para quienes nos permiten llenarnos de amor. El presente es nuestro y quizás alguien nos tome como referencia … ¿HAS PENSADO SER LEYENDA?
Facebook: @RuizRoblesCP22
Twitter: @22Publica
Linkedin: Correduría Pública 22
Posdata: Agradezco la distinción otorgada durante la Cuarta Exposición de Salud, Ingeniería y Minería en Lahore, Pakistán, llevada a cabo del 17 al 19 de abril pasado.
Importante: Síguenos “EN TUS PROPIAS PALABRAS” todos los miércoles de 16 a 18 horas a través de www.wowmx.tv o www.astl.tv … ¡Te esperamos!