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Conferencia de prensa de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo


El tributo histórico del 2 de octubre: Claudia Sheinbaum reafirma el compromiso con la memoria y la justicia en México

Ciudad de México, 02 de octubre de 2024 — Palacio Nacional, Ciudad de México


En una mañanera significativa, la primera del Segundo Piso de la Cuarta Transformación, la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, dedicó su discurso al 2 de octubre de 1968, un día que “no se olvida”. Este evento, profundamente enraizado en la historia de México, se conmemoró en el marco de un acto histórico que destacó el compromiso de su gobierno con la memoria y la justicia.

El discurso de Sheinbaum evocó un profundo tributo a las víctimas de la matanza de Tlatelolco, un crimen de lesa humanidad perpetrado bajo el mando del entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz. La mandataria resaltó que este suceso no solo marcó la historia de México, sino que también dejó cicatrices imborrables en la vida de miles de personas que luchaban por un país más libre y democrático.

Una conexión personal con el Movimiento Estudiantil de 1968

Sheinbaum no se limitó a ofrecer un discurso institucional; su intervención fue emotiva, personal y política. Recordó su conexión familiar con el movimiento, mencionando cómo su madre fue una participante activa, lo que la llevó a visitar a los presos en Lecumberri cuando apenas tenía siete años. Esta anécdota subrayó el profundo vínculo de la presidenta con la lucha estudiantil y con los ideales de libertad, democracia y justicia que surgieron de este movimiento.

La presidenta recordó cómo el gobierno de Díaz Ordaz no solo reprimió violentamente a los estudiantes que se manifestaban pacíficamente, sino que además intentó silenciar la voz de quienes pedían diálogo público, libertad de los presos políticos y un México más justo. “No podemos olvidar, ni debemos olvidar”, subrayó Sheinbaum con firmeza.

El legado del Movimiento de 1968 en la Cuarta Transformación

Claudia Sheinbaum también conectó los ideales del Movimiento Estudiantil de 1968 con la victoria electoral de Andrés Manuel López Obrador en 2018, considerada por muchos como la culminación de las aspiraciones democráticas de los estudiantes que participaron en ese momento histórico. En su discurso, Sheinbaum destacó que los principios de libertad, democracia y justicia que defendieron los jóvenes de 1968 son los mismos que su gobierno y el de la Cuarta Transformación promueven hoy en día.

La presidenta señaló que el movimiento estudiantil abrió las puertas para una mayor participación política y social en México, y que la historia de lucha por la justicia ha sido el cimiento sobre el cual la Cuarta Transformación ha edificado su proyecto de nación.

Un homenaje a los protagonistas del 68

Durante la ceremonia, Sheinbaum dio paso a la intervención de Pablo Gómez, uno de los protagonistas del movimiento de 1968 y actual titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), quien fue encarcelado durante los eventos de ese año. Gómez, conmovido, recordó la valentía y el sacrificio de sus compañeros, muchos de los cuales perdieron la vida o sufrieron represión por defender los ideales de un México mejor. Este tipo de intervenciones no solo refuerzan la importancia del evento, sino que mantienen viva la memoria de quienes lucharon en aquellos días oscuros.

Posteriormente, Ernestina Godoy, consejera jurídica del Ejecutivo Federal, leyó un decreto que sería publicado en el Diario Oficial de la Federación, donde el Estado mexicano reconoció formalmente su responsabilidad en la represión del 2 de octubre de 1968. Como complemento a este acto de memoria, la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, ofreció una disculpa pública a las familias de las víctimas, reafirmando el compromiso del Estado mexicano de evitar que hechos tan atroces se repitan.

“Nunca más”: la disculpa pública como acto de justicia

La disculpa pública que ofreció el gobierno, encabezado por Claudia Sheinbaum, fue un acto simbólico pero profundamente significativo. Rosa Icela Rodríguez enfatizó que reconocer los crímenes del pasado es esencial para construir una nación más justa y democrática. “Nunca más”, dijo la secretaria de Gobernación, subrayando la importancia de este reconocimiento por parte del Estado mexicano, que hasta hace algunas décadas había tratado de encubrir su responsabilidad en la masacre de Tlatelolco.

Este gesto es parte del esfuerzo de la Cuarta Transformación por garantizar que la memoria de las víctimas de 1968 no se pierda y que los crímenes de lesa humanidad cometidos por el Estado no queden impunes.

La continuidad de la justicia: un pilar de la Cuarta Transformación

La presidenta Claudia Sheinbaum aprovechó la ocasión para anunciar que, en adelante, las conferencias matutinas del Segundo Piso de la Cuarta Transformación seguirán un esquema temático, diseñado para informar y educar a la ciudadanía sobre temas de relevancia social, política y cultural. Cada día de la semana se abordarán temas específicos, como la salud, la memoria histórica, la lucha contra la desinformación, el papel de las mujeres en la historia, y el orgullo de ser mexicano.

Los lunes estarán dedicados a la salud, abordando enfermedades que afectan a la población mexicana, como la diabetes, la obesidad y la hipertensión. Los martes serán días de memoria histórica, con la participación de historiadores que disertarán sobre hechos importantes de la historia de México. El miércoles será el “Detector de mentiras”, un espacio donde se revisarán las falsedades difundidas en redes sociales y medios de comunicación, mientras que el jueves se enfocará en resaltar el papel de las mujeres en la historia de México. Los viernes, finalmente, se dedicará a la “Suave Patria”, un espacio donde la participación ciudadana será el motor para reforzar el orgullo y la identidad nacional.

Un tributo al 2 de octubre y al Movimiento Estudiantil

Al concluir la ceremonia, la presidenta Claudia Sheinbaum reiteró que la historia del 2 de octubre de 1968 no debe olvidarse, y que el reconocimiento público de los crímenes de Estado es un paso fundamental hacia la justicia. También subrayó que la Cuarta Transformación está comprometida con evitar que tales atrocidades vuelvan a ocurrir, y que su gobierno seguirá trabajando en la protección de los derechos humanos y la consolidación de una democracia más justa y participativa.

El 2 de octubre no solo fue una fecha para rememorar una tragedia, sino también para reafirmar el compromiso del Estado mexicano con los ideales de justicia, libertad y democracia. La ceremonia organizada por la presidenta Sheinbaum, en conjunto con la Secretaría de Gobernación y otros actores clave, fue un tributo tanto a las víctimas como a los sobrevivientes del Movimiento Estudiantil, y un llamado a las generaciones actuales para seguir luchando por un México mejor.

Claudia Sheinbaum: una líder comprometida con la historia y el futuro de México

La presidenta Sheinbaum ha dejado claro, a través de sus acciones y discursos, que el pasado no debe olvidarse. Su gobierno ha asumido la responsabilidad de los crímenes cometidos por el Estado, y ha trabajado para garantizar que estos hechos se reconozcan y se tomen las medidas necesarias para que nunca se repitan.

Pero más allá del reconocimiento histórico, Sheinbaum ha destacado la importancia de mirar hacia el futuro. En su visión, el legado del Movimiento Estudiantil de 1968 sigue vivo en la lucha por la justicia y la igualdad en México. Su gobierno, junto con la Cuarta Transformación, se ha comprometido a seguir construyendo un país donde la democracia sea un derecho de todos, donde la justicia prevalezca y donde la voz del pueblo sea escuchada y respetada.

 

En resumen, el discurso de Claudia Sheinbaum el 2 de octubre de 2023 es un testimonio de su compromiso con la memoria histórica, la justicia y la democracia. La presidenta no solo honró a las víctimas del 68, sino que también trazó un camino hacia el futuro, un futuro donde los errores del pasado no se repitan y donde México siga avanzando hacia un horizonte de libertad y derechos humanos. “El 2 de octubre no se olvida”, dijo la presidenta, y bajo su liderazgo, esos ideales de justicia y libertad seguirán siendo el corazón de la Cuarta Transformación.

 


Redacción

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