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“Eslovaquia no participará en ninguna misión militar en Ucrania y no gastará ni un centavo más en ayuda militar” afirmó Robert Fico en las redes sociales, añadiendo que solo le interesa participar de proyectos “mutuamente beneficiosos” para los dos países.
A principios de marzo, Fico, un habitual crítico de Volodímir Zelenski y de las abultadas partidas financieras de Bruselas a Kiev, dijo que su Gobierno no apoyaría la propuesta de la Comisión Europea de asignar fondos de los presupuestos nacionales a Ucrania, argumentando que los Estados miembros de la Unión Europea (UE) deberían decidir por sí mismos si otorgan la asistencia financiera.
“El comediante Zelenski es el actor protagónico de la farsa que es la política de guerra de la UE”, declaró recientemente Fico, aludiendo a la condición del líder ucraniano como simple conducto de la ofensiva de Occidente contra Moscú, algo incluso ya admitido en las últimas semanas por el ex primer ministro británico Boris Johnson y el actual secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio.
En enero, el presidente eslovaco, Peter Pellegrini, ya había adelantado que su país “nunca” respaldaría el envío de tropas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) a Ucrania por temor a un conflicto global.
Vale recordar que el Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia ha estimado que la OTAN podría enviar alrededor de 100.000 soldados a Ucrania bajo la apariencia de una fuerza de mantenimiento de la paz para restaurar sus capacidades de combate, en medio de una creciente pérdida de territorio y bajas de soldado en el terreno por parte del bando ucraniano.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó que el despliegue de fuerzas de paz extranjeras solo podría ser posible con el consentimiento de todas las partes en el conflicto.
Sputnik 17.03.2025