Por Cnl My (R) Gabriel Camilli
El ejército ucraniano intenta un avance en la región rusa de Kursk, aunque allí está bajo una presión cada vez mayor. Los expertos coinciden: Kiev envía un mensaje a Donald Trump.
Unos días después de la ofensiva sorpresa del ejército ucraniano en la región rusa de Kursk, aún hay muchas cosas que no están claras. Kiev permanece en silencio, similar a principios de agosto de 2024, cuando Ucrania invadió allí por primera vez.
El ministerio de Defensa ruso en Moscú anunció el lunes que había detenido un “intento de avance” de las fuerzas armadas ucranianas hacia Bolshoye Soldierskoye, una ciudad a unos 80 kilómetros al suroeste de la capital regional, Kursk. Cuatro tanques, dos vehículos blindados de transporte de personal, 16 vehículos blindados de combate y un vehículo de remoción de minas fueron destruidos, dijo Moscú (esta información no se puede verificar).
La noticia de un nuevo avance ucraniano en la región de Kursk llegó el domingo 5 de diciembre por la mañana. Los bloggers de guerra rusos informaron sobre “columnas” ucranianas y compartieron videos aparentemente tomados con drones que parecían mostrar algunos vehículos blindados de transporte de personal ucranianos en campos y caminos nevados. Algunos mencionaron el uso de misiles de precisión occidentales. Esto tampoco está confirmado.
MENOS ACALORADO
El ambiente del lunes 6 fue menos acalorado: los medios rusos parecían más confiados, la parte ucraniana se contiene con informes de éxito. Todo el mundo está esperando a ver qué podría pasar a continuación.
Los próximos días aclararán las cosas. Lo que podemos hacer ahora es preguntarnos cuál podría ser el propósito de esta operación ucraniana, ya sea grande o pequeña. Según el ministerio de Defensa ruso, desde el 6 de agosto de 2024 hasta hoy, las tropas ucranianas han perdido 45.220 hombres (muertos y heridos) en la región de Kursk. Como ya se ha dicho, las declaraciones de ambas partes deben tomarse con mucha cautela.
Es cierto, sin embargo, que el ataque directo al territorio ruso fue pagado caro por los ucranianos, en términos de hombres y recursos.
Una cifra significativa dado que, como escribe el ‘Washington Post’, en 2024 los distritos militares ucranianos lograron movilizar “sólo” 200.000 hombres frente a los 500.000 previstos. Además, para atacar la región de Kursk el pasado mes de agosto, el comandante en jefe Alexander Syrsky utilizó las tropas mejor entrenadas y los medios más modernos. Una elección estratégica que no estuvo exenta de consecuencias: en Donbass los rusos empezaron a encontrar una resistencia menos eficaz y avanzaron a un ritmo más intenso.
¿PRESIONAR PARA IMPRESIONAR A TRUMP?
El ataque ucraniano no fue del todo sorprendente. Hace semanas que se especulaba al respecto. El historiador militar austriaco, coronel Markus Reisner, predijo a mediados de diciembre en una entrevista para DW este escenario. Desde su punto de vista, Ucrania intentará demostrar una vez más “inmediatamente antes de que Donald Trump asuma la presidencia de Estados Unidos” que tiene sentido apoyarles, afirma Reisner. Según parece, esto es exactamente lo que vemos ahora.
En occidente se especula con los anuncios del nuevo presidente. Trump ha anunciado varias veces que quiere poner fin rápidamente a la guerra rusa contra Ucrania. Durante la campaña electoral estadounidense también cuestionó un mayor apoyo a Ucrania. Lo que Trump realmente está planeando quedará claro cuando asuma el cargo el 20 de enero.
Para muchos comentaristas, todavía es demasiado pronto para hablar de una “ofensiva real” de Ucrania cerca de Kursk: “La ofensiva significaría que grandes unidades de las fuerzas armadas llevarían a cabo un ataque generalizado para alcanzar objetivos a nivel operacional”. Por ahora eso no se ve. “Lo que estamos viendo es un contraataque en el que están involucradas hasta tres brigadas o partes de ellas”, dicen.
El objetivo exacto aún no parece claro, podrían ser varios. El ejército ucraniano está cada vez más presionado en la región de Kursk y ya ha perdido aproximadamente la mitad del territorio que ocupaba hace cinco meses. La zona de unos 500 kilómetros cuadrados actualmente controlada por Ucrania está expuesta a ataques rusos desde tres lados. El impulso actual podría ser un intento de “salir de esta burbuja”.
Shashank Joshi, editor militar de la revista británica ‘The Economist’, también sugiere otras posibles razones. “El objetivo podría ser poner a las tropas rusas a la defensiva para impedirles desarrollar sus ofensivas en curso”, dice Joshi.
Otro objetivo podría ser tierras adicionales como moneda de cambio antes de las negociaciones diplomáticas después de que Trump asuma el cargo. Pero también podría ser un engaño para atacar en otro lugar.
Varios opinan lo mismo y esperan una secuela. “Creo que todavía veremos algunas sorpresas antes del 20 de enero”, afirma un experto militar. “Si nos fijamos en el noreste de Ucrania, el frente no está completamente asegurado por la parte rusa. Hay algunas zonas que se prestan para mayores avances para lograr el máximo éxito antes de posibles negociaciones”.
Según las recientes declaraciones del secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, las posiciones ucranianas en Kursk son “importantes” porque desempeñarán un papel en futuras negociaciones, afirmó durante su visita a Seúl.
¿QUÉ TAN RIESGOSO ES EL AVANCE UCRANIANO?
Al igual que con la ofensiva ucraniana en Kursk en agosto, surge nuevamente la pregunta de si vale la pena que Kiev envíe tropas al territorio ruso. Esto es particularmente importante ahora que el ejército ucraniano se está retirando hacia el este y perdiendo cada vez más territorio.
Manteniendo su objetivo a paso firme vemos que aprovechando el contraataque ucraniano los rusos liberan Ruskoye Porechnoye (07/01) y entran en Malaya Loknya (07/01) en Kursk.
RUSIA AVANZA EN DONETSK
Las tropas rusas han tomado el control de la ciudad de Kurakhovo, en la región ucraniana de Donetsk, según anunció el ministerio de Defensa de Moscú citado por la agencia Ria Novosti.
“Las unidades del grupo de tropas del Sur han liberado completamente la ciudad de Kurakhovo, el asentamiento más grande en la parte suroeste de Donbás”, afirma el parte oficial, que utiliza el nombre ruso de la ciudad, que en ucraniano es Kurakhove. Este objetivo es el nodo logístico para todo el sur de Donetsk, probablemente leve también a la caída de Velika novosioka.
En particular, la importante ciudad militar de Pokrovsk, en el oeste de la región de Donetsk, ha sido foco de combates durante meses. La nueva medida ucraniana es arriesgada, pero los beneficios políticos superan los riesgos, dicen los expertos.
“Si Rusia toma Pokrovsk, avanzará hacia el oeste”, afirma Shashank Joshi. “Eso es malo, pero no necesariamente marca una diferencia cualitativa en el equilibrio de poder y las conversaciones diplomáticas”. Si Ucrania fuera capaz de controlar partes de la región de Kursk, tendría “importancia significativa”. Este es un “riesgo calculado”.
Según vemos, es importante que Ucrania “se mantenga en los titulares”, especialmente antes de que Trump llegue al poder.
El apoyo de Occidente es extremadamente importante para Ucrania. Por eso esta medida, “aunque sea dispar”, es importante para que se mantenga ese apoyo.
Queda por ver cuánto puede retener Ucrania en el Óblast de Kursk y, lo más importante, durante cuánto tiempo. Aunque ambas partes están “debilitadas en términos de fuerza”, si la presión de Trump no resulta en un congelamiento del conflicto, el “drama de la guerra de desgaste” podría aparecer fuertemente. Rusia podría entonces concentrar sus fuerzas y hacer retroceder lentamente al ejército ucraniano.
MIENTRAS TANTO LAS DECLARACIONES DE ZELENSKY
Zelenski aceptaría renunciar a los territorios ocupados por Rusia si el resto de Ucrania entra en la OTAN, según Europa Press. El presidente ucraniano ha realizado estas declaraciones en una entrevista con el periodista estadounidense de origen ucraniano Lex Fridmanen la que éste le pregunta si la OTAN aceptaría la integración de Ucrania menos Lugansk, Donetsk, Zaporiyia, Jersón y Crimea. “Estoy seguro de que sí. Sí. No es un gran éxito para nosotros, pero si hay una vía diplomática para poner fin a la guerra, eso es lo primero”, ha declarado Zelenski.
Luego ha matizado que esta opción solo sería posible si hay un “paquete de armamento” previsto. “No puedo decir públicamente con qué, pero no es ningún secreto para el presidente Trump. Depende principalmente de la voluntad de Estados Unidos. La UE nos daría una parte y Estados Unidos la otra. Es necesario que haya unidad para este paquete”, ha indicado.
Además, ha defendido la necesidad de imponer nuevas sanciones a Rusia cuando Trump llegue a la Casa Blanca para evitar que Rusia pueda vender sus hidrocarburos, algo que además beneficiaría a Washington.
En cualquier caso, el mandatario ucraniano cree que el primer paso es reunirse con Trump. “Tenemos que pactar con él como parar la guerra y a (Vladimir) Putin. Es muy importante para nosotros que Europa, de la que formamos parte, también tenga su voz”, ha afirmado.
Además, el encuentro con Trump sería para concretar las garantías de seguridad para Ucrania. “No vamos a sentarnos directamente los tres” en la mesa de negociación, ha argumentado.
Sobre este punto, en nuestros análisis referidos a un posible alto al fuego, siempre creímos que uno de los tres actores políticos en una negociación debe salir de la escena. Evidentemente no será Trump quien salga.
