Carlo Acutis, un niño italiano que murió de leucemia en 2006 a los 15 años, fue beatificado en 2020.

La canonización del primer santo milénial de la Iglesia católica, prevista para este domingo, ha sido pospuesta sin nueva fecha tras el reciente fallecimiento de Jorge Mario Bergoglio, conocido como el papa Francisco.
Carlo Acutis, un italiano que murió de leucemia en 2006 a los 15 años, iba a ser proclamado santo en una ceremonia en la plaza de San Pedro, con motivo del Jubileo de los Adolescentes. Estaba previsto que acudiesen más de 80.000 jóvenes.
“Tras la muerte del papa Francisco (…) se comunica que la celebración eucarística y el Rito de la canonización del beato Carlo Acutis, prevista para el 27 de abril (…), queda suspendida”, anunció el Vaticano en un breve comunicado.

Carlo creció en una familia rica: el padre era financiero de un banco británico y el abuelo dueño de una gran aseguradora en el norte de Italia. Pero, desde temprano, eligió el camino de la caridad: a los nueve años, ya llevaba cobijas, ropa y comida a personas que vivían en la calle en Milán.
“El patrón de internet”
Su fama de santo se propagó con rapidez, impulsada tanto por su vida como por su talento informático. Conocido como “el patrón de internet” o “el ciberapóstol de la Eucaristía”, se dedicó al catecismo virtual, al crear un sitio web para dar a conocer los milagros atribuidos a los santos y se encargó de varias páginas de organizaciones católicas locales.
Tras su muerte, el cuerpo de Acutis fue transferido a Asís, en la región de Umbría, en el centro de Italia.
Acutis fue beatificado en 2020, luego de que el Vaticano reconociera como milagro la curación de un niño brasileño de tres años con una malformación grave en el aparato digestivo. El menor, residente en Campo Grande, en el estado de Mato Grosso do Sul, dejó de vomitar supuestamente después de tocar una reliquia del joven italiano.
El fragmento de tela fue entregado al sacerdote Marcelo Tenório, que visitó a la madre de Carlo en Italia en 2011. “Fui a la casa donde Carlo vivió, y ella [su madre], artesanalmente, con una tijera, cortó un pedazo de la camisa de Carlo, una camisa que él tenía allí”, relató el religioso a O Globo, que después llevó la tela a Brasil, donde dos años después se cree que el menor se curó tras tocarla.
La segunda curación atribuida a Carlo —y clave para su canonización— se produjo en 2022, en Costa Rica. Una joven que sufrió un traumatismo craneal severo sobrevivió tras las oraciones de su madre frente a la tumba del joven en Asís.
Rusia Today 22.04.2025