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España y el Mundo Multipolar: Reflexiones y Medidas para un Futuro Soberano



Programa del 25 de diciembre de 2024 – REPETICIÓN: Analiza con #VocesDelPeriodista

Tercer Bloque

POR Dr. Guillermo Rocafort


Quiero enviar, como siempre, un cordialísimo saludo a la Maestra Celeste, así como a los distinguidos miembros de esta mesa de debate y, por supuesto, a nuestra leal y fidelísima audiencia.

Nos encontramos ya en periodo navideño, y es un tiempo de esperanza, de ilusión, también de reflexión, de aproximarnos a ese nuevo año del 2025 lleno de expectativas, de incertidumbres, de riesgos, pero también de esperanza. Estas fechas nos animan precisamente a poner los pies en la tierra, valorar nuestra condición frágil como mortales y, siempre con la vista puesta en el futuro, yo creo que es precisamente en la esperanza donde hemos de encontrar ese motor que necesitamos para afrontar los desafíos del futuro en este mundo con tantas incertidumbres.

 


La Transición de un Mundo Unipolar a uno Multipolar


En el extenso comentario de hoy querría desarrollar a mis queridos oyentes, a nuestros queridos oyentes de Voces del Periodista, una reflexión sobre una de las cuestiones capitales. Estamos en un momento, como dice en España uno de los mayores expertos en geopolítica, como es el coronel retirado don Pedro Baños, en que el mundo está cambiando del mundo unipolar al mundo multipolar. Tenemos en este momento la oportunidad, aquellas naciones como en este caso España, que han sido subyugadas en estas entidades globalistas como son la OTAN y la Unión Europea, de reposicionarnos, encontrar nuevas esperanzas, nuevas sendas, nuevos caminos de la mano de nuestros hermanos latinos hispanos de las naciones hermanas de España con las que tenemos tantos puntos en común y que habría que poner de alguna forma en valor con una geopolítica propia nuestra, una geopolítica que nos permita avanzar en estos desafíos del tercer milenio.


Los Diez Beneficios de la Economía Multipolar para Europa


Quiero hacer unas reflexiones sobre lo que entiendo que son los diez grandes beneficios de la economía multipolar para las naciones europeas, en concreto para España. La verdad es que este viejo continente, esta Europa que tanta importancia tuvo en el pasado, estamos viendo que la atenazan, sobre todo, esas fuerzas globalistas de Soros, del estado profundo de Biden, de tantos fondos buitre que nos están socavando nuestra identidad, nuestra libertad, nos imponen censuras, anulan elecciones, como ha pasado en Rumanía, nos imponen sanciones a Rusia que nos perjudican a nosotros. Es muy importante que todos los latinos, todos los hispanos, veamos esa realidad trágica del mundo unipolar y cómo se ceba, sobre todo, en el viejo continente.

Por lo tanto, en esta sesión de hoy me gustaría desarrollar unas breves ideas para que el oyente y nuestros colaboradores las maduren, al objeto de que con ese espíritu siempre crítico y esa apertura de mente sean valoradas y puestas al objeto del debate, porque en última instancia es la opinión pública la que puede y debe mantener ese poder en este mundo cambiante. Yo aplicaría diez medidas básicamente para que España se fortaleciera, la unión y las naciones europeas se integraran en el mundo multipolar. Contra los grandes polos como, por ejemplo, China, Rusia, India, Brasil, México, naciones que abren paso por su potencia económica y también su potencia demográfica y cultural.

La primera medida que adoptaría en Europa sería una vuelta a monedas locales. ¿Por qué digo esto? Porque considero que el euro ha sido, más que un avance, una destrucción de las políticas monetarias soberanistas que antes tenían los estados miembros. Creo que es importante llevar a cabo un desmantelamiento de las grandes estructuras mundialistas, no solamente el FMI (Fondo Monetario Internacional), que ha subyugado a nuestras naciones hermanas como Argentina con esos préstamos de usura y codicia que nunca han servido para solucionar sus problemas, sino más bien para agravarlos aún más.

Deberían ser desmanteladas también, junto al FMI, el Banco Mundial y el Banco Central Europeo porque son estructuras globalistas monetaristas que, de alguna forma, están generando mucha inflación y que privan a las naciones de ese instrumento de política soberana como es la política monetaria.

Luego, abogaría también por un sistema, como segunda medida, un sistema bancario robusto con coeficientes de caja elevados donde la usura de las bancas fuera muy controlada y dominada por un estado fuerte, soberano, que impusiera unas condiciones a los sistemas financieros que antepusieran la soberanía nacional y la defensa de las clases populares, las clases medias, las clases trabajadoras a la codicia de esa oligarquía de los fondos buitre que nos depredan a través de una banca absolutamente frágil y que, como vimos en Europa en el 2008, nos provocó colapsos financieros no solamente en España, también en Grecia, en Portugal, en Irlanda.

Luego también abogaría por una soberanización de las bolsas europeas, impidiendo los movimientos especulativos de los fondos buitre que tanto nos depredan y ahogan. Aplican medidas especulativas como las operaciones en corto, que hunden a las grandes compañías nacionales. De esa manera evitaríamos los riesgos sistémicos cuando la bolsa tiembla; realmente la economía se estremece y se puede caer. Por lo tanto, una política soberana sobre esas bolsas para, de alguna manera, limitar esos poderes de los fondos buitre. Esa sería la tercera medida: la resoberanización de las bolsas de los mercados financieros.

La cuarta medida que adoptaría sería la nacionalización de las empresas energéticas al objeto de que las fuentes de energía estuvieran garantizadas para toda la población, no solamente para los hogares y los colectivos vulnerables, sino también para las empresas nacionales, para las fábricas, para que los trabajadores tuvieran energía barata y los empresarios pudieran producir de una forma económica porque la energía no fuera muy cara. La única manera es nacionalizándolas o bien sometiendo ese capital privado a los intereses de la nación.

Luego también abogaría por una fiscalía baja, sobre todo en el ámbito laboral, para que pudiéramos competir en los marcos de multipolaridad en el campo del empleo, generando competitividad sana entre individuos y empresas.

Por otra parte, como quinta medida, abogaría también por incentivos económicos al trabajo frente al capital que permitan a la clase trabajadora dinamizarse, prosperar socialmente, alcanzar umbrales de libertad económica y llegar a ser una clase media pujante, fuerte, dinámica, patriótica y soberana.

Luego, también abogaría por las auditorías, sobre todo sobre la deuda pública que atenaza a las naciones, a nuestras naciones hermanas, para eliminar la deuda ilegítima. Hay que purgar, hay que depurar la deuda pública y también la privada. Dar una segunda oportunidad a aquellas empresas, aquellas familias, aquellos individuos que han entrado de una forma terrible en esas situaciones de excesivo endeudamiento. Permitir que se refloten con un reseteo, con un jubileo, como se decía antes, viene recogido en el Antiguo Testamento. Dar a las familias y a las empresas segundas oportunidades; eso es casi un mandato divino. Permitir que las personas se liberen de sus deudas. Desde luego, hay que hacer ahí un gran esfuerzo, hay que atacar la usura y el adepto clásico, como me dicen los British: la deudocracia o el control de naciones, de empresas, de pueblos. La deuda no puede ser un instrumento de colonización como lo es actualmente.

Otra medida que aplicaría sería el abaratamiento de las viviendas, sobre todo en Europa, para que los jóvenes pudieran desarrollarse, crecer, tener hijos, vivir con intensidad la familia, desarrollarse, dar un marco de estabilidad. Eso es, aparte de un derecho humano, también un anhelo personal para aquel que lo desee: el poder tener un ámbito de desarrollo como un hogar a unos precios verdaderamente asequibles.

Luego, también, como última medida, la eliminación de los paraísos fiscales como Gibraltar, Luxemburgo y tantos otros, como las Islas Caimán, donde se esconden las estructuras societarias internacionales y los fondos buitre. Hay que arrinconarles, hay que ir a por ellos, hay que ir a sus campos, a sus territorios, a los paraísos fiscales. Luego, también abogaría por una desamortización de las oligarquías de la Unión Europea y la confiscación de sus bienes, de aquellos que hayan sido creados de una forma de usurpación y expolio a los pobres, a los trabajadores. Hay que dar pasos valientes.

Luego, también, la recuperación por parte de los Estados nación de la Unión Europea de todas las soberanías del ámbito económico y financiero, esas soberanías que han sido cedidas a la Unión Europea, no solamente la monetaria, también la aduanera, la libre competencia, la tecnológica. Hay que poner fin a las sanciones a terceros países que tanto nos están perjudicando.

Por último, como décima medida, la eliminación de las ONGs globalistas y los centros de poder woke de esas universidades controladas por Soros y por ese Estado profundo que están, de alguna forma, degradando a nuestros jóvenes. Les están arrancando esos valores como la patria, el Estado, la bandera. Es realmente un proceso muy importante. Tenemos que luchar contra ese globalismo, esa mundialización, recuperar la soberanía, descubrir nuestra identidad, la importancia de ser mexicanos, argentinos, españoles, latinos, hispanos, todos.

Para eso hay que luchar contra esas estructuras que nos desarraigan, nos arrancan nuestra historia, nuestra identidad y ahondan nuestras divisiones y nuestros enfrentamientos. Hay que crear ámbitos de concordia, de reconciliación, y eso es verdaderamente un gran reto para el 2025.

Ojalá, digamos, tengamos esa oportunidad de adoptar, al menos en lo que a mí respecta en mi nación España y en otras naciones hermanas que sufren esos trances, estas diez medidas que yo creo que serían muy interesantes para integrarnos en ese mundo multipolar, donde seamos capaces de respetarnos todos, vivir en paz, en concordia, y superar las dificultades siempre desde la diplomacia y desde el respeto a los derechos humanos, a los derechos de la persona, a la dignificación del ser humano. Eso es muy importante y en eso vamos, desde luego, a luchar con fuerza.

Les saluda desde España, con mucho afecto, su amigo Guillermo Rocafort.

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Autor:

Dr. Guillermo Rocafort

Abogado, jurista e historiador.

Profesor de Economía Pública y Economía de la Empresa en la Universidad Carlos III de Madrid

Representante del Club de Periodistas de México en España.

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