EE.UU. ha expresado en varias ocasiones su preocupación, acusando a China de intentar ejercer el control sobre esta vía marítima, temiendo que pueda bloquearla o utilizar los puertos como puntos de observación.
Uno de los operadores portuarios más grandes a nivel mundial, CK Hutchison Holdings, con sede en Hong Kong, venderá a inversores estadounidenses una participación del 90 % de una filial suya que explota puertos a ambos lados del canal de Panamá, cediéndoles así el control de los mismos.
Según un comunicado de CK Hutchison, los puertos en cuestión son Balboa y Cristóbal, que desempeñan un papel clave en el transporte de mercancías a través del canal de Panamá, proporcionando un enlace entre los océanos Atlántico y Pacífico. La operación requeriría la aprobación del Gobierno panameño.
Además, el grupo inversor, que incluye a BlackRock Inc, Global Infrastructure Partners y Terminal Investment Limited, también adquirirá el 80 % de la participación efectiva y se hará con el control de otras filiales que poseen y gestionan 43 puertos y 199 atracaderos en 23 países.
El valor de todos los activos, que incluyen los puertos de Panamá, alcanza los 22.800 millones de dólares. Es importante señalar que esta operación no contempla una participación en el fideicomiso que gestiona los puertos de Hong Kong, Shenzhen y la región de China Meridional, ni en ningún otro puerto de China. Se prevé que la documentación final de la transacción se firme a más tardar el 2 de abril de 2025.
Por qué es importante
El canal de Panamá es la ‘arteria’ del comercio mundial. El control de los puertos adyacentes significa influencia sobre los precios, los plazos de entrega y las rutas. Estados Unidos es el mayor usuario del canal de Panamá. El tráfico estadounidense de contenedores de exportación e importación representa alrededor del 73 % del tráfico del canal de Panamá y el 40 % de todo el tráfico estadounidense de contenedores.
EE.UU. domina especialmente por el tráfico entre sus puertos orientales y occidentales, como el de Los Ángeles a Nueva York, mientras que China ocupa el segundo lugar, con un 21,4 % del volumen de carga que transita por esta ruta. Los senadores estadounidenses han expresado en varias ocasiones su preocupación, acusando a China de intentar ejercer el control sobre esta vía marítima, temiendo que pueda bloquearla o utilizar los puertos como puntos de observación.
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha expresado en numerosas ocasiones su deseo de recuperar el control del canal de Panamá, una obra construida por EE.UU. a principios del siglo XX y cedida a Panamá en 1999. Su descontento, entre otras cosas, se debe a la creciente influencia de China en la región, que Panamá niega. Por su parte, el presidente panameño, José Raúl Mulino, ha defendido la soberanía de la vía marítima, señalando que “el canal es y seguirá siendo de Panamá”.
Aunque este acuerdo no devolverá el control del canal en sí, una vez que se finalice, los puertos quedarán bajo la gestión de un consorcio liderado por Estados Unidos, lo que fortalecerá la influencia estadounidense en puntos estratégicos de la logística global.
Rusia Today 04.03.2025