La casa de subastas pretendía vender en línea el ‘cráneo humano naga’ por un valor estimado de 5.300 dólares.
La casa de subastas Swan, en Tetsworth, Reino Unido, se vio obligada a cancelar la subasta de un lote de restos humanos y ancestrales de comunidades de todo el mundo, en el que estaba incluido el ‘cráneo humano naga’ perteneciente a un grupo indígena del noreste de la India, tras manifestaciones de rechazo por parte del país asiático, informa PTI.
El cráneo humano con cuernos de animal del siglo XIX, que se cree que formaba parte de la colección del arquitecto belga Francois Coppens, fue retirado de un conjunto de 22 cráneos y cabezas reducidas más, afirma el Times de la India.
“Es un asunto muy emotivo y sagrado”, escribió el ministro principal, Neiphiu Rio, que inició la protesta y solicitó la intervención del canciller indio, Subrahmanyam Jaishankar, para detener la venta. “Ha sido una costumbre tradicional de nuestro pueblo dar el máximo respeto y honor a los restos de los fallecidos“, expresó en la carta que le envió instando a llevar el asunto ante la Alta Comisión de la India en Reino Unido.
El Foro para la Reconciliación Naga (FNR, por sus siglas en inglés) condenó la venta de la pieza, valorada en 4.000 libras esterlinas (aproximadamente 5.300 dólares), y la calificó de “práctica inhumana y violenta”, apoyando al ministro Rio para denunciar la subasta. Al mismo tiempo, lamentó que los restos humanos ancestrales aún sean considerados objetos de colección en pleno siglo XXI.
La violencia del colonianismo británico
El primer encuentro entre los pueblos nagas y autoridades británicas ocurrió en 1832, cuando el Reino Unido encontró una ruta terrestre desde Manipur, ubicado al este, hasta Assam, situado al noreste de la India. Entre 1839 y 1851, los británicos llevaron a cabo diez expediciones punitivas en las colinas de los naga (Naga Hills), macizo montañoso donde habita este pueblo. “Durante el periodo de dominio británico, los pueblos naga fueron definidos como ‘salvajes’ y ‘cazadores de cabezas’, términos insultantes que siguen perpetuándose hoy en día”, aseveró el líder del FNR, Wati Aier. “Estos restos humanos simbolizan la violencia que el poder colonial británico desató contra los naga”.
A su vez, la académica Sanghamitra Mishra en uno de sus artículos apunta que, al principio, los intereses del Reino Unido estaban incentivados por la importancia estratégica del área de las colinas de los naga, que en aquel entonces hacía frontera con zonas de valor comercial. Luego, en 1843, el descubrimiento de los británicos de plantas de té en la parte baja de las colinas se convirtió en un aliciente crucial para la anexión británica y dio lugar a sugerencias de instalar puestos militares permanentes para “reforzar la creencia colonial” en la región.
“Inmenso valor emocional y cultural”
La subasta también provocó una ola de indignación entre activistas del país. Así, Alok Kumar Kanungo, miembro del Instituto Indio de Tecnología Gandhinagar, al analizar el contexto histórico en torno a las relaciones de los naga con el poder colonial británico, subrayó que si bien los pueblos contaban y siguen contando con un rico patrimonio cultural, que abarca arquitectura civil, talla de madera, textiles y metalurgia, las narrativas coloniales, a menudo “sensacionalizan” la caza de cabezas, menoscabando así la historia de la comunidad.
“Durante el auge del movimiento museístico en los siglos XVIII y XIX, instituciones […] recopilaron objetos de los naga en abundancia, logrando unir 6.466 de ellos”, comentó Kumar, añadiendo que entidades culturales, como el Museo de la Universidad de Cambridge o el Museo Británico, tienen más de 1.000 objetos en sus colecciones. “Estos materiales incluyen innumerables artículos de inmenso valor emocional y cultural para los naga”.
Laura Van Broekhoven, directora del Museo Pitt Rivers en Oxford, dijo que estaba “indignada” por la subasta y que “el hecho de que pongan a la venta estos objetos es realmente irrespetuoso y desconsiderado”, afirmó en una entrevista con la BBC.
Rusia Today 12.10.2024