Programa del 20 de diciembre de 2024 – REPETICIÓN: Analiza con #VocesDelPeriodista
Tercer Bloque
Explora los paralelismos entre conflictos históricos y actuales, el rol de Rusia y Occidente en una nueva era geopolítica, y los efectos económicos devastadores, como los despidos masivos en Alemania.
Francisca Saavedra:
Bueno, estamos de vuelta, y qué apasionante es el estudio de los fenómenos internacionales de geopolítica, de odios ancestrales, de odios nuevos, y, en el caso de los misiles rusos, de la queja de Rusia por los misiles tan cercanos de los Estados Unidos. Era como con los misiles de Cuba, la crisis de los misiles de Cuba, que mantiene el bloqueo o que agudizó el bloqueo con el pobre, pobre, pobre pueblo cubano.
Entonces, que nos explique un poco nuestra voz de América, el maestro Don Diego Papalardo, que, como saben ustedes, es quien encabeza la Federación Internacional del Club de Periodistas y que anda por el mundo recogiendo informaciones para traerlas fresquecitas con nosotros. Adelante, Don Diego.
Diego Papalardo:
Hola, estimada maestra Francisca, amigos de la mesa. También saludamos a las distintas audiencias que nos están escuchando en estos momentos y a aquellas que también nos van a escuchar ya cuando se retransmita el programa en forma diferida. Desde luego, cuando comienza este operativo militar especial por parte de Rusia, en esta década allí en Ucrania, maestra Francisca, el común de los analistas y de los estudiosos ponían una semejanza entre esa situación y la que usted mencionó muy bien: esta experiencia histórica tan precedente es la famosa crisis de los misiles y esa reciente que tuvieron en su momento, en la década de 1960, la Unión Soviética y los Estados Unidos, con un epicentro geográfico que es el país del Estado de Cuba. Desde luego, entre ambas experiencias históricas hay disimilitudes, obviamente hay similitudes, pero también hay diferencias y divergencias entre ellas.
En el caso más profundo, que tiene que ver con la causalidad que detona o desencadena el operativo militar especial por parte de Moscú en 2022, pues desde luego es este hostigamiento que llevan adelante los anglos-estadounidenses a través de Kiev contra los intereses de la Federación Rusa, contra el mundo ruso, para ser más estrictos en el término. Desde luego, por eso Moscú, o Vladimir Putin, llama a esa incursión militar “operativo militar especial” y no la denomina de una forma distinta que nos podría hacer pensar en una guerra. Es un operativo militar especial, y por eso, hasta el día de hoy, Rusia no ha utilizado todas sus capacidades militares, que sí podrían emplearse en una conflagración bélica en toda regla. También, cuando los Estados Unidos… Cuando usted habló de la crisis de los misiles, los Estados Unidos, o el poder que las élites en su momento controlaban en la estrategia internacional de los Estados Unidos, intentaban, ciertamente, maestra, evitar que el mundo o el sistema de poder mundial fuese compartido. Porque estaba al frente —tenemos que recordar— el contrapoder: un sistema de contrapoder que representaba y encabezaba principalmente la ex Unión Soviética.
Entonces, esta élite dominante en Washington llevaba adelante ese asustamiento o el aprovechamiento de las circunstancias, haciendo pensar a casi toda la humanidad del momento que se iba a desatar una gran guerra mundial, porque los soviéticos, en su afán y su arrogancia, según los estadounidenses imperialistas, pues iban no solamente a controlar Cuba, sino que iban a destruir los Estados Unidos.
Por eso, en ese contexto, como usted también ha dejado en su comentario del presidente, maestra, lo ha dejado implícito, comienza una expansión de la OTAN. Y ahí es cuando la prensa mundial y muchos estudiosos del momento ya anunciaban la inminencia de la tercera guerra mundial. La historia dice que al final no pasó nada, pero que, en ese momento, la llamada crisis de los misiles fue utilizada principalmente por estos componentes del poder estadounidense para neutralizar, en su percepción, las ambiciones de los soviéticos.
Así fue porque ahí se armó, aquí en América Latina, también a partir de ahí ya se armó en la mente, en la mentalidad de las personas y en los estados. Se armó, ya se partió el cerebro, digamos, y ya estaba, por un lado, existido el llamado en ese momento “el mundo occidental libre y democrático” y “el mundo soviético comunista”, y según los occidentales democráticos, antilibertades individuales.
Bueno, eso fue un precedente para todo lo que después íbamos a ver en nuestra lección, maestra Francisca, pero, en comparación con la actualidad, como decíamos, hay diferencias. El presidente Putin lo ha dicho esta semana: que Rusia se ha distanciado, lo cito textual, “del borde del abismo”. O sea, el presidente Putin expresó que Rusia se ha distanciado del borde del abismo, es decir, que no estamos, o Rusia no está, al borde del abismo, y el mundo tampoco está al borde del abismo.
He dicho esto, Ucrania, como aquí los especialistas han venido señalando en forma interrumpida, constantemente, con claridad y contundencia en cuanto a la demostración de pruebas fehacientes —y así lo acreditan los analistas—, esta vez han venido demostrando que Ucrania es solamente una herramienta de estos planes de poder angloesconenses para hacer esto: el debilitamiento de Rusia, la incordia de Rusia con el resto de las naciones y, por supuesto, si pueden obtener algunas ventajas más allá de esto, pues desde luego lo iban a aprovechar.
Pero la realidad de los acontecimientos está diciendo otra cosa: que es imposible torcer el brazo al poder ejecutivo ruso, es imposible vencer militar y políticamente a la Federación Rusa, y es imposible que el Occidente globalista, con la matriz anglosajona, pueda entrar a una contienda de escalas prácticamente catastróficas. Porque, como lo dijo el mismo presidente Vladimir Putin días pasados, Rusia misma no necesita, para resolver algunos asuntos militares, del uso del arsenal nuclear.
Y si vamos al otro lado, a los Estados Unidos, vemos, maestra Francisca, claramente, objetivamente, que el equipo de Donald Trump, por más ambicioso que sea en cuanto a política internacional, no tiene ninguna adhesión ni partidismo por llevar a cabo o participar en una gran guerra mundial, menos aún utilizar, en esta gran guerra mundial, las armas nucleares.
Por eso, es importante —con esto voy terminando, maestra Francisca— señalar cómo, a pesar de todos los enfrentamientos, la agudización en algunos campos militares que se dan en distintos escenarios globales de fase caliente, a la vez se está realizando otro mecanismo para evitar llegar a una situación histórica geopolítica que no va a beneficiar a nadie, inclusive a los propios Estados Unidos.
Francisca Saavedra:
Muy interesante. Y, sobre todo, ahora me gustaría, después de lo que dijo el maestro Castilleja, don Guillermo Rocafort y Diego Papalardo, que usted, doctor Rocafort, en su calidad de especialista en asuntos económicos, me dijera, pues, ante lo inminente de aplazar, por el momento, los odios y las guerras. Se trata de una guerra económica, de una guerra regional para dividir mercados, dineros, economías. Explíqueme un poco, por favor, don Guillermo Rocafort.
Dr. Guillermo Rocafort:
Por supuesto, maestra Francisca, bueno, la verdad es que cuando surgió el conflicto, la guerra de Ucrania, fuimos muy pocos los que lo señalamos, entre ellos, lógicamente, Voces del Periodista y, en mi caso, en España, en programas de televisión de primer nivel. Se me echaron encima llamándome de todo, que si “pro-ruso”, que si “agente extranjero”. Y ahora, la realidad es que Alemania está fatal. Alemania ha anunciado, por parte de la compañía Volkswagen, el despido de 40,000 trabajadores, un nivel de despidos que no se veía, yo creo, desde los años 30, desde el periodo de entreguerras. Esto denota hasta qué punto estamos ante una guerra, una guerra absolutamente económica.
El presidente Trump, además, ha dicho ya que los europeos no compramos más gas y petróleo, que antes comprábamos precisamente a Rusia y, por cierto, mucho más barato. Nos ha dicho que o le compramos más gas, más petróleo y más armas porque quiere elevarnos el porcentaje del producto interior bruto en gastos bélicos al 5%. Esto es una barbaridad, porque estamos ahora mismo en torno al 1% y pico, que me parece poco, pero al 5% se va a multiplicar por 3 o por 4. Además, nos está señalando la imposición de aranceles.
Esto significa que, al final, estamos ahora mismo en un proceso donde se están reestructurando los grandes bloques económicos. Entonces, bueno, pues como estamos viendo con el caso de Estados Unidos, ya era previsible porque eso siempre lo habíamos señalado: que Trump era bueno para lo que es la cuestión de Ucrania, la cuestión bélica, pero que en el plano económico iba a haber más aranceles. Lo estamos viendo. Los anunció también contra México, contra Canadá… Bueno, realmente es una bravuconada, pero es así, o sea, porque él plantea la cuestión geopolítica en el ámbito de la economía.
Pero vuelvo, dicho lo cual, esa “amenaza”, entre comillas, de aranceles a Europa, que en teoría somos sus aliados, tendría que servir para que Europa se replantee, desde el soberanismo, que quizá hay que volver a importar energía desde Rusia, que era mucho más barata y mucho más cercana. Pero vuelvo a reiterar, maestra, yo creo que ese es el dato que hay que resaltar a nuestros oyentes para que veamos hasta qué punto la gran industria alemana se ha parado. Se han anunciado despidos de 40,000 personas, y eso es un dato verdaderamente dramático, porque además hay una serie de industrias auxiliares que giran en torno a la automoción y que generan muchos, muchos más empleos. O sea, eso puede significar que se multiplique esa cifra por dos o por tres en el conjunto de industrias auxiliares que giran y que prestan servicio a Volkswagen.
Es un dato bastante preocupante, maestra Francisca. Cedo la palabra.
Francisca Saavedra:
Pues hay que desenredar toda esta madeja para entender un poco más el asunto. Vamos a nuestro último corte y volvemos. No tardamos nada.
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VOCES DEL PERIODISTA RADIOLunes. Miércoles y Viernes 17:00 h.
Repetición:
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