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Nuevamente, el presidente Donald Trump firmó dos decretos para suavizar los aranceles que impuso a los automóviles comprados por Estados Unidos. Si bien el gravamen de 25% a todos los vehículos importados se mantendrá y otras tarifas entrarán en vigor el fin de semana, hay nuevos detalles. ¿En qué consiste la nueva política del republicano?
Tras recibir las llamadas de varios directivos de fabricantes de autos, el presidente estadounidense firmó dos órdenes ejecutivas que modifican sustancialmente el esquema arancelario para vehículos y autopartes importados a Estados Unidos.
Según informó la prensa estadounidense, lo anterior beneficiará principalmente a los fabricantes que ensamblan vehículos en el país.
La primera orden establece un sistema de compensación para los fabricantes de automóviles que realicen el ensamblaje final en territorio estadounidense. Así, las empresas podrán recibir un reembolso del 15% durante el primer año. Para el siguiente año, la compensación bajará al 10%.
Según el presidente Trump, la medida busca incentivar la producción nacional de automóviles, así como reducir la dependencia estadounidense de las importaciones.
«Solo los automóviles que se sometan a ensamblaje final en Estados Unidos son elegibles para ser incluidos en este cálculo», se lee en la orden ejecutiva.
Además, los fabricantes que importen autopartes —las cuales estarán sujetas a un arancel de 25%— podrán recibir reembolsos de hasta 3,75% respecto al valor de los autos producidos localmente. El tope bajará a 2,5% el segundo año y posteriormente se eliminará por completo.

De acuerdo con CNN, la segunda orden aborda la acumulación de tarifas. En ese sentido, los nuevos cambios también protegerán a los fabricantes de vehículos de la obligación de pagar aranceles relacionados con un mismo producto. Dicho en otras palabras, solo se les aplicará el arancel más alto que corresponda a los que estén importando.
Por ejemplo, si los fabricantes importan una autoparte, pagarán la tarifa de 25% sobre la pieza, pero no se les cobrarán gravámenes adicionales del 25% por el acero o el aluminio.
«Aunque cada una de estas acciones sirve a propósitos de política separados y distintos, ahora he determinado que, en la medida en que estos aranceles se apliquen al mismo artículo, estos aranceles no deberían tener un efecto acumulativo (o ‘apilarse uno sobre otro’) porque la tasa de arancel resultante de dicha acumulación excede lo necesario para lograr los objetivos de política previstos», explica Trump en su decreto.
Al mismo tiempo, los autos compuestos en al menos un 85% por piezas que cumplan con el acuerdo entre Estados Unidos, México y Canadá (T-MEC), que se produzcan en territorio estadounidense, no estarán sujetos a ninguna tarifa.
En ese contexto, fabricantes como Tesla se vieron obligados a frenar las importaciones de componentes clave para sus vehículos.
De esa manera, el 14 de abril, Trump declaró que podría eximir de aranceles, de forma temporal, a la industria automotriz. Esto para darle tiempo a los fabricantes para ajustar sus cadenas de suministro.
Más adelante, a finales de ese mes, altos funcionarios del Departamento de Comercio detallaron que varios ejecutivos de la industria automotriz advirtieron a la Administración Trump que los aranceles dañarían fuertemente la producción y el empleo en EEUU.
Sputnik 01.05.2025