Programa del 20 de diciembre de 2024 – REPETICIÓN: Analiza con #VocesDelPeriodista
Cuarto Bloque
Expertos analizan cómo la guerra económica, cognitiva y bélica impactan la estabilidad global, instando a promover entornos pacíficos, justicia social y reflexión personal para contrarrestar la creciente violencia.
Francisca Saavedra:
Gracias. Bueno, estamos de vuelta, y aquí platicábamos fuera del aire con los especialistas de este asunto financiero-militar que nos tiene a todos comiéndonos las uñas y sentados en la orilla de la butaca, esperando que una bomba nos caiga en la cabeza. Pero, ¿qué tanto afectan estos amagos a la economía mundial, doctor Rocafort?
Dr. Guillermo Rocafort:
Muchísimas gracias, maestra Francisca, por la pregunta. Pues sí que afectan, desde luego, y bastante, yo creo, a la economía, porque además están derivando a una industria bélica y a la venta de armas. Y, además, como estamos comprobando aquí en Europa, y en concreto en España, muchas de las armas que se están suministrando a Ucrania aparecen luego en el mercado negro de las armas en España y en manos de los narcotraficantes que, sobre todo, trabajan en el sur a la hora de importar a España y a Europa la droga proveniente de Marruecos.
Realmente, este clima bélico hay que explicarlo un poco para que la gente lo entienda, utilizando dinámicas y esquemas mentales que sean comprensibles. Este esquema bélico, digamos, es lo que produce el miedo, y el miedo, lo queramos o no, genera desestabilización y también criminalidad. Lo verdaderamente deseable sería que viviéramos en entornos pacíficos donde las personas pudieran desarrollarse. En vez de estar gastando dinero en armas o robándolo en forma de inflación —porque hay que generar más dinero para vender esas armas, en este caso Ucrania— deberíamos dedicarnos a generar entornos confortables de estabilidad económica, en los cuales se genere empleo, sobre todo para los jóvenes, y se promuevan entornos saludables.
Este clima de conflictos, de caos, como estamos relatando, lo que genera es también criminalidad en las naciones que están insertas de forma indirecta. Puedo hablar concretamente del caso de Europa y de España, porque parece que se está utilizando también la cuestión de Ucrania como una coartada para tapar otras cosas. Si analizamos, por ejemplo, los índices estadísticos de delitos en España desde la pandemia —es decir, desde el año 2020—, estos se han multiplicado exponencialmente. Creo que hay correlaciones interesantes entre situaciones prevélicas, industria armamentística, relatos belicistas y violencia en las calles.
Eso no es bueno para la sociedad, no es bueno para las familias, no es bueno para los niños. Alguna vez lo he expuesto aquí: yo crecí en los años 80, en el colegio, con el miedo de la guerra nuclear, y no estamos para que la gente crezca en esos ambientes de nuevo. Tenemos que mirar efectivamente al futuro con preocupación, pero también con optimismo. Para eso hay que generar marcos de verdadera paz.
No olvidemos que, al final, y lo estamos viendo, va a haber una presión creciente para que las naciones europeas incrementen su gasto en armamento —y no en seguridad, sino en armamento— del consorcio industrial estadounidense. Al final, esto significa sacar recursos de nuestros impuestos, del esfuerzo que hacemos con nuestros trabajos, de lo que pagamos cuando compramos y consumimos productos básicos, para destinarlos a este fin. Y las armas, como se dice en el romancero castellano: “Quien a hierro mata, a hierro muere”.
Si estamos jugando con armas, estas se propagan, y pasa lo mismo con el delito. A nivel de narcotráfico, eso genera otro tipo de delincuencias. Insisto en el dato del incremento, no solamente en España, sino en toda la Unión Europea, de las estadísticas de crímenes violentos. Es para echarse a temblar. Es algo ante lo que el Mainstream —es decir, estos medios pagados por los fondos buitre y, sobre todo, por la OTAN— guarda un oprobioso silencio. De tal manera que luego nos daremos cuenta de forma abrupta y descorazonadora.
Creo que, además, ahora que nos acercamos a estas fechas navideñas, quiero aprovechar para felicitar —como dijo la presidenta de México al referirse al niño Jesús, el Niño por la Paz—, y creo que tenemos que lanzar ese mensaje de paz. Un mensaje de entornos estables, de respeto, de familiaridad, de comercio, de relaciones humanas donde nos podamos desarrollar, y, sobre todo, de bajar esos índices de criminalidad.
Al final, esa criminalidad, ya sea la industria belicista —que es una forma institucionalizada e internacionalizada de criminalidad: vender armas, vender minas antipersona—, es una verdadera locura. Tenemos que luchar contra eso. Desde todos los puntos de vista de la comunidad internacional, hay que trabajar para que, efectivamente, la señal por la paz traiga esperanza a esos pueblos que están sometidos a todo tipo de guerras. No solamente guerras abiertas, como la cuestión de Ucrania, sino también esas guerras silenciosas que sufren las naciones, con muchos miles de muertos por la delincuencia, que al final se van concatenando, enquistando y cronificando.
Creo que debemos dar una oportunidad en estas fechas, sobre todo, a ese Niño de la Paz, para que se reduzcan esas criminalidades y violencias. Sobre todo, para que la humanidad pueda vivir en paz, en respeto, en cordialidad, que es, al final, a lo que estamos llamados: a convivir y coexistir. Habrá dificultades, rivalidades, agravios y todo tipo de situaciones, pero, al final, la raza humana es la raza humana, y es así.
Tenemos que pensar en el Señor por la Paz.
Maestra Francisca.
Francisca Saavedra:
Gracias, doctor. Efectivamente, ahora que nos hable de este lado del Atlántico, el maestro don Diego Papalardo, que sabe mucho de la comunicación.
Diego Papalardo:
¡Si Maestra! Indudablemente, el poder militar propiamente dicho se ha constituido en un factor clave. Sin embargo, también coexisten como factores clave el poder económico, el poder diplomático y el poder de la comunicación.
Nosotros estamos entrando —y esto no significa que no va a haber guerras localistas o en algunas partes del mundo— en una fase, maestra Francisca, donde los modos más importantes van a ser la guerra económica y la guerra cognitiva. Estas van tomados de la mano, tanto la guerra económica como la guerra cognitiva, sobre todo en estos momentos donde muchísimas personas de todas partes del mundo están pendientes, al instante, de cualquier acontecimiento que suceda en un determinado lugar del mundo.
Entonces, esta guerra cognitiva hoy tiene mayor incidencia que la guerra militar convencional y la guerra económica propiamente dicha. Si se tiene mayor capacidad de acumulamiento de beneficios y ventajas por parte de quienes la promueven, resulta más eficaz que una guerra en términos militares convencionales. Por ello, algunos actores internacionales están dejando como principal pieza o instrumento de resolución de inconvenientes o problemas a la guerra militar tradicional clásica y elevando, como dijimos, a la guerra cognitiva y a la guerra económica.
Y ahí es donde también son presas —digamos, víctimas— de esto aquellos belicistas o aquellos hostiles que componen la OTAN, o aquellos clanes de poder que pretenden redefinir el mundo según los patrones y los mecanismos propios del siglo XX.
Con esto termino, maestra Francisca. La violencia, lo que llamamos violencia, se va a trasladar más a los espacios locales y regionales que al todo mundial.
Francisca Saavedra:
Y eso es terrible. Ahí es donde está el peligro de la comunicación malintencionada.
Debemos estar muy pendientes y saber que, si no hacemos nada malo, lo más seguro es que nos pasen cosas buenas. Si estamos parados en lugares equivocados, también debemos intentar preservar nuestra vida y nuestra salud, alejados de estos núcleos de violencia, incluso verbal.
Es muy importante que recuerden ustedes que, en este espacio, así como les habilitamos la información más fresca y última en torno a todo lo que ocurre alrededor del mundo, también los invitamos a que hagan su reflexión personal para mejorarse como personas.
Yo les doy la más cordial despedida. Les mando un tronadísimo beso de parte de la maestra Celeste Sáenz de Miera, titular de este espacio; del grupo de periodistas TODOS; de don Guillermo Rocafort, de don Diego Papalardo, de Gerardo Castilleja, del maestro Juanito Bautista, de @kompi1570 y de todos los que hacemos un esfuerzo por estar cerca de ustedes, trayéndoles informaciones frescas, lo menos sangrientas posible.
Porque ya estamos hartos de que los medios —periódicos, radios y pantallas— nos salpiquen de tanta sangre que se promueve ahí.
Muy buenas noches, muchísimas gracias. Pasen un buen fin de semana.
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VOCES DEL PERIODISTA RADIOLunes. Miércoles y Viernes 17:00 h.
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