ZEDILLO Y SUS CADÁVERES EN EL CLÓSET

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POLITICA Y SOCIEDAD


POR PABLO MOCTEZUMA BARRAGÁN*


 

Ernesto Zedillo Ponce de León se ha lanzado con singular entusiasmo a tratar de embestir con críticas al gobierno de Claudia Sheinbaum, lo hace desde medios de la oposición conservadora como Letras Libres, Nexos y el estadounidense The Washington Post, acusa que en México hay un “Estado Policial”, y presume que con él comenzó la democracia, diciendo que duró 30 años (de su gobierno para adelante) pero que el gobierno actual está “asesinando la democracia” y que Sheinbaum está provocando una crisis constitucional. ¡El burro hablando de orejas! Durante su gobierno, el priista no se cansó de pisotear la Constitución.

 


Se lanza contra la Reforma Judicial acusando que se pretende eliminar un Poder Judicial independiente y llevar al país hacia un “régimen tiránico”. Señala que hoy se están promoviendo cambios que comprometen la libertad de expresión, la transparencia y la rendición de cuentas, mientras que la oposición y la pluralidad política se ven debilitadas. En un artículo publicado en Letras Libres, Zedillo afirmó que el país ha perdido «la categoría de ser un país democrático».

Critica que con la Reforma Judicial se esté perdiendo la independencia y equilibrio entre los poderes. Dice que se piensa instalar un “régimen” para tomar decisiones “arbitrarias y abusivas”, según sus propios intereses políticos. Todas esas acusaciones se vuelven contra él como un boomerang.
Mientras que la actual Reforma Judicial fue propuesta en la campaña presidencial de 2024 y aprobada por amplia mayoría, él en 1994 en su propia campaña no habló para nada de una reforma constitucional del poder judicial y apenas llegó al poder suspendió un mes el funcionamiento de la Corte para luego forzar el retiro de 26 ministros y reducir su número a 11, a los cuales impuso por “dedazo”, dando lugar a un Poder Judicial corrupto como nunca, que hemos sufrido durante décadas. ¿Cómo se atreve a hablar de democracia? «Por la boca muere el pez.»

Zedillo manejó la idea de que la democracia es la “alternancia” de partidos en el poder y que si el país pasaba de ser gobernado por el PRI a ser gobernado por el PAN significaba que había triunfado la democracia. Ese esquema provino de las órdenes de Washington que, luego de la integración económica con el Tratado de Libre Comercio, buscó la integración política implantando el bipartidismo PRI-PAN para alternarse el poder y así servir a los mismos intereses de las grandes corporaciones extranjeras y nacionales. Pero ya vivimos la clase de “democracia” que se vivió con el PRIAN, que posteriormente avanzó la integración militar con Estados Unidos a través de la Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte (ASPAN) y el Plan Mérida.

Molesto ante la popularidad de la presidenta Sheinbaum, Zedillo ha declarado que la función de un presidente de la República “no es ser popular, sino servir a la nación”. Claro que él no es popular porque como dice el refrán «El que a su patria traiciona, ni sombra le acompaña». Su gobierno no sólo fue antipopular, además fue antinacional, él nunca sirvió a la nación.

El Fobaproa: Cómo Zedillo convirtió deudas privadas en carga pública

Entrando al poder rescató a los banqueros que habían cometido el robo del siglo, ellos se prestaban entre sí miles de millones de pesos y luego no pagaban, causando una crisis bancaria. En lugar de meterlos a la cárcel, Zedillo convirtió su deuda privada, en deuda pública a ser pagada por la población. El Fobaproa sumaba 554 mil millones de pesos, luego de 30 años ya se ha pagado el doble, pero ahora la deuda es de otro tanto, más de un billón de pesos, el año pasado se pagaron 60 mil millones de pesos por el “rescate bancario”, al mismo tiempo que los bancos que son “rescatados”, rompen récord en ganancias que sumaron 288 mil millones de pesos el año pasado. «El mentiroso necesita tener buena memoria.» A él se le olvida ese gran crimen contra la nación que cometió en favor de la oligarquía, a la que incluso avisó antes de la devaluación para que salvaran su dinero, mientras cientos de miles de personas perdían su patrimonio, sus ahorros, sus viviendas. Rescató a los ricos, hundió a los pobres.

«La mentira tiene patas cortas». Zedillo privatizó las pensiones que son un derecho social y benefició a los bancos con las AFORES. En 1997 reformó el sistema de pensiones, pasó de un sistema solidario donde los trabajadores estaban asegurados a un régimen de capitalización individual y la enorme masa financiera que representa el ahorro de los trabajadores, que en la actualidad suma 7.1 billones de pesos, se la entregó a los bancos bajo las Administradoras de Fondos para el Retiro (AFORE). Así los trabajadores obtienen míseras pensiones mientras que la oligarquía financiera engorda. Hace depender los fondos de pensión de la especulación de los mercados financieros. Esta medida antipopular la impuso sin consenso social, sin una consulta a los trabajadores y a la sociedad, fue una imposición tecnocrática, pero Zedillo se autocalifica como “demócrata”. «Más pronto cae un hablador que un cojo”. Zedillo habla de la militarización y califica a México como un estado policial, él mismo que traicionó los acuerdos de San Andrés y militarizó Chiapas, mientras simulaba negociar mandó al ejército contra el EZLN. Durante su gobierno hubo matanzas y represión constante en el Charco, el Bosque, Aguas Blancas, la responsabilidad de Ernesto Zedillo en la matanza de Acteal y otras, se basa en su aprobación de estrategias de contrainsurgencia que permitieron la formación de grupos paramilitares, su interrupción del proceso de paz con el EZLN y su encubrimiento de los hechos posteriores. Por otra parte, su sistema judicial encubrió crímenes como el de Donaldo Colosio, Francisco Ruiz Massieu, etc.

Golpeó la soberanía nacional, de espaldas a la voluntad popular, privatizó Ferrocarriles Nacionales de México, y luego se fue a trabajar a la Unión Pacific una de las empresas extranjeras beneficiarias de su gobierno. Las redes ferroviarias son la columna vertebral de la nación, nunca debió privatizarlas, a su vez privatizó puertos y aeropuertos, ingenios azucareros, concesionó carreteras, trató de privatizar la educación, pero lo impidió un amplio movimiento de los estudiantes de la UNAM que fue reprimido por el supuesto “demócrata”. «El que mucho habla, mucho yerra.»

Desmanteló la soberanía industrial, endeudó a PEMEX y buscó privatizar la estratégica empresa nacional. Una de las principales acciones fue la implementación de los Proyectos de Impacto Diferido en el Gasto Público (PIDIREGAS), mecanismos financieros que permitieron a empresas privadas participar en la construcción de infraestructura para Pemex, especialmente en áreas como la exploración y producción de hidrocarburos. Estos proyectos se financiaron mediante deuda externa, lo que incrementó significativamente el endeudamiento de Pemex. Entre 1998 y 2008, la deuda acumulada por los Pidiregas ascendió a aproximadamente 70 mil millones de dólares, así, Pemex abrió a la inversión privada áreas estratégicas, violando la Constitución. Además, la empresa fue sometida a una carga fiscal excesiva, con pagos de impuestos que superaron sus rendimientos, lo que resultó en una descapitalización progresiva. Esta situación limitó la capacidad de la empresa para invertir en nuevos yacimientos y en el mantenimiento de su infraestructura, lo que afectó su competitividad y sostenibilidad a largo plazo. Con estas artimañas, la administración de Zedillo implementó políticas que, aunque no implicaron una privatización formal de Pemex, crearon las condiciones para su desmantelamiento gradual y la apertura del sector energético a la inversión privada, favoreciendo los intereses de grandes corporaciones nacionales y extranjeras. Aumentó irracionalmente la exportación de petróleo crudo al extranjero con un promedio de un millón y medio de barriles diarios de petróleo, obteniendo ingresos por 58 mil millones de dólares que nunca empleó en el desarrollo nacional.

 

El desmantelamiento de PEMEX y la producción nacional de vacunas

Otra acción funesta fue desaparecer la información Instituto Mexicano del Petróleo que jugó un papel crucial en el desarrollo de tecnología y personal altamente capacitado, Zedillo dejó perder todos los archivos con información estratégica y los trabajadores mexicanos, los más capacitados del mundo, se tuvieron que ir a trabajar al extranjero o para empresas extranjeras.

En 1996, se aprobó una reforma que permitió la venta de 61 plantas petroquímicas propiedad del Estado, favoreciendo la inversión privada, especialmente extranjera, en este sector. La fabricación de productos petroquímicos cayó drásticamente, pasando de alrededor de 20 millones de toneladas anuales a menos de una cuarta parte de esa cifra. Con estas medidas sentó las bases para la contra-reforma energética de 2013.
Zedillo aumentó la deuda interna neta del sector público federal que pasó de 1.66 billones de pesos en 1994 a 2.4 billones de pesos en 2000, lo que representa un incremento del ¡44.5%!

Otro ataque a nuestra soberanía industrial fue contra la producción de vacunas en el país, para importarlas del extranjero. México ha sido pionero en la fabricación de vacunas. Construyó su capacidad de producción de vacunas a lo largo de décadas. Ya en 1804, Francisco X de Balmis comenzó a producir la vacuna contra la viruela, en 1868 se introdujo en México la producción masiva de vacuna contra la viruela, contra la rabia y luego contra la tuberculosis. A fines del siglo XIX, se realizaron otros tipos de inmunizaciones contra la rabia, la polio y la tuberculosis. En 1912 en Mérida ya se producía la linga vacunal de bovinos para la viruela. En 1955 se producía vacuna para la poliomielitis y en 1960 se fundó el Instituto Nacional de Virología.

El Instituto Bacteriológico Nacional también generó el Instituto de Virología que comenzó a producir vacunas. En la década de 1970, este último fue certificado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como Centro Regional de Referencia para Vacunas, siendo ambos los principales productores de todas las vacunas que se administraban en nuestro país. Nuestros científicos e instituciones en el campo de la biotecnología lograron un gran desarrollo. Llegamos a ser totalmente autosuficientes, al grado que México no sólo producía, sino que exportaba vacunas a 15 países.

En 1990 nuestro país fue uno de los siete del mundo que producía todas las vacunas del Programa Ampliado de Inmunizaciones de la Organización Mundial de la Salud. Pero en plena era neoliberal, a partir de 1999, el gobierno de Ernesto Zedillo Ponce de León otorgó autonomía jurídica y financiera a la Gerencia General de Biológicos y Reactivos (GGBR) que era una Unidad Administrativa de la Secretaría de Salubridad y Asistencia, la transformó en Laboratorios de Biológicos y Reactivos de México (Birmex), órgano que comercializa todas las vacunas, pero sólo produce tres de ellas. Ya no era el Estado, la Secretaria de Salubridad y Asistencia a través de la Gerencia General de Biológicos y Reactivos, el responsable de producir y distribuir vacunas, sino un ente “autónomo” que se dedicó a abatir la producción nacional para importar con la corrupción correspondiente, los moches y las tranzas de los gobiernos del PRIAN: de eso no habla Zedillo pues «en boca cerrada no entran moscas.»

 

Vínculos con el narcotráfico: Las investigaciones silenciadas sobre la familia Zedillo

Las políticas económicas implementadas durante el gobierno de Zedillo, como la liberalización comercial y el aumento de la inversión extranjera, llevaron a la expulsión de más de 10 millones de mexicanos que se vieron obligados a migrar. En su sexenio subió la inversión extranjera de 10 mil millones, en su primer año, a 30 mil en el último, sin embargo, los salarios mínimos cayeron un 7%, los salarios contractuales un 20% y bajó la participación de los salarios en el Producto Interno Bruto. Los trabajadores se llevaban apenas el 35% en 1994, para el año 2000 cayó al 31%, mientras las ganancias se llevaban el 69%. Además, se desató la violencia interna y la delincuencia que se dispara a partir de 1994, se excluyó a los jóvenes del estudio y el trabajo, se abandonó el campo y se destruyó la planta productiva nacional.

El periodista e investigador Rubén Luengas, ha destacado desde hace años los vínculos y pruebas de la complicidad de Zedillo con el narcotráfico, específicamente con la organización de los hermanos Amezcua, conocidos como “Los reyes de las metanfetaminas”. De acuerdo con información de Miguel Badillo, de Contralínea, los gobiernos de Fox y Calderón, posteriores a la administración de Ernesto Zedillo, se negaron a seguir una línea de investigación que apuntaba a los vínculos de la familia del ex presidente con el Cártel de Colima, específicamente su esposa Nilda Patricia Velasco; el padre de ésta, Fernando Velasco Márquez, y los cuñados del expresidente: Fernando y Francisco Velasco Núñez.

Ernesto Zedillo Ponce de León presume de demócrata, pero hay un refrán que dice: “dime que presumes y te diré de qué careces”. Puede hablar todo lo que quiera, pero el pueblo de México recuerda otro refrán que dice: “A palabras necias, oídos sordos”. Mejor que Zedillo se quede donde está… en el basurero de la historia.

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Autor:

PABLO MOCTEZUMA BARRAGÁN

*Politólogo, Doctor en Estudios Urbanos y catedrático
de Historia y Economía en la UNAM y en la UAM-A.
Autor de varios libros y articulista en medios impresos
y en portales web

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