“Además, las actividades de todos los periodistas, empleados y equipos afiliados al canal con sede en Catar y sus filiales, se congelarán temporalmente hasta que se aclare su situación legal”, indica el informe.
La ANP declaró que la decisión fue tomada en respuesta a la insistencia del canal en transmitir contenido incitador, informes tendenciosos y material controvertido, así como en interferir en los asuntos internos de Palestina, en palabras del organismo estatal.
Hamás condenó la decisión y consideró que era una flagrante violación de la libertad de prensa y una acción represiva destinada a silenciar voces.